Artículos 16 septiembre 2024

Comprender el trastorno afectivo estacional: síntomas y causas

Mario Olea Caparros Psicólogo, Sexólogo
Mario Olea Caparros
Psicólogo, Sexólogo

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Desde hace varias décadas, el incremento de los trastornos depresivos es cada vez más notable. Actualmente, los trastornos de ansiedad y depresivos son los que más frecuentemente pueden verse en la práctica clínica y uno de los principales motivos de consulta.

Los trastornos depresivos tienen una serie de características que los diferencian de otro tipo de trastornos, siendo la más característica una marcada tristeza y una disminución del interés en las actividades, pudiendo ser la estacionalidad una de las características principales, esto quiere decir, que este estado de ánimo deprimido se da con más frecuencia en otoño-invierno.

El origen de la entidad del trastorno afectivo estacional, viene de la mano del psiquiatra E. Rosenthal en la época de los años 80 quien comenzó a estudiar la estacionalidad en los trastornos depresivos y bipolares, describiendo y acuñando el Trastorno Afectivo Estacional, en el año 1984.

Durante las décadas posteriores, la caracterización del trastorno denominado por Rosenthal ha ido sufriendo diversas modificaciones, considerándose actualmente un especificador para los trastornos depresivos, más que un trastorno con entidad propia.

A continuación, detallaremos las principales características de la estacionalidad en los trastornos depresivos.

Qué es el trastorno afectivo estacional

El trastorno afectivo estacional puede definirse como un conjunto de síntomas como: estado de ánimo triste o deprimido, disminución de interés o placer por actividades, alteraciones del peso y del sueño y fatiga o pérdida de energía. Lo que caracteriza al trastorno afectivo estacional o TAE son que estos síntomas comienzan en otoño-invierno y remiten típicamente en primavera. Esto, en ocasiones, se ha definido como “winter blues” o “tristeza invernal”.

El trastorno afectivo estacional no es cualitativamente diferente al trastorno depresivo mayor, sin embargo, sí tiene una marcada estacionalidad y su presentación está determinada a una época del año concreta, como se ha comentado.

Como continuación, el trastorno afectivo estacional no es una entidad por sí mismo, sino que queda subsumido dentro de los Trastornos del Estado de Ánimo del DSM5 (1). Para poder reconocer que el patrón es estacional, en primer lugar, deben haberse diagnosticado varios episodios depresivos mayores, diagnosticando posteriormente el trastorno depresivo mayor, y, en este caso con su especificador de con patrón estacional.

El rasgo principal del episodio depresivo mayor es un período de tiempo de al menos dos semanas durante el cual existe ánimo depresivo o pérdida del interés o del placer en casi todas las actividades.

El paciente debe experimentar además al menos cuatro síntomas adicionales de una lista que incluye cambios en el apetito o el peso y en la actividad psicomotora, energía disminuida, sentimientos de inutilidad o de culpa, dificultades para pensar, para concentrarse o para tomar decisiones, y pensamientos recurrentes de muerte o ideación suicida, o planes o intentos de suicidio.

El patrón estacional, requiere que, durante al menos 2 años, se hayan repetido los episodios depresivos durante el otoño-invierno y se haya evidenciado una mejora de los síntomas en la época primavera-verano. También es necesario que haya un mayor número de episodios depresivos con patrón estacional que los no estacionales.

A continuación, detallaremos más profundamente cuáles son los síntomas concretos que caracterizan al trastorno afectivo estacional o trastorno depresivo con especificador estacional.

mujer joven gorro cabeza invierno paisaje invernal con nieve Este estado de ánimo deprimido se da con más frecuencia en otoño-invierno.

Síntomas del trastorno

Para poder realizar un buen diagnóstico, es necesario realizar una valoración por el profesional de la salud mental, en la cual, se debe comprobar si el paciente cumple los criterios diagnósticos requeridos. El conjunto de síntomas según el DSM 5 (1) son:

Durante dos semanas han estado presentes:

  1. Cinco (o más) de los síntomas siguientes y al menos uno de los síntomas es (1) estado de ánimo deprimido o (2) pérdida de interés o de placer.
  • Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, casi todos los días, según se desprende de la información subjetiva (p. ej., se siente triste, vacío, sin esperanza) o de la observación por parte de otras personas (p. ej., se le ve lloroso). (Nota: En niños y adolescentes, el estado de ánimo puede ser irritable.)
  • Disminución importante del interés o el placer por todas o casi todas las actividades la mayor parte del día, casi todos los días (como se desprende de la información subjetiva o de la observación).
  • Pérdida importante de peso sin hacer dieta o aumento de peso (p. ej., modificación de más de un 5% del peso corporal en un mes) o disminución o aumento del apetito casi todos los días. (Nota: En los niños, considerar el fracaso para el aumento de peso esperado.)
  • Insomnio o hipersomnia casi todos los días.
  • Agitación o retraso psicomotor casi todos los días (observable por parte de otros, no simplemente la sensación subjetiva de inquietud o de enlentecimiento).
  • Fatiga o pérdida de energía casi todos los días.
  • Sentimiento de inutilidad o culpabilidad excesiva o inapropiada (que puede ser delirante) casi todos los días (no simplemente el autorreproche o culpa por estar enfermo).
  • Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o para tomar decisiones, casi todos los días (a partir de la información subjetiva o de la observación por parte de otras personas).
  • Pensamientos de muerte recurrentes (no sólo miedo a morir), ideas suicidas recurrentes sin un plan determinado, intento de suicidio o un plan específico para llevarlo a cabo.
  1. Los síntomas causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
  2. El episodio no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia o de otra afección médica.

Como hemos comentado anteriormente, el TAE ha quedado recogido como el especificador “con patrón estacional”, que se aplica al trastorno de depresión mayor recurrente, las características principales según el DSM5 (1) son:

  1. Existe una relación temporal regular entre el inicio de los episodios de depresión mayor en el trastorno de depresión mayor y un momento del año particular (p. ej., en otoño o invierno).
  2. Las remisiones totales (o un cambio de depresión mayor a manía o hipomanía) también se producen en un momento del año característico (p. ej., la depresión desaparece en primavera).
  3. En los últimos dos años se han producido dos episodios de depresión mayor que demuestran la relación estacional definida más arriba y episodios de depresión mayor no estacional durante el mismo período.
  4. El número de episodios de depresión mayor estacionales (como se han descrito más arriba) supera notablemente el de episodios de depresión mayor no estacionales que pueden haber sucedido a lo largo de la vida del individuo.

Causas frecuentes

El origen del trastorno es multifactorial. No hay definidos claros determinantes para este patrón estacional, sin embargo, se han propuesto algunos factores que pueden estar relacionados con el Trastorno Afectivo Estacional, como pueden ser:

  • Predisposición genética.
  • Factores culturales (clima, latitud, exposición a la luz solar).
  • Alteración de los ritmos circadianos.
  • Metabolismo de la melatonina.
  • Disminución de neurotransmisores (serotonina, dopamina).
  • Alteraciones hormonales.
  • Sensibilidad retiniana a la luz.

Desde la Universidad de Psiquiatría del Hospital Universitario de Groningen, Mersch et al. (2) encontraron que el trastorno afectivo estacional tiene mayor incidencia en los países nórdicos como Finlandia, Dinamarca, Suecia y Noruega. Lo que les llevó a la conclusión que la exposición a la luz solar es un papel determinante en el trastorno afectivo estacional.

Como se ha venido desarrollando, el trastorno afectivo estacional se propuso en un principio como un trastorno independiente de los trastornos depresivos, sin embargo, las últimas investigaciones y modificaciones en los manuales diagnósticos, han determinado que éste no puede ser considerado como diferente a los trastornos depresivos, sino más bien, que tiene una presentación más marcada en las estaciones de otoño e invierno.

Se ha resaltado la importancia de la exposición a la luz solar y sus beneficios sobre los ritmos circadianos y los neurotransmisores, lo que parece ser determinante para el tratamiento de estos trastornos depresivos concretos. Por lo que los resultados de la fototerapia en los sujetos que presentan este tipo de trastorno con patrón estacional, son prometedores como aportación para la mejora y atenuación de sus síntomas.

En el caso de las diferencias entre la intervención del trastorno depresivo mayor con o sin especificador estacional, la principal diferencia en el tratamiento es la introducción de fototerapia y suplementos de melatonina a los tratamientos de referencia ya empleados, a saber, el tratamiento con psicofármacos y la terapia psicológica.

Por último, cabe destacar la necesidad de continuar la investigación sobre líneas de tratamiento más específicas que para el trastorno depresivo mayor con patrón estacional ya que, al ser las causas ligeramente diferentes a los trastornos depresivos y sus manifestaciones están muy acotadas a una estación concreta, el abordaje tradicional, convenientemente, debería revisarse. Si crees que puedes estar padeciendo este trastorno, pide ayuda a uno de nuestros psicólogos.

Referencias
  • American Psychiatric Association. Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM 5). Washington, DC: American Psychiatric Association 2013.
  • Mersch PP, Middendorp HM, Bouhuys Al, Beersma DG, Van den Hoofdakker RH. Seasonal affective disorder and latitude: a review of the literature. J Affect Disord 1999; 53 (1):3
  • Gatón Moreno, Miren Aiala, González Torres, Miguel Ángel, & Gaviria, Moisés. (2015). Trastornos afectivos estacionales, “winter blues”. Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, 35(126), 367-380. https://dx.doi.org/10.4321/S0211-57352015000200010

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