La hiperlipidemia abarca un conjunto de alteraciones del metabolismo de las grasas o lípidos. Su característica principal es un aumento de grasa en sangre, principalmente de colesterol y triglicéridos.
El colesterol y los triglicéridos son sustancias necesarias para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. El problema comienza cuando sus niveles en sangre están más elevados de lo normal. Siendo los niveles normales de triglicéridos menos de 150 mg/dl y de colesterol menos de 200 mg/dl.
Cuando hablamos de colesterol nos referimos al colesterol total, pero lo que realmente tenemos que saber es qué cantidad de colesterol bueno tenemos elevada y cuanto de colesterol malo.
Entonces no será lo mismo tener elevado el colesterol LDL que el HDL. Hablaremos hipercolesterolemia cuando está elevado el colesterol total, teniendo en cuenta que esté por encima de sus límites el colesterol LDL y no solo el HDL.
La hipertrigliceridemia es el momento en el que el nivel de triglicéridos se encuentra elevado en sangre. Por último, la hiperlipidemia o hiperlipemia abarca niveles elevados de colesterol LDL y triglicéridos.
La importancia de diagnosticar esta patología radica en sus efectos a largo plazo. Está relacionada con el desarrollo de arteriosclerosis. La arteriosclerosis es la acumulación de grasas en las arterias hasta generar una placa de ateroma. Esta placa provoca el estrechamiento de las arterias, produciendo un bloqueo del flujo sanguíneo que puede derivar en:
Las hiperlipemias pueden presentarse en cualquier edad aunque es más común en adultos de a partir de 50 años.
La prevalencia de hipercolesterolemia en España ha ido aumentando hasta alcanzar el 15,25%. Según las encuestas del Ministerio de Sanidad ‘’La hipercolesterolemia es ligeramente superior en hombres (15,48% frente 15,11%)’’. Además, las hiperlipemias se encuentran entre las 10 enfermedades o problemas de salud que la población de más de 15 años padece.
La alimentación para prevenir/reducir los niveles de colesterol y triglicéridos elevados se basa en una alimentación tipo dieta mediterránea, rica en:
La dieta mediterránea es completa, equilibrada y variada. Además, es conocida por su efecto cardioprotector.
El estudio PREDIMED sobre beneficios de la dieta mediterránea estudió los efectos de la dieta mediterránea sobre la prevención primaria de la enfermedad cardiovascular. Se observó una reducción del riesgo absoluto de 3 eventos cardiovasculares por 1000 personas-año. Los resultados de este estudio son verdaderamente notables y apoyan los beneficios de esta dieta en la reducción de eventos cardiovasculares.
A continuación, se detallan una serie de recomendaciones dietéticas:
o La grasa saturada se encuentra fundamentalmente en el reino animal: carnes grasas, lácteos enteros, embutidos, etc.
Existen muchos alimentos ricos en grasas vegetales (aceite de palma y coco). Ej: bollería industrial, galletas, masas de hojaldre, saladitos, snack y patatas fritas, productos con chocolate.
No dudes en pedir cita con un nutricionista para que pueda ayudarte con tu dieta.
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