El término de autofagia fue acuñado por Christian de Duve al descubrir los lisosomas. Se dió cuenta de que estos orgánulos reciclaban partes de la célula que estaban dañadas o no eran necesarias, y las reciclaban para dar otras moléculas funcionales.
En este sentido, podríamos decir que la célula se alimenta de sus partes dañadas, donde apareció el término autofagia. Es un proceso natural de las células en el cual se reciclan sus partes.
Entre los mecanismos de nuestro organismo para eliminar células dañadas, que son perjudiciales para nuestro correcto funcionamiento, se encuentra la ‘’apoptosis’’. La apoptosis es la muerte celular programada y controlada, que se produce para no dañar al resto de sistemas o tejidos. Por otro lado, la senescencia, es el proceso en el que la célula que ha vivido varias divisiones celulares, deja de dividirse a modo de precaución para no generar células hijas dañadas o con errores en su ADN.
La autofagia es un proceso alternativo en el que se sacrifican partes de la célula para que pueda continuar viviendo. Existen dos tipos de autofagia:
La autofagia es necesaria para la supervivencia de todos los mamíferos. Se produce para eliminar partes de la célula que ya no sirven o que resultan perjudiciales para nuestra salud. Además, estos desechos se aprovechan para producir energía y sobrevivir en condiciones adversas.
La autofagia tiene numerosos beneficios, ya que sin ella, acumularíamos sustancias de desecho en nuestro organismo, llegando a provocar problemas importantes de salud.
Entre los beneficios de la autofagia encontramos:
Existe una relación entre autofagia y ayuno intermitente, activando este el proceso de autofagia en distintos tejidos y dependiendo de la situación.
Sabemos que el ayuno tiene ciertos beneficios en nuestra salud: reduce el riesgo de padecer ciertas enfermedades como la diabetes tipo II, dislipemias, hipertensión y obesidad. También hay evidencia de beneficios en enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer.
No se sabe con total certeza qué papel juega la autofagia en el ayuno intermitente, pero tendrá un papel en los resultados positivos que hemos mencionado.
El ayuno intermitente consiste en no tomar ningún tipo de alimento sólido durante un periodo de tiempo determinado, que pueden ser horas o días.
La autofagia no aparece de repente tras hacer un ayuno de forma puntual. La autofagia aparece poco a poco, tras practicar algún tipo de ayuno durante un tiempo.
El proceso de autofagia comenzará cuando llevemos algún tiempo practicando algún tipo de ayuno. Este tiempo dependerá del tipo de ayuno y del metabolismo de cada persona.
No se sabe con exactitud cuánta cantidad de alimento rompe el ayuno, si sabemos que una pequeña cantidad no haría que se detuviese la autofagia ni sus beneficios.
Los hidratos de carbono y los aminoácidos de las proteínas son los candidatos con más facilidad para parar el proceso de autofagia, y la grasas el que menos.
Si decidimos realizar un ayuno de 24h podemos tomar algunos de los siguientes líquidos:
Consulta con un nutricionista si tienes dudas o quieres empezar a realizar el ayuno intermitente.
La publicación del presente artículo en el Sitio Web de Doctoralia se hace bajo autorización expresa por parte del autor. Todos los contenidos del sitio web se encuentran debidamente protegidos por la normativa de propiedad intelectual e industrial.
El Sitio Web de Doctoralia Internet S.L. no contiene consejos médicos. El contenido de esta página y de los textos, gráficos, imágenes y otro material han sido creados únicamente con propósitos informativos, y no para sustituir consejos, diagnósticos o tratamientos médicos. Ante cualquier duda con respecto a un problema médico consulta con un especialista.