Actualmente, el término de psicosis hace referencia a un conjunto muy amplio de síntomas. Para poder entenderlo, voy a utilizar una comparación de “ir por casa”:
Cuando las personas tenemos fiebre, nos encontramos mal y nuestra vida se ve afectada. La fiebre es un síntoma que nos está alertando de que algo no va bien en nuestro organismo, es como una alarma que nos avisa de algún problema, por ejemplo: una infección de anginas, catarros, gripe, etc.
Pues bien, la psicosis es otro conjunto de síntomas que nos están alertando de que algo no va bien en nuestro organismo y que debemos buscar la causa que está provocando estos síntomas. Por ejemplo: trastorno psicótico breve, trastorno delirante, trastorno psicótico inducido por sustancias, esquizofrenia, trastorno bipolar, trastorno psicótico debido a enfermedad, etc.
La CIAP2 (Clasificación Internacional de la Atención Primaria), informa que el conjunto de psicosis afecta al 1,2% de la población.
Actualmente, no se puede hablar de una sola causa que provoque la psicosis, sino que debemos hacer referencia a “una combinación compleja de riesgos genéticos, diferencias en el desarrollo del cerebro y exposición a factores estresantes o traumáticos” (NIMH, 2023).
Atendiendo a las causas anteriormente expuestas, las psicosis se pueden clasificar de dos formas:
Psicosis orgánica: debido a enfermedades propias de la vejez, diferencias en el desarrollo del cerebro, al uso de ciertos medicamentos, alcohol y drogas, a infecciones del sistema nervioso y problemas vasculares.
Psicosis no orgánica: debido a la presencia de vulnerabilidad genética, que al exponerse a diferentes factores ambientales (estrés, falta de sueño, traumas, etc.) pueden precipitar una psicosis.
La CIAP2, clasifica la psicosis en base a 3 códigos: psicosis afectiva, esquizofrenia, otras psicosis y un código para denotar las psicosis orgánicas.
Para concluir, permítanme hacer referencia de nuevo a la comparación utilizada en la introducción: hay ocasiones en las que las personas tenemos fiebre y sin embargo esta desaparece y no nos llegan a diagnosticar ninguna enfermedad. Pues bien, en ocasiones esto también ocurre con la psicosis, ya que ha habido personas que han tenido psicosis y no se les ha llegado a diagnosticar ninguna enfermedad mental.
Finalmente, recuerda la importancia de acudir a un psicólogo si sospechas que puedes haber sufrido un episodio psicótico, ya que la detección temprana de este problema al igual que en cualquier otra enfermedad, favorece un buen desarrollo de la misma.
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