El trastorno por ansiedad generalizada es un trastorno mental caracterizado por una preocupación. Esa preocupación que tenemos hace que en todo momento aparezca en nuestra cabeza con el fin de encontrarle una solución, la cual nos es difícil encontrar ya que ese tipo de preocupaciones, a veces, las causan pensamientos pasados y el pasado es muy difícil cambiarlo, o pensamientos futuros y el futuro es muy difícil adivinarlo.
Esa preocupación que nos genera el trastorno por ansiedad generalizada, nos va a activar emociones negativas, como pueden ser: el miedo, la ira o la tristeza y esas emociones se van a expresar en nuestro cuerpo con diferentes sintomatologías tanto físicas como emocionales.
Los síntomas más comunes de la ansiedad son:
No todas las personas sienten todos estos síntomas, algunas solo sufren algunos de ellos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que alrededor del 3,6% de la población mundial sufre de trastorno de ansiedad generalizada.
Según el DSM-5, existe una mayor incidencia del trastorno de ansiedad generalizada en mujeres que en hombres. Se estima que la prevalencia en mujeres es del 4,4%, mientras que en hombres es del 2%.
El trastorno de ansiedad generalizada puede ir asociado con otros trastornos mentales, como pueden ser la depresión, las fobias, los trastornos de sueño, el trastorno de pánico y los trastornos de estrés postraumático.
El trastorno de ansiedad generalizada produce un gran impacto en nuestra calidad de vida (laboral, familiar, social…), ya que nos infiere en las tareas de nuestra vida cotidiana, produciendo un malestar continuado.
La ansiedad generalizada puede ser el resultado de una combinación de factores genéticos, químicos y ambientales, ya que personas que tengan antecedentes familiares tienen mayor predisposición para desarrollarla. El estrés crónico o estrés continuado también puede ser un desencadenante de un trastorno por ansiedad generalizada.
El diagnóstico del trastorno de ansiedad generalizada implica la evaluación de la sintomatología que estamos sufriendo, para ello es necesaria la evaluación de un profesional de la salud mental.
Los criterios de diagnóstico que los profesionales de la salud mental utilizan están establecidos en el Manual de Diagnósticos y Estadísticos de los Trastornos Mentales (DSM-5) y de esta manera poder determinar si los síntomas cumplen con los requisitos necesarios.
El tratamiento sobre la ansiedad generalizada puede incluir una combinación de enfoques terapéuticos e incluso en algunos casos, la medicación.
Los tratamientos basados en terapias cognitivo-conductuales, se consideran de las más efectivas para ayudar a identificar la preocupación, los síntomas y modificar los patrones de pensamientos negativos y comportamientos desadaptativos.
En los casos de necesitar medicación es competencia de psiquiatría que realice una estudio para la utilización de psicofármacos cuyos efectos secundarios sean los mínimos.
Si bien la prevención para casos de trastorno de ansiedad generalizada en muchas ocasiones es difícil de prevenir, si podemos, mantener un estilo de vida saludable que incluya:
Debemos recordar que los primeros auxilios psicológicos son ayudas momentáneas, que lo recomendable sería acudir a un psicólogo que nos ayude a buscar una solución a nuestro problema identificando correctamente el origen que causa nuestra ansiedad. También puedes consultar nuestra guía sobre cómo reconocer, controlar y superar la ansiedad y resolver cualquier duda que tengas.
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