Artículos 17 octubre 2023

El papel esencial de la educación nutricional en la sociedad moderna

Claudia Castilla, Especialista Contenido Médico
Claudia Castilla, Especialista Contenido Médico

La nutrición es la ciencia que estudia cómo los alimentos y las dietas alimentan y afectan la salud de nuestro cuerpo. Es una disciplina esencial para mantenernos saludables y prevenir enfermedades. Hoy en día, la educación nutricional se ha convertido en una necesidad urgente en nuestra sociedad moderna. Esta educación nos enseña cómo elegir alimentos saludables y equilibrados para mantener nuestro cuerpo en perfecto estado.

Tabla de contenidos

  • Nutrición clínica y dietética hospitalaria, ¿en qué consisten?
  • 12 hábitos alimentarios para una vida saludable
  • Diferencias entre alimentos naturales, procesados y ultraprocesados
  • Cómo aprender a leer las etiquetas de los alimentos y productos alimentarios
  • ¿Cuáles son los nutrientes esenciales y cómo se clasifican?
  • Cocina saludable: ¿qué recomienda comer un nutricionista?
  • Nutrición deportiva: alimentos para mejorar el rendimiento y la recuperación
  • Suplementos nutricionales, ¿cuándo pueden ser necesarios?
  • La relación entre la alimentación y la salud intestinal: importancia de la microbiota

Además, la educación nutricional nos ayuda a comprender la relación entre los alimentos y nuestro cuerpo, cómo interactúan y cómo los alimentos afectan nuestra salud. Nos enseña a leer y entender las etiquetas de los alimentos, a conocer los diferentes tipos de nutrientes y cómo afectan a nuestro organismo. También nos ayuda a desarrollar hábitos de alimentación saludables y a mantener un peso corporal saludable.

Sin duda, la educación nutricional juega un papel esencial en la promoción de la salud y el bienestar de la población.

Nutrición clínica y dietética hospitalaria, ¿qué son?

La nutrición clínica es una especialidad de la nutrición que se ocupa del estudio, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades que pueden ser tratadas o prevenidas con una alimentación adecuada. Los nutricionistas clínicos trabajan en estrecha colaboración con los médicos y otros profesionales de la salud para diseñar planes de alimentación personalizados para los pacientes con diferentes condiciones de salud, desde enfermedades crónicas como la diabetes o el cáncer, hasta trastornos de la alimentación.

Por otro lado, la dietética hospitalaria se encarga de la alimentación de los pacientes en los hospitales. Los dietistas hospitalarios trabajan en el diseño y supervisión de las dietas de los pacientes, teniendo en cuenta sus necesidades nutricionales específicas y adaptándolas a las características y limitaciones de cada paciente. Además, también se encargan de la educación nutricional de los pacientes y sus familias, enseñándoles a seguir una alimentación saludable durante y después de su estancia en el hospital.

Ambas disciplinas, la nutrición clínica y la dietética hospitalaria, juegan un papel fundamental en el cuidado de la salud y en la prevención y tratamiento de las enfermedades. Nos enseñan que una alimentación adecuada es una herramienta poderosa para prevenir y tratar numerosas enfermedades.

12 hábitos alimentarios para una vida saludable

La adopción de hábitos alimentarios saludables es uno de los pilares fundamentales para mantener una buena salud y prevenir enfermedades. La nutricionista Mónica Herrero explica en su artículo los 12 hábitos que te ayudarán a llevar una vida saludable. Algunos de ellos son:

  • Hacer varias colaciones al día; respetar las horas entre toma y toma, hará que estés más saciado. Siempre de una forma consciente y con alimentos no procesados, reales, como fruta, frutos secos, yogur, como tentempiés. Te ayudará a estar más saciado durante el día y así no picar alimentos insanos entre horas y llegar a las comidas principales con menos ansiedad, para no devorarla y comer en exceso.
  • Añade fruta en tu alimentación: todos los días, son alimentos saciantes, con pocas calorías, con fibra, muy antioxidantes, con buena cantidad de agua, vitaminas y minerales.
  • Toma todos los días, verduras y hortalizas: añade hortalizas o/y verduras como plato principal o como guarnición todos los días, junto a las frutas es el grupo que más presente tiene que estar.
  • Consume mejor cereales en su versión integral: pan, pasta, arroz. Recuerda que las legumbres son importantes y tomarlas alguna vez en la semana como plato único junto a verduras y hortalizas, harán que esa comida sea equilibrada en nutrientes y saciante.
  • Acompaña tus verduras y hortalizas alguna vez con carne, pescado o huevos y reduce la toma de carne roja.
  • Utiliza aceite de oliva virgen extra para cocinar.

Diferencias entre alimentos naturales, procesados y ultraprocesados

  • Los alimentos naturales son aquellos que no han sido alterados y se consumen en su estado original. Incluyen frutas, verduras, legumbres, frutos secos, semillas, carnes frescas, pescados y mariscos, huevos y leche.
  • Los alimentos procesados son aquellos que han sido sometidos a algún tipo de procesamiento o transformación para alargar su vida útil, mejorar su sabor o su apariencia. Incluyen alimentos enlatados, congelados, secos y ahumados, así como carnes y pescados curados o en salazón.

La nutricionista Marta Guzmán señala en su artículo qué es importante “la elección consciente de alimentos naturales y procesados sobre los ultraprocesados puede marcar una gran diferencia en nuestra salud y bienestar a largo plazo. Optar por alimentos en su estado natural o ligeramente procesados nos aportan los nutrientes esenciales que necesitamos para funcionar de manera óptima. Algunos alimentos procesados también son buenas opciones para consumirlos de manera habitual”.

Los alimentos ultra-procesados son aquellos que han sido sometidos a procesos de transformación intensivos y contienen ingredientes artificiales o aditivos. Incluyen alimentos precocinados, snacks, bebidas azucaradas, embutidos, galletas, pasteles y otros productos de panadería industrial.

Es importante destacar que, aunque los alimentos procesados y ultra-procesados pueden ser convenientes y sabrosos, su consumo habitual puede ser perjudicial para nuestra salud. Por ello, es recomendable limitar su consumo y optar por alimentos naturales siempre que sea posible.

Cómo aprender a leer las etiquetas de los alimentos y los productos alimenticios

Leer y entender las etiquetas de los alimentos es fundamental para hacer elecciones alimentarias saludables. Las etiquetas de los alimentos nos proporcionan información importante sobre los ingredientes, el contenido nutricional, la fecha de caducidad, las alergias y las intolerancias alimentarias, entre otras cosas.

La nutricionista Carolina González explica en su artículo que en “el etiquetado nutricional de alimentos transformados y envasados hay ciertos aspectos que son obligatorios. Debe aparecer el valor energético en kilojulios (kJ) y kilocalorías (kcal), grasas, grasas saturadas, hidratos de carbono, azúcares, proteínas y sal.

Toda esta información deberá situarse en la misma cara del producto y tendrá un tamaño mínimo de letra, para que sea visualmente accesible al consumidor.

Hay algunos alimentos que están exentos de proporcionar información nutricional:

  • Las bebidas alcohólicas con un valor volumétrico de alcohol superior a 1,2%.
  • Alimentos no envasados.
  • Alimentos sin transformar que incluyen un solo ingrediente.

Para leer correctamente una etiqueta de alimentos, es importante prestar atención a la lista de ingredientes, que aparece en orden descendente según la cantidad. Los primeros ingredientes son los que están presentes en mayores cantidades. Si entre los primeros ingredientes se encuentran azúcares, grasas saturadas o sal, es probable que el producto no sea muy saludable.

Asimismo, es importante mirar la tabla de información nutricional, que nos indica la cantidad de nutrientes que contiene el producto por cada 100 gramos o 100 mililitros. Esta información nos puede ayudar a comparar diferentes productos y a elegir los más saludables.

¿Cuáles son los nutrientes esenciales y cómo se clasifican?

Los nutrientes esenciales son aquellos que nuestro cuerpo necesita para funcionar correctamente y que no puede producir por sí mismo, por lo que deben obtenerse a través de la alimentación. Se clasifican en macronutrientes y micronutrientes.

La nutricionista Rocío Maraver explica que “los nutrientes son sustancias químicas integrantes de los distintos alimentos, útiles para el metabolismo orgánico y que se corresponden con proteínas, hidratos de carbono, grasas, vitaminas, minerales y agua. Los nutrientes se clasifican en:

  • Macronutrientes, entre los que se incluyen los hidratos de carbono/carbohidratos, los lípidos/ grasas y las proteínas. Son llamados así porque el organismo los precisa en gran cantidad.
  • Micronutrientes, que engloban vitaminas y minerales. Son necesarios, pero en mucha menor cantidad. Casi no aportan energía, pero son necesarios para que el metabolismo funcione.

Dentro de los nutrientes, diferenciamos también los nutrientes esenciales y los no esenciales. Los nutrientes esenciales son los que necesariamente tienen que ser aportados por la dieta porque no pueden formarse en el organismo. Los nutrientes no esenciales son los que sí se pueden sintetizar de forma endógena.

Es importante obtener una variedad de nutrientes a través de una alimentación equilibrada y diversificada, ya que cada nutriente tiene una función específica y todos son esenciales para nuestra salud.

Cocina saludable: ¿qué recomienda comer un nutricionista?

Una alimentación saludable debe ser variada, equilibrada y sabrosa. Como nutricionista, recomiendo incluir una variedad de alimentos en tu dieta para obtener todos los nutrientes que necesitas.

El nutricionista David Sanchis señala en su artículo que “la evidencia científica indica que seguir una dieta rica en verduras, grasas saludables, cereales integrales y proteínas reduce el riesgo de enfermedades crónicas y el aumento de peso a largo plazo. Por ello en 2014 , la Escuela de Salud Pública de Harvard desarrolló el “Healthy Eating Plate” (Plato de Alimentación Saludable) como una guía visual para ayudar a las personas a confeccionar su comida y promover una alimentación saludable”. David Sanchis nos da algunas recomendaciones:

  • Frutas y verduras: son una fuente excelente de vitaminas, minerales y fibra. Intenta incluir al menos 5 raciones de frutas y verduras al día.
  • Cereales integrales: son una fuente excelente de fibra y ayudan a mantener el sistema digestivo saludable.
  • Proteínas magras: incluye carnes magras, pescado, huevos, legumbres y frutos secos en tu dieta. Son una fuente excelente de proteínas y otros nutrientes.
  • Lácteos: opta por los lácteos desnatados o semidesnatados. Son una fuente excelente de calcio y proteínas.
  • Grasas saludables: incluye en tu dieta grasas saludables, como las que se encuentran en el aceite de oliva, los frutos secos, las semillas y el pescado azul.
  • Bebe agua: es esencial para mantenernos hidratados y para el correcto funcionamiento de nuestro organismo.
  • Limita el consumo de alimentos procesados y ultraprocesados: estos alimentos suelen ser altos en azúcares, grasas saturadas y sal y bajos en nutrientes.

Recuerda, no se trata de seguir una dieta estricta, sino de llevar a cabo una cocina saludable y equilibrada que puedas mantener a largo plazo.

Nutrición deportiva: alimentos para mejorar el rendimiento y la recuperación

La nutrición deportiva es un campo especializado dentro de la nutrición que se centra en la alimentación de los deportistas, con el objetivo de mejorar su rendimiento y acelerar su recuperación después del ejercicio.

Los deportistas tienen unas necesidades nutricionales específicas, dependiendo del tipo de deporte que practican, la intensidad y la duración del ejercicio, y su estado de salud y condición física. Por eso, es importante que sigan una alimentación equilibrada y adaptada a sus necesidades.

El nutricionista Antonio Serrano recomienda cómo debe ser una buena nutrición deportiva. Reconoce que “el nutriente más importante y limitante sería el agua, debemos evitar tanto la deshidratación como la hiponatremia, bebiendo pequeños sorbos, ayudándonos de sales y de bebidas isotónicas. El siguiente nutriente en orden de importancia serían los hidratos de carbono, los encargados de aportar energía, son el combustible indispensable para cualquier atleta y en función de la planificación se pueden aportar entre 3 y 10 gramos por kilo de peso y día; no obstante estas cantidades podrían variar. En tercer lugar destacamos el nutriente más utilizado por la mayoría: las proteínas; estas tienen un papel clave en la reparación y el crecimiento muscular”.

Antes del ejercicio, es importante consumir alimentos ricos en carbohidratos para proporcionar energía a los músculos. También es recomendable incluir una fuente de proteínas para prevenir el catabolismo muscular. Ejemplos de alimentos adecuados antes del ejercicio son los cereales integrales, las frutas, los lácteos y las carnes magras.

Durante el ejercicio, es importante mantenerse hidratado y reponer los electrolitos perdidos a través del sudor. Las bebidas deportivas pueden ser útiles en ejercicios de larga duración o de alta intensidad.

Después del ejercicio, es importante consumir alimentos ricos en proteínas para favorecer la recuperación muscular y en carbohidratos para reponer las reservas de glucógeno. Ejemplos de alimentos adecuados después del ejercicio son los lácteos, las carnes magras, los huevos, las legumbres y los cereales integrales.

Suplementos nutricionales, ¿cuándo pueden ser necesarios?

Los suplementos nutricionales son productos que contienen nutrientes concentrados, como vitaminas, minerales, aminoácidos, ácidos grasos o probióticos, entre otros. Su objetivo es complementar la dieta cuando no es posible obtener todos los nutrientes necesarios a través de la alimentación.

La nutricionista Adoración Linares explica que el consumo de suplementos nutricionales “se justifica su uso en determinados grupos de población, ciertas etapas de la vida o situaciones concretas de salud, por ejemplo, en el caso de mujeres embarazadas, personas con poco acceso a la luz solar y bajo consumo de productos lácteos enteros, personas vegetarianas, o con alteraciones metabólicas, o pacientes que tomen medicación crónica que les pueda causar algún déficit nutricional. Los suplementos no están indicados en todas las personas. Cuidado especial deben de tener las personas celíacas, intolerantes a la lactosa, hipertensos, personas con problemas de tiroides, diabéticos, etc.

Es importante recordar que los suplementos nutricionales no son un sustituto de una alimentación equilibrada y variada. La mejor manera de obtener todos los nutrientes que necesitamos es a través de una alimentación saludable.

La relación entre la dieta y la salud intestinal: la importancia de la microbiota

Nuestro intestino alberga una comunidad de billones de bacterias, conocida como microbiota intestinal, que juega un papel crucial en nuestra salud. La microbiota intestinal ayuda a:

  • Digerir los alimentos.
  • Produce vitaminas y ácidos grasos de cadena corta.
  • Regula el sistema inmunológico.
  • Protege contra las bacterias patógenas.

Desde el punto de vista de la nutricionista Maite Ibañez “no podemos decir que un alimento favorezca o perjudique la microbiota, si no que, el conjunto de la dieta es lo que favorecerá o perjudicará esta composición de nuestro microbioma”.

Una dieta rica en fibra, como la que se obtiene de las frutas, las verduras, los cereales integrales y las legumbres, puede favorecer el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino. Por el contrario, una dieta rica en grasas saturadas, azúcares y alimentos procesados puede alterar la microbiota intestinal y contribuir al desarrollo de enfermedades.

Por tanto, mantener una dieta saludable y equilibrada es esencial para mantener una microbiota intestinal saludable y, por ende, una buena salud intestinal.

La educación nutricional es esencial para mantener una buena salud y prevenir enfermedades. Nos proporciona las herramientas necesarias para tomar decisiones informadas sobre nuestra alimentación y nos empodera para tomar el control de nuestra salud.

Sin duda, la nutrición es un pilar fundamental de la salud. Una alimentación equilibrada y variada puede ayudarnos a prevenir y tratar numerosas enfermedades, mejorar nuestro rendimiento físico, mantener un peso saludable y fomentar una buena salud intestinal.

Por tanto, es importante que nos eduquemos sobre la nutrición, que aprendamos a leer las etiquetas de los alimentos, que conozcamos los diferentes tipos de nutrientes y cómo afectan a nuestro organismo, y que adoptemos hábitos alimentarios saludables.

Recuerda, tu salud está en tus manos. ¡Cuida tu alimentación y vive una vida saludable!

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