El acoso escolar o bullying infantil: cómo detectar un posible caso y qué hacer

Según el Ministerio de Educación y Formación Profesional indican que el 9,53% del alumnado señala haberse sentido acosado y un 9,2% haber sufrido ciberacoso. Por otra parte, el 4,58% admite haber acosado alguna vez a un compañero y el 4,62% haber ciberacosado a una persona. Entre las familias, el 7,7% afirma que cree que su hijo ha sido acosado.

Cuando han presenciado una situación de acoso, el 30,9% de los alumnos y alumnas indica habérselo comunicado a un profesor, el 20,17% a un familiar y el 14,8% a un compañero. El 9,83% señala haberse enfrentado al acosador y el 7,17% no supo qué hacer.

Por otra parte, el 55,1% de los equipos directivos y el 51,8% de los integrantes de estructuras de orientación entrevistados señalan que sus centros cuentan con programas de Mediación Escolar y el 37,1% y 33,7% respectivamente señalan que cuentan con programa de Alumnado Ayudante de Convivencia.

¿Qué es el acoso escolar?

La Fundación ANAR indica que hablamos de acoso escolar “varios/as tienen hacia ti conductas negativas. Estas conductas pueden ser: insultos, chantajes, amenazas, difundir rumores sobre ti, ignorarte, robarte cosas o agredirte físicamente. Además, este tipo de actuaciones no ocurren de forma puntual, sino que son frecuentes y se alargan en el tiempo.”

El acoso escolar puede tener lugar tanto dentro como fuera del centro escolar o instituto. Asimismo, en los últimos años se ha producido un tipo de acoso escolar a través de medios telemáticos (empleando redes sociales, mediante mensajes que contienen amenazas a través del móvil…) conocido como el ciberbullying.

En el acoso escolar podemos diferenciar distintos tipos de protagonistas:

• Víctima: suele ser un perfil de autoestima baja y que muestra gran inseguridad. Muestra dificultades en sus relaciones sociales. Pueden tener un entorno familiar sobreprotector.
• Acosador: se caracteriza por la falta de empatía y ausencia de culpa. Justifica la violencia. Tiene una baja tolerancia a la frustración y una gran necesidad de poder. Suelen ser impulsivos y tener una única visión de la realidad. Es importante intervenir con ellos ya que este comportamiento puede deberse a que también están siendo víctimas de algún tipo de maltrato o que poseen problemas emocionales que no están sabiendo gestionar de manera adecuada.
• Espectadores: se mantienen indiferentes y permisivos ante las acciones del acosador o favorecen el acto desde la risa ante dichos actos.

Cada uno de ellos tiene un papel importante para evitar el bullying.

Síntomas de bullying infantil

Existe una gran variedad de señales de alerta que apuntan que una persona se encuentra involucrada en una situación de acoso escolar. Es importante conocer dichas señales para poder actuar frente al acoso escolar ya que no todos los niños piden ayuda cuando lo están sufriendo.

Algunas de las señales que podemos identificar en un acoso son las siguientes:

• Lesiones producidas por causas desconocidas.
• Pérdida de posesiones como juguetes, material escolar, ropa…
• Frecuentes dolores de cabeza o estómago, mostrando con recurrencia malestar o simulación de enfermedad.
• Cambios en el apetito. Pueden mostrar ausencia de hambre o atracones con la comida.
• Alteraciones en el rendimiento académico, disminución de la motivación y reticencia par acudir al colegio.
• Alteraciones en el sueño, dificultad para conciliarlo y pesadillas recurrentes.
• Tendencia al aislamiento social.
• Baja autoestima, sentimiento de indefensión.
• Autolesiones.
• Cambios de actitud y conducta.

Causas del acoso escolar

Numerosas investigaciones muestran cómo los niños y adolescentes aprenden la agresión de los adultos u otros menores mediante la observación e imitación.

Además, para que la conducta agresiva se mantenga es necesario que esté siendo reforzada de algún modo por el entorno. Ya que en caso de ser rechazada por sus iguales la conducta de acoso desaparecería. Es por ello que algunas de las propuestas educativas contra el bullying más exitosas están centradas en el papel del entorno y de los espectadores de dicho acoso.

Los valores culturales tienen un papel fundamental para fomentar o disminuir la agresión.

Las causas del bullying son un conjunto de mezcla de factores emocionales e instrumentales:

• Como se ha comentado anteriormente es común que el acosador muestre una baja tolerancia a la frustración, dificultad de controlar impulsos y una alta activación emocional. De este modo emplea la agresión como una forma de liberación de dichas emociones. Mostrando una falta de herramientas en la gestión emocional.
• Como factor instrumental identificamos un potente beneficio social y posición de poder en el grupo.

¿Cómo hacer frente al acoso escolar?

Actividades para evitar situaciones de acoso escolar

La prevención tiene un papel fundamental en la reducción del acoso. Para ello las estrategias de prevención deben ir dirigidas a:

• La reducción de la incidencia. Identificar cuáles son los factores de riesgo que están generando dichos casos y actuar sobre ellos. Pueden realizarse talleres para padres sobre la sensibilización acerca del maltrato infantil, talleres psicoeducativos para padres acerca de modelos educativos adecuados, etc. Además, tiene un papel muy relevante la educación emocional que reciben los niños. Implementar en el colegio talleres para los niños adaptados a su edad que les proporcionen herramientas para gestionar sus emociones, expresarlas, herramientas de resolución de conflictos y el establecimiento de límites.
• La prevención además debe ir orientada a la reducción de casos. Llevar a cabo actuaciones que dificulten el mantenimiento del acoso. Es necesario una comunicación fluida entre las familias y el profesorado del centro escolar.

Recomendaciones generales

Ante una situación en la que el menor expresa que está sufriendo bullying o acoso escolar puedes:

• Fomentar la comunicación: háblale abiertamente, que vea que está en un entorno seguro para expresar cómo se está sintiendo
• Dar apoyo incondicional: debe sentir que está siendo apoyado, que no se encuentra solo.
• Resaltar las virtudes del menor: frente al acoso y su consecuente baja autoestima es importante ayudarle a focalizar la atención en las cosas positivas que tiene. Ayudarle a poder identificarlas es una labor necesaria como adulto.
• No hacer juicios, validar sus emociones: deja claro que no es que él tenga un problema, no tiene por qué sentirse culpable. Evitar pedirle explicaciones por no haberlo contado antes o no haber podido frenarlo. Validar cómo se siente mediante una escucha activa, creando un espacio seguro en el que pueda expresarse.
• Involucrar a todas las partes implicadas: las medidas que se tomen tienen que estar consensuadas por padres, centro educativo y menor. Este último se tiene que sentir integrado dentro de las soluciones.

El acoso escolar es un problema que se lleva a cabo en nuestra sociedad ocasionado por diferentes factores. Esta problemática, entre otras cosas, se mantiene por un gran reforzador social.

Como adultos nos corresponde estar atentos a las señales que pueden manifestar los niños de estar sufriendo bullying o estar llevándolo a cabo. Tomar medidas de prevención proporcionando a los niños una mayor educación emocional y formación para padres y profesores se pueden reducir el número de casos.

Debemos crear un espacio de confianza y seguridad en el que puedan los niños expresar cómo se sienten y qué está ocurriendo. Una vez identificado un caso de bullying se deben tomar medidas con las diferentes personas involucradas en el caso para lograr que desaparezca.

Los casos de acoso pueden ocasionar mucho daño emocional tanto a los niños como a sus seres queridos. Además de tomar medidas para acabar con el acoso puede servir de gran apoyo y tener un papel relevante la intervención psicológica. Si necesitas ayuda para hacer frente a una situación de acoso escolar puedes pedir cita con un psicólogo.

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