Artículos 09 junio 2023

Dismenorrea: ¿por qué se produce el dolor menstrual y cómo aliviarlo?

Estela Lorenzo Hernando Ginecólogo
Estela Lorenzo Hernando
Ginecólogo

La dismenorrea es el síntoma ginecológico más frecuente. Se estima que en torno al 90% de las mujeres van a padecer dolor menstrual en algún momento de su vida. Esta elevada prevalencia en la población no juega a favor de quién padece las formas más severas ya que habitualmente tiende a normalizarse y en algunos casos, puede ser el síntoma de alarma de alguna patología severa como ocurre con las dismenorreas debidas a endometriosis o adenomiosis.

Sin embargo, contrasta con la poca importancia que se le otorga a este dolor por parte de la sociedad con la merma en la calidad de vida que supone y con las cifras que la definen: su elevada frecuencia y su impacto macroeconómico. Además este dolor menstrual implica un gasto sanitario elevado (fármacos, consultas médicas, etc.) y al mismo tiempo se convierte en una de las grandes causas de absentismo escolar y laboral, reduciendo la productividad de las mujeres que son una parte fundamental de la población activa de los países.

¿Qué es la dismenorrea?

Se denomina dismenorrea al dolor cólico percibido en la parte baja del abdomen que se desencadena de manera cíclica con las menstruaciones.

Tipos de dismenorrea: ¿a qué mujeres afecta?

Se distinguen dos tipos de dismenorrea:

  • Dismenorrea primaria: tras realizar las indagaciones clínicas pertinentes, no se descubre patología que justifique el dolor. En general, aparece desde la primera regla o al poco tiempo de que se produzca. Es típica de las mujeres por debajo de los 25 años. Se inicia justo antes o con el inicio del sangrado. Los cuadros más intensos pueden acompañarse de náuseas, vómitos, diarrea, fatiga e insomnio.
  • Dismenorrea secundaria: existe patología detrás del dolor. La causa más frecuente de dismenorrea secundaria es la endometriosis. Otras causas pueden ser la adenomiosis, la enfermedad inflamatoria pélvica y los miomas uterinos. Suele empeorar con los años (a medida que va avanzando la enfermedad que la causa) y se acompaña de otros síntomas ginecológicos: sangrado menstrual abundante, dolor entre reglas (dolor pélvico crónico), dolor con las relaciones sexuales o con la deposición. Suele ser más frecuente en mujeres por encima de 25 años.
mujeres hablando en sala La mejora en los hábitos de vida se asocia con una menor intensidad de dismenorrea.

¿Qué causa la dismenorrea?

En la génesis del dolor de regla en la dismenorrea primaria es fundamental que exista ovulación, tras la cual se forma el cuerpo lúteo en el ovario que comienza a producir progesterona. Si no hay fecundación, el cuerpo lúteo va degenerando y el nivel de progesterona va cayendo. Este descenso de la progesterona es el evento capital, porque aumenta la capacidad contráctil del útero al aumentar la síntesis prostaglandinas. Estas contracciones del músculo uterino estrangulan los vasos que se encargan de llevar sangre a este órgano y se produce un defecto de irrigación (isquemia) que es el causante del dolor.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico siempre empieza con la información que nos da la paciente acerca de cómo son sus reglas. Algunos datos de la entrevista o la exploración ginecológica nos pueden hacer sospechar de patología asociada. Por ejemplo: un útero grande es sugestivo de miomas uterinos y el dolor con las relaciones o con la deposición pueden asociarse a endometriosis profunda.

El siguiente paso es la ecografía ginecológica. Si todo ello es normal, pero la sospecha de dismenorrea secundaria a endometriosis sigue persistiendo por la gravedad de los síntomas que nos cuenta la paciente, hay indicación de realizar una ecografía de alta resolución. Esta se lleva a cabo con aparatos más potentes y por ecografistas muy experimentados. Con esta técnica se puede evaluar si existe afectación en el aparato genital pero también estudia vejiga, uréteres y recto.

¿Se puede prevenir?

La mejora en los hábitos de vida se asocia con una menor intensidad de dismenorrea. La realización de ejercicio físico mejora la percepción del dolor. Tal y como se indica en el libro Physical activity and exercise for chronic pain in adults: an overview of Cochrane Reviews, existen estudios que demuestran que 3 sesiones de ejercicio a la semana de entre 45 y 60 minutos, reducen el dolor menstrual en un 25% .

Mantenerse en un peso en los límites de la normalidad ayuda a disminuir la cantidad de sangrado durante la menstruación, lo que indirectamente también se relaciona con la dismenorrea.

También es importante mantener una alimentación rica en fibra (fruta, verduras) porque disminuye la absorción intestinal de estrógenos, en omega 3 (pescados, frutos secos) y mantener niveles adecuados de vitamina D. Suplementos de algunos oligoelementos, supervisados por médicos o especialistas en nutrición, pueden aportar beneficios como es el caso del calcio, el magnesio y el zinc, así se especifica en el libro Nutrition in Gynecological Diseases: Current Perspectives.

¿Cómo aliviar el dolor menstrual?

Además de los fármacos, existen ciertas tácticas que pueden ayudar a afrontar el dolor.

  • La primera a considerar es la aplicación de calor en el abdomen: parches, bolsas de agua caliente o sacos de semillas. La calidad de la evidencia no es alta según se expresa en el libro Heat therapy for primary dysmenorrhea: A systematic review and meta-analysis of its effects on pain relief and quality of life. Sin embargo, la experiencia con las pacientes en consulta nos indica que es un remedio válido y sin efectos secundarios.

  • La neuroestimulación eléctrica transcutánea (TENS) puede aportar mejoría para las mujeres con dismenorrea, bien en forma de parches abdominales diseñados para este fin o bien mediante estimulación del nervio tibial posterior con un estimulador y electrodos tras la instrucción de un profesional de la salud, tala y como se indica en el libro: The effect of TENS for pain relief in women with primary dysmenorrhea: a systematic review and meta-analysis.

  • Por último, cabe mencionar el libro Efficacy of Physiotherapy Treatment in Primary Dysmenorrhea que destaca el uso de algunas técnicas de fisioterapia como los ejercicios isométricos, estiramientos o manipulación musculoesquelética los cuales han demostrado su utilidad, si bien la diversidad de tratamientos hace difícil obtener una evidencia científica de calidad.

Tratamiento farmacológico de la dismenorrea

Cuando las medidas de prevención o alivio no son suficientes, los fármacos son el siguiente escalón terapéutico.

  • En primer lugar, se pueden utilizar los antiinflamatorios de uso común (ibuprofeno, naproxeno), que deberían utilizarse de manera sistemática, adelantándose a la aparición del dolor. Son muy efectivos porque reducen la cantidad de prostaglandinas, que son los compuestos que originan las contracciones uterinas que producen el dolor.
  • Si este primer escalón no consigue controlar el síntoma o la paciente desea además un método contraceptivo, se pueden utilizar anticonceptivos hormonales que son muy efectivos porque son anovulatorios, disminuyen la cantidad de sangrado y de prostaglandinas. Pueden ser compuestos de estrógenos y progestágenos o solo de progestágenos. Si todavía persiste el dolor en el periodo de las píldoras de placebo, se puede pasar a una toma continua de las píldoras activas, de tal manera que no se produzca el sangrado sin que se añadan más efectos secundarios por ello.
  • Los fármacos hormonales no orales (parches, anillos vaginales, implantes subdérmicos, DIU de progestágenos etc. son igualmente útiles para la dismenorrea y mejoran el cumplimiento terapéutico así se detalla en el libro Primary Dysmenorrhea Consensus Guideline .

Cuándo acudir al especialista

En general, dos motivos deberían hacer saltar la alarma de estas pacientes y motivarlas a consultar con su ginecólogo:

  1. El dolor es lo suficientemente intenso como para interrumpir la vida de la paciente y disminuir su calidad de vida, obligándola a ausentarse de su actividad habitual (estudios, deporte, trabajo).

  2. Hay sospecha de que pueda existir una endometriosis u otra patología que causa la alteración menstrual. Algunos de los motivos pueden ser:

    • La pérdida de respuesta a medicamentos comunes, la elevada intensidad del dolor, el paso de dolor cíclico a continuo, el dolor con las relaciones sexuales o con la defecación son muy sugestivos de endometriosis tal y como se explica en el libro Conceptos actuales en dolor y endometriosis: diagnóstico y manejo del dolor pélvico crónico.
    • Otro de los síntomas característicos son los problemas de fertilidad asociados a la dismenorrea. Cuando se estudia a las mujeres con problemas para quedarse embarazadas la mitad de ellas va a presentar alguna forma de endometriosis.
    • Un cuarto de las mujeres con endometriosis tienen también períodos abundantes, que requieren cambios de compresa, copa menstrual o tampón muy frecuentes (8,9).
    • Hay antecedentes de endometriosis en la familia.

Cualquiera de estos síntomas de manera aislada pero especialmente cuando se presentan varios a la vez debe preocuparnos lo suficiente como para pedir cita en el ginecólogo. Si quieres saber más sobre la menstruación puedes consultar nuestra completa guía.

La publicación del presente artículo en el Sitio Web de Doctoralia se hace bajo autorización expresa por parte del autor. Todos los contenidos del sitio web se encuentran debidamente protegidos por la normativa de propiedad intelectual e industrial.

El Sitio Web de Doctoralia Internet S.L. no contiene consejos médicos. El contenido de esta página y de los textos, gráficos, imágenes y otro material han sido creados únicamente con propósitos informativos, y no para sustituir consejos, diagnósticos o tratamientos médicos. Ante cualquier duda con respecto a un problema médico consulta con un especialista.


www.doctoralia.es © 2023 - Encuentra tu especialista y pide cita

Nuestra web utiliza cookies.
Sigue navegando si estás de acuerdo con nuestra política de cookies.