Una fisura anal es un pequeño desgarro en la mucosa que recubre el ano. Las fisuras anales suelen provocar dolores y sangrado durante la evacuación intestinal.
La fisura anal es una enfermedad relativamente frecuente, se estima que en torno al 5-10% de la población la ha padecido en algún momento de su vida. Se pueden presentar a cualquier edad ,pero es muy habitual en bebés y en menor medida en niños o adultos jóvenes . Por sexos es hasta 4 veces más común en mujeres.
Suelen identificarse por dolor que puede ser intenso al evacuar, aparecer sangre roja brillante en las heces o el papel higiénico tras la deposición. A veces la grieta es visible en el ano o hay una pequeña cicatriz.
Aunque no se han demostrado todos los factores que intervienen en la formación de una fisura anal , la inmensa mayoría de los casos están relacionadas con:
La mayoría de las fisuras anales mejoran con tratamientos simples, como una mayor ingesta de fibra o baños de asiento. Algunas personas con fisura podrían necesitar medicamentos (cremas tópicas) o en ocasiones excepcionales cirugía.
No obstante se desconoce por qué algunas fisuras anales cicatrizan rápidamente sin dejar secuelas, y otras, tienden a la cronicidad con gran sintomatología.
Por contra las fístulas anales son más graves e infrecuentes .
En el caso de una fístula se produce una conducción (túnel) entre el interior del ano o el recto y la piel alrededor del ano. Estas son generalmente resultado de una infección en una glándula anal que se ha vuelto crónica y ha formado un pasaje anormal. Las fístulas anales pueden causar dolor, inflamación, secreción de pus y, a veces, sangrado.
La tasa de prevalencia oscila entre territorios pero se estima a nivel global en torno a menos de 5 casos por cada 10.000 personas y en este caso es más frecuente en hombres.
Las causas más comunes de las fístulas anales incluyen:
El tratamiento de una fístula anal generalmente implica cirugía para drenar la infección y cerrar el pasaje anormal. La cirugía puede variar en complejidad según la ubicación y la extensión.
Alimentos con un efecto irritativo para el intestino, como:
Dado que las fisuras anales están estrechamente relacionadas con el estreñimiento, las recomendaciones nutricionales van encaminadas a combatirlo.
En primer lugar hay que asegurar una ingesta adecuada de fibra y líquidos. Se aconseja un consumo de 25 a 35g de fibra de diferentes fuentes. Es importante tener en cuenta que siempre que se aumenta el consumo de fibra, sea a través de la alimentación o de un suplemento, es necesario aumentar también la ingesta de agua y líquidos, porque para que la fibra realice su función de aumentar el volumen y ablandar necesita absorber agua, de lo contrario podría llegar a producirse el efecto contrario.
En algunos casos es beneficioso la suplementación de fibra soluble como plantago ovata o Psyllum por su efecto voluminizador y ablandador del bolo fecal.
Diariamente:
Semanalmente:
En tercer lugar se recomienda ingerir alimentos que potencien la secreción de bilis. El hígado segrega bilis para ayudar a realizar la digestión en el intestino y ésta tiene un efecto laxante. Los alimentos que ayudan a conseguirlo son:
Por ultimo lugar y muy importante realizar actividad física de manera regular mejora el tránsito intestinal. Consulta a un nutricionista si necesitas ayuda.
La publicación del presente artículo en el Sitio Web de Doctoralia se hace bajo autorización expresa por parte del autor. Todos los contenidos del sitio web se encuentran debidamente protegidos por la normativa de propiedad intelectual e industrial.
El Sitio Web de Doctoralia Internet S.L. no contiene consejos médicos. El contenido de esta página y de los textos, gráficos, imágenes y otro material han sido creados únicamente con propósitos informativos, y no para sustituir consejos, diagnósticos o tratamientos médicos. Ante cualquier duda con respecto a un problema médico consulta con un especialista.