Ansiedad en el embarazo: ¿cómo afrontar las preocupaciones?

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La ansiedad es una reacción de alerta ante situaciones percibidas como amenazantes o peligrosas. En estos contextos tiene una función adaptativa, ya que nos ayuda a prepararnos, bien para hacer frente a la situación o bien para escapar de ella.

En nuestra vida se pueden manifestar cambios importantes como la llegada de un bebé. Aquí la ansiedad es adaptativa en la medida en la que nos ayuda a aceptar y afrontar esta nueva realidad. Sin embargo, si se activa desproporcionadamente, muy frecuentemente o de forma prolongada puede generar problemas de salud mental y física.

Es un problema de gran importancia si tenemos en cuenta que en la revisión sistemática y meta análisis realizada por Dennis et al. (2017) se encontró una prevalencia de síntomas de ansiedad del 22,9% en los tres trimestres.

Causas de la ansiedad en en el embarazo

Algunos de los factores que facilitan la aparición de ansiedad son:

• Embarazo precoz.
• Factores médicos como enfermedades médicas o fumar.
• Primer embarazo.
• Embarazo de riesgo.
• Partos previos complicados.
• Dificultad para quedarse embarazada.
• Abortos previos o eventos estresantes como podría ser la ausencia de apoyo social.

El estudio de los factores asociados a la ansiedad y manejo del estrés en el embarazo es muy importante, ya que se ha encontrado que el estrés y la ansiedad son factores que predicen un parto complicado.

Síntomas de la ansiedad en el embarazo:

Los síntomas de la ansiedad pueden ser muy diversos y variados, por lo que aquí mencionaremos solo algunos de los más frecuentes:

• Preocupación general que puede generar tensión o alerta durante la mayor parte del día.
• Rumiaciones en forma de imágenes o pensamientos o intrusivos: la evitación es una respuesta frecuente ante situaciones estresantes, pero paradójicamente se asocia a una mayor aparición de estos pensamientos recurrentes, que hacen que aunque intentemos huir del problema lo mantenemos en la cabeza de forma constante. Según la revisión meta–analítica de Suls y Fletcher (1985) se concluyó que la confrontación es más eficaz a medio y largo plazo.
• Dificultad para dormir, insomnio y pesadillas: son la consecuencia de los pensamientos intrusivos que nos dejan en un estado de vigilancia y preocupación donde el descanso es todo un reto.
• Irritabilidad, cambios de humor o llanto frecuente.
• Sensación de nerviosismo, inquietud, agitación o impaciencia: no es de extrañar que como consecuencia a este estado haya también una dificultad a la hora de concentrarse, de recordar cualquier cosa o de tomar decisiones.
• Palpitaciones, taquicardia, sudoración, temblores, mareos, respiración acelerada o falta de aire.
• Náuseas, vómitos, diarrea o estreñimiento.
• Dolores musculares, dolor de cabeza o espalda.

Preocupaciones comunes durante el embarazo

Podemos mencionar una serie de preocupaciones y temores específicos durante el embarazo como:

• Miedo a la incompetencia como madre: aquí se juega la exigencia propia y social de tener que ser “buena madre”.
• Dolor después del parto.
• Pérdida de la vida propia y del bebe.
• Posibles problemas en relación a la salud del bebe.
• Preocupaciones por los cambios físicos, personales y en relación a la pareja: son muchos los miedos en relación a la falta de libertad y al aumento de la responsabilidad.

Recomendaciones

Vamos a mencionar algunas de las recomendaciones más importantes para abordar este problemas, teniendo siempre en cuenta la importancia de buscar a un profesional si sentimos que se nos va de las manos y necesitamos una ayuda más personalizada:

• Hablarlo y buscar apoyo: una parte importante de poder hablarlo es que con ello podemos empezar a validar lo que sentimos en vez de castigarnos por ello. Una vez que reconocemos lo que nos está pasando podemos pedir ayuda y apoyo.

El apoyo social está directamente relacionado con formas de afrontamiento más adaptativas, disminuyendo el impacto del estrés y la ansiedad. Ayuda también a una mayor regulación de las emociones al poder expresar en profundidad las mismas.

• Afrontamiento de los síntomas: huir de ellos no hace más que fomentar los pensamientos intrusivos y el malestar. Aunque a veces da miedo mirar de frente aquello que nos duele, es importante hacerlo para conocernos y dar salida a nuestro malestar de una forma sana.
• Tomar decisiones: si nos dejamos invadir por el miedo podemos entrar en una parálisis donde solo actuaremos una vez sintamos la seguridad de que todo saldrá como nos gustaría, entrando en una situación sin resolución. A veces es de ayuda pasar directamente a tomar una decisión.
• Poner límites: debemos cuidar el hecho de tener un espacio donde permitirnos nuestras propias emociones y decisiones, y si para ello hay que poner límites a demandas externas, bienvenido sea.
• Estilo de vida saludable: la realización de ejercicio, evitar sustancias estimulantes y mantener las actividades de ocio, ayuda a prevenir y reducir la ansiedad.
• La práctica de alguna actividad que nos lleve al presente como la meditación o el mindfulness: las intervenciones basadas en mindfulness de al menos seis semanas disminuyen la sintomatología ansiosa. Este tipo de prácticas además nos ayudan a soltar el control de lo que no podemos y a darnos espacio para sentir lo que es.

Se ha demostrado que la ansiedad durante el embarazo es importante a la hora de predecir el resultado del parto, los cambios neuroendocrinos durante el embarazo, y los futuros problemas psicológicos de la madre.

Por eso es de gran importancia contar con recursos donde afrontar la situación de cambio que supone la llegada de un nuevo miembro a la familia, así como aceptar nuestras limitaciones para vivir esta nueva etapa de una forma respetuosa con nosotras mismas donde no tenemos que poder con todo, y donde podemos pedir ayuda para rodearnos de personas que nos sirvan de apoyo.

Supone aceptar esta nueva realidad desligando de las idealizaciones puestas en ella, para dar paso a una situación donde no solo tiene cabida nuestro bebe, sino también nuestra necesidad y bienestar.

También es importante remarcar la necesidad de seguir estudiando este periodo en las mujeres, poniendo en valor la salud psicológica y física de las mismas, pues encontramos escasos estudios al respecto, en relación a la gran importancia que tiene. Si tienes dudas puedes consultar nuestra guía: Desvelando el impacto psicológico del embarazo: Un análisis en profundidad con ideas clave. No dudes en pedir cita con un psicólogo para que pueda ayudarte en todo lo que necesites.

Referencias

• Rini, Dunkel–Schetter, Wadhwa y Sandman, 1999.
• Huizink et al., 2004
• López, M., Fernández, I., Páez, D., Ortiz, A. Alvarado, R. 2001
• Zemestani M. el al, 2019

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