Cómo ayudar a alguien que está pasando por un proceso de duelo

A la hora de pensar en el duelo hacemos mención a la pérdida real o imaginaria de un ser querido o equivalente. Esto significa que frente a la sensación de pérdida de algo amado, ya sea una persona o abstracción (idea, patria, estatus, etc.), las personas entramos en lo que se denomina un proceso de duelo. Esto nos permite digerir y tramitar la pérdida considerándolo habitualmente como un proceso saludable que suele acontecer durante el año que prosigue a la pérdida.

Durante este proceso la persona experimenta distintos estados de ánimo, atravesando fases (negación, ira, negociación, depresión y aceptación) que forman parte de un proceso natural que permite afrontar, asumir y elaborar la pérdida.

Durante el proceso de duelo la persona siente que “algo” ha perdido no solamente aquello que siente que ya no está, sino con ello algo de sí mismo.

Conviene tener en cuenta no solo lo real de lo que se ha perdido sino la pérdida subjetiva, es decir lo que con ello la persona siente que ha perdido como puede ser su propio recuerdo, cómo le hacía sentir eso, la relación que tenía, la que le hubiese gustado tener, etc.

En este punto conviene identificar cómo de controvertido ha quedado el Yo con la pérdida ya que puede hacerlo de forma parcial o total lo que marcará la intensidad y amplitud con la que puedan quedar afectadas las áreas de su vida, es decir su cotidianidad, sus relaciones, su productividad en lo laboral, su deseo sexual, etc.

Frente a la muerte de un ser querido

Frente al fallecimiento de un ser querido, se pone en juego los sentimientos de ambivalencia que se tenía con la persona, la pérdida de no poder volverse a sentir como cuando esa persona estaba, se reactivará el miedo al abandono, confrontando incluso el miedo a la propia muerte. Siendo la muerte algo difícil de poder pensar, imaginar o simbolizar generando un estado de angustia que puede ir invadiendo otros espacios de la vida de la persona que afecten a su relación con el entorno.

Frente a la ruptura sentimental

Frente a la ruptura de la pareja se pierde una sensación, un proyecto, una imagen de uno mismo, que conviene ir apalabrando y pudiendo recuperar. La persona siente que ha quedado controvertido su propio concepto de ella misma, su mundo emocional, la confianza en otros, las sensaciones más primarias de pérdida y abandono, etc. Para ello la persona necesitará hacer una retirada de energía depositándola en su yo interno lo que durante un tiempo podría generar la necesidad de distanciarse de su entorno.

Desde ahí conviene contar con un espacio profesional de confianza y seguridad terapéutico para poder nombrar los sentimientos de ambivalencia que se han tenido respecto a uno mismo y a la persona amada, lo vivido y sentido, poder reconocerlo para integrarlo como parte de uno mismo y de su propia historia.

¿Cómo ayudar a alguien que está pasando un duelo?

Durante el proceso de duelo, la persona necesita invertir su energía en sí mismo recordando, apalabrando, resituando sus pensamientos, recuerdos sensaciones y sentimientos respecto a sí mismo y lo que percibe que ha perdido. Esto hace que en ocasiones las personas del entorno no vean el modo de cómo ayudar ya que más allá de su buena voluntad, no podrán acompañar este proceso.

De esta manera la persona tendrá que apalabrar, identificar, resituar, asumir lo perdido recuperando parte de la energía que invirtió en ello para poder depositarla de nuevo en otras personas, ideas, o proyectos.

Por ello se recomienda contar con un espacio profesional terapéutico en el que la persona con ayuda de un psicólogo pueda ir desplegando y transitando su duelo permitiendo que su yo interno se vea fortalecido, recuperando el interés, la energía y la ilusión por la que volver a sentirse vivo. Además también puedes consultar nuestra guía “El camino hacia el duelo” para resolver todas las dudas que tengas.

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