Demencia frontotemporal: síntomas y progresión

Según la OMS, actualmente, más de 55 millones de personas tienen demencia en todo el mundo, más del 60% de las cuales viven en países de ingreso mediano y bajo. Cada año, hay casi diez millones de casos nuevos, lo que significa que aparece un nuevo caso cada tres segundos.

La demencia es el resultado de diversas enfermedades y lesiones que afectan al cerebro. Una de las posibles clasificaciones se realiza en función de la recuperación, catalogándose en reversibles (metabólicas, endocrinas, carenciales, etc.) e irreversibles.

Dentro de esta última clasificación entrarían demencias tan conocidas como enfermedad de Alzheimer y, aunque ésta sea la más común y pueda representar entre un 60 y un 70% de los casos, existen otras como la demencia frontotemporal, últimamente más conocida por haber sido el diagnóstico realizado al actor Bruce Willis.

Deterioro cognitivo leve (DCL)

Cursa con un déficit cognitivo superior al esperado para la edad y nivel cultural de la persona, sin que se vean alteradas las actividades de la vida diaria y sin que se cumplan los criterios de demencia.

No todos los casos de DCL conllevan irremediablemente a padecer demencia.

Demencia

Según la OMS, síndrome (generalmente de naturaleza crónica o progresiva) caracterizado por el deterioro de la función cognitiva más allá de lo que podría considerarse una consecuencia del envejecimiento normal.

El deterioro de la función cognitiva suele ir acompañado y, en ocasiones es precedido, por el deterioro del control emocional, el comportamiento social o la motivación.

Prevalencia de la demencia frontotemporal

La demencia frontotemporal tiende a aparecer a una edad más temprana que la enfermedad de Alzheimer, entre los 40 y 65 años, pero también ocurre más adelante, afectando a aproximadamente entre un 10 y un 20% de los casos de demencia, una de cada diez demencias; no habiendo prácticamente diferencia entre la incidencia en hombres y mujeres.

Engloba un grupo de demencias consecuencia de trastornos hereditarios o espontáneos (que ocurren por razones desconocidas) que causan la degeneración del lóbulo frontal y a veces del lóbulo temporal del cerebro. Estas zonas del cerebro se reducen (atrofian) y se pierden neuronas. Dichas zonas están asociadas generalmente con la personalidad y el comportamiento. Esto hace que se diferencie de la enfermedad de Alzheimer al verse menos comprometida la memoria y observando cambios en personalidad, comportamiento y lenguaje.

Síntomas de la demencia frontotemporal

La demencia frontotemporal tiene un inicio insidioso o gradual, en el cual la persona afectada y sus familiares no suelen percibirla, justifican lo que observan o interpretan de otra manera.

Según un artículo de Ana Isabel Moneo y María Cruz Pérez (2022), las manifestaciones clínicas iniciales de la demencia frontotemporal se relacionan con un déficit en funciones ejecutivas, con dificultad en la organización del espacio y la planificación, unido a alteraciones de la personalidad y el afecto (Jameson et al., 2020). Y clasifican la variante conductual, la afasia progresiva primaria de variante semántica, la afasia progresiva primaria de variante no fluente/agramática y la afasia progresiva primaria de variante logopénica.

Los signos y síntomas pueden ser diferentes en cada persona, agrupándose en:

• Cambios en la conducta como conducta social más inapropiada, desinhibición, apatía, pérdida de empatía, conducta compulsiva repetitiva, disminución de la higiene personal, entre otros.
• Los contactos sociales van disminuyendo.
• Problemas del habla y el lenguaje con dificultad para encontrar la palabra adecuada o comprender lenguaje escrito y hablado. El discurso se va haciendo más incoherente.
• Problemas de movimiento a pesar de que la marcha suele ser normal (caídas, afectación de la coordinación, rigidez, etc.).

A diferencia de otras demencias como la enfermedad de Alzheimer, la memoria está relativamente bien conservada, al menos en fases iniciales. Dentro de éstas, podríamos seguir la Escala de Deterioro Global (GDS) empleada con diagnósticos de demencia donde un GDS 1 equivale a un estado normal y GDS 7, al nivel más avanzado, donde existe una dependencia severa a todos los niveles.

Un diagnóstico precoz se hace difícil dada la sintomatología inicial, la cual suele entenderse como sintomatología psiquiátrica. No obstante, existen tratamientos farmacológicos y no farmacológicos que mejoran el cuadro.

Indicaciones

Cómo nos relacionamos y comunicamos puede ser primordial cuando tratamos con una persona diagnosticada con algún tipo de demencia.

• Fomenta su autonomía, acepta sus limitaciones y adáptate flexibilizando su día a día.
• Establece una rutina bien definida.
• Valida lo que siente.
• Respeta y dignifica a la persona que tienes delante.
• No avergüences ni reprendas delante de otros.
• Evita conflictos y enfrentamientos. Comprende su situación y mantén la calma.
• Controla el ambiente. Evita una sobreestimulación, colabora en que el clima sea tranquilo.
• Muestra cariño, se paciente y receptivo.

En la actualidad, se dispone de una amplia información y recursos que pueden ayudarnos tanto a conocer la enfermedad como a darnos pautas para el manejo de las distintas situaciones que pueden darse. Puedes hablar con un psicólogo que te ayude a afrontar esta enfermedad o si lo prefieres puedes consultar nuestra guía sobre cómo comprender la demencia.

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