¿Crees que puedes estar embarazada o estás buscando gestación? Si te encuentras en esta situación, leer este artículo puede resultarte muy útil, ya que el hacerse en casa un test de embarazo suele generar inseguridad, cierta angustia y alguna que otra pregunta. ¿Será demasiado pronto para realizarlo? ¿Saldrá positivo? ¿Lo estaré haciendo bien?
Los dispositivos adquiridos en farmacias para realizar la prueba en casa son test cualitativos, es decir, miden la presencia o no de hormona de embarazo en orina. Se trata de la beta-hCG (gonadotropina coriónica humana) producida por el embrión una vez producida la implantación en el útero. Desde este momento, los valores de beta-hCG irán duplicándose, sin embargo, los primeros días tras la primera falta los niveles de hormona son muy bajos y por tanto indetectables en la prueba de orina.
También es posible detectar y cuantificar los niveles plasmáticos de beta-hCG, con el inconveniente de que es necesaria una analítica sanguínea. La ventaja es que al tratarse de una prueba mucho más sensible y precisa que el test en orina, puede dar positivo con tan sólo 8 a 10 días después de la ovulación.
Las pruebas de uso doméstico más sencillas, y por tanto más baratas, marcan dos rayas cuando el test es POSITIVO. En cambio, si solo marca una raya y has esperado el tiempo recomendado en las instrucciones del test, significa que no estás embarazada. Si no marcase ninguna raya el test no tiene validez.
Ya hay disponibles en el mercado pruebas que dan el resultado digital para que no haya lugar a dudas: te muestran “EMBARAZADA” o “NO EMBARAZADA”. Incluso los hay con indicador orientativo de las semanas de gestación de las que estás; aunque posteriormente esto se tenga que confirmar ecográficamente.
Así que antes de hacerte un test de embarazo en casa, es importante:
Si tienes cualquier duda puedes pedir cita a un ginecólogo.
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