El trastorno del espectro autista (TEA) es un cuadro clínico del neurodesarrollo, que comienza a detectarse en los primeros años de vida. Poco a poco se va averiguando que las causas son genéticas, pero la influencia del entorno y vivencias del afectado son una variable de mucho peso, existiendo por tanto también mucha variabilidad fenotípica (cómo se manifiesta en funcionamiento y conducta).
Al hablar de espectro, se hace referencia a una presentación y gravedad de los síntomas en las personas muy variable, razón por la que en muchas ocasiones es difícil la detección y el diagnóstico. Se puede diagnosticar y tratar a cualquier edad, pero lo deseable e indicado es que se haga de forma temprana.
A pesar de la variabilidad en la sintomatología hay tres aspectos nucleares que aparecen en un porcentaje elevado de casos y que se mantienen constantes a lo largo de la vida de un afectado por TEA, porque es un cuadro que tiene un curso crónico. A continuación, aparece en cursiva cómo puede ser observado desde fuera ese aspecto y por tanto signo de alarma:
El TEA puede cursar con DI (discapacidad intelectual) y que aparezcan otros cuadros comórbidos como TDAH,TOC, la Depresión, cuadro de Ansiedad , y episodios psicóticos transitorios entre otros.
El diagnóstico de TEA es complejo y nunca debe ser presuntivo o “a ojo” o hecho por profesionales inadecuados, sino que debe estar sustentado por entrevistas clínicas y pruebas o test psicológicos, porque hacer un mal diagnóstico, falso diagnóstico o dejar sin diagnóstico a un niño, hará que no tenga el tratamiento adecuado y adaptado de forma individual.
En el caso de no disponer de diagnóstico previo, es necesario considerar si el paciente es un jóven en su transición a la edad adulta (16 a 25 años aproximadamente), o es un adulto (> 25 años) pues aunque el procedimiento para el diagnóstico es similar, la intervención será diferente según esta distinción etaria.
A nivel psicológico es preceptivo hacer un diagnóstico diferencial, descartando que los síntomas no correspondan a otros cuadros como:
Los resultados de esta evaluación, plasmados en un Informe Psicológico son indispensables para solicitar la discapacidad, si aún no dispone de ella.
Dado que es probable que junto con en cuadro TEA, existan otros cuadros asociados, la terapia combinada con medicación suele ser necesaria en muchos casos.
En cuanto al tratamiento de psicoterapia con el psicólogo, la intervención debe ser individual y multicomponente (técnicas conductuales, cognitivo-conductuales, intervención familiar, etc.). Es importante que la intervención esté hecha a medida para y con el paciente, en función del diagnóstico que ese psicólogo haya efectuado en base a:
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