Mi hijo de 14 años tiene un comportamiento muy extraño, esta agresivo, aislado, hemos conseguido hablar

8 respuestas
Mi hijo de 14 años tiene un comportamiento muy extraño, esta agresivo, aislado, hemos conseguido hablar con él y me ha comentado que no es capaz de controlar su ira y su rabia y desea hacerlo, ¿Como podemos ayudarle?
Acuda a un profesional que sea especialista en diagnóstico y tratamiento de los problemas psíquicos en la adolescencia.

Antes de hacer cualquier sugerencia, lo primero es diagnosticar y plantear una estrategia para el caso de su hijo.

Un saludo y mucha suerte.

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Podéis ayudarle procurando que acceda a un tratamiento psicológico para este problema.
Parece que se trata de un déficit en el control de la ira, esto a su vez puede formar parte de otro problema o ser específicamente este, en cualquier caso hay muy buenos tratamientos psicológicos para el problema.
Es buena señal que reconozca esta dificultad con lo que podéis hacerle ver que necesita aprender como controlar su ira.
El tratamiento, depende del análisis de lo que esta ocurriendo y como se mantiene el problema, normalmente se basa en aprender relajación profunda, identificar los pensamientos y las situaciones que desencadenan esta ira, aprender como interpretar estas situaciones de forma objetiva y como darse cuenta de las sensaciones corporales que van creciendo hasta desencadenar la explosión de ira para ser capaz de actuar antes de esta explosión y como modular los pensamientos que le llevan a interpretar las cosas de forma distorsionada.
Sin mas datos es complicado saber si se trata de una simptomatologia asociada a una causa orgánica o bien psicológica. Se debe hacer un diagnóstico diferencial para poder esclarecer la causa o la fuente de dónde procede dicha simptomatologia. Es necesario acudir a un profesional si ello perdura y perturba lo suficiente su día a día. Es importante NO alarmarse y comprender ésta manifestación de símptomas como una respuesta adaptativa de la própia soma y/o psique,sea por una disfunción orgánica o por alteración en el propio fluir vital. Para reducir rápido los símptomas es esencial trabajar con EMDR, Tapping, PNL o otros sistemas de desensibilización, así como una buena estimulación del Nervio Vagal, para estimular al sistema nervioso a pasar del simpático al parasimpático. Ya abordados los símptomas, seria conveniente tratar las causas y trabajar con la estructura de la personalidad, para prevenir mas cuadros de ansiedad. Un abordaje Holista seria muy eficaz. Deseo haberles ayudado.
El acudir a terapia psicológica le puede ayudar mucho a aprender herramientas y modos diferentes de expresar su rabia. Por otra parte, también os puede ayudar a vosotros a comprenderlo mejor y a entender que se esconde debajo de esta rabia.

La rabia es otra emoción más, pero culturalmente no se acepta. Por este motivo, las personas tienden a reprimirla o a experimentarla con vergüenza o culpabilidad. Tras esta emoción se esconden normalmente otros sentimientos dolorosos que la persona no sabe expresar de otro modo. Cuando estos se reprimen, causan mucho malestar.

Por ello, la terapia ayuda a la persona a aceptar su rabia, a conocerla y a entender su significado. Una vez aceptada, podrá empezar a aprender nuevas formas de expresarla que no le provoquen sufrimiento.¡Un saludo!
La rabia y la agresividad son la otra cara del miedo. Un adolescente agresivo es un adolescente asustado, que al no poder contener su rabia, muestra a los demás la impotencia que siente ante cosas que no puede o no sabe controlar y que le asustan mucho. La adolescencia es un momento de cambio importante en que el joven busca encontrar su lugar y reafirmar su propia identidad que está transitando entre la infancia y la adultez. Para reafirmarse busca identificarse con los jóvenes de su grupo de edad, y distanciarse emocionalmente de los padres para sentir que puede hacer las cosas con sus propios recursos, pero como la identidad no está consolidada, a veces muestra su rabia, producto de la impotencia de no sentirse bien en su piel. Lo importante es que os ha pedido ayuda porque desea mejorar. Acudir a un psicólogo le dará recursos para ello. Buena suerte y adelante!
Es difícil aventurar, sin hacer una evaluación completa, qué puede estar ocurriéndole exactamente.

Efectivamente, por lo que sabemos, las alteraciones pueden deberse a un problema específico (por ejemplo, déficit de control de impulsos) pero también a dificultades propias de esa etapa del ciclo vital (adolescencia). Para tener una idea más clara de la situación habría que tener en cuenta factores como la intensidad, la frecuencia, generabilidad de los episodios, a partir de qué momento surgen, qué forma adoptan etc

Por ello, si tanto él como vosotros estáis preocupados y no sabéis cómo manejar la situación, os recomiendo que os dirijáis a un profesional especializado para que pueda valorar el caso, informaros y, eventualmente, si fuera necesario, llevar a cabo un tratamiento.

Un saludo y mucha suerte
En primer lugar, enhorabuena, lograr que un adolescente se abra de esa manera a sus padres es señal de que confía en ustedes. Comprendo su preocupación y sus ganas de ayudarle.
Como dicen mis compañeros, la mejor manera de apoyarlo es ofrecerle la oportunidad de ir a un buen psicoterapeuta que le ayude a conocerse mejor a sí mismo y a controlar esa ira que le está consumiendo. Para estos casos siempre es recomendable un psicoterapeuta familiar, que entienda bien las dinámicas familiares y pueda ayudarles a ayudar a su hijo.
Un saludo y mucha suerte.
El enfado puede venir de muchos orígenes, y muchas veces es una forma de expresar otra emoción que es mucho más difícil de reconocer o de manejar, como el dolor, el miedo o la incertidumbre. El hecho de que haya reconocido delante de vosotros que no puede manejar su ira y su enfado es un gran paso e indica que confía en vosotros, y un psicólogo que trabaje con el origen de esas emociones y que pueda incluiros a los padres en la terapia puede resultar de mucha ayuda, tanto para trabajar el reconocimiento y expresión de emociones como con la pedida de ayuda dentro de la familia, ya que este tipo de apoyo es fundamental en la etapa que estáis atravesando.
Por otro lado, para los padres a veces la adolescencia se puede convertir en un periodo difícil por todos los cambios que conlleva, y si el psicólogo que ayuda a vuestro hijo es terapeuta familiar os podrá ayudar a vosotros en en el cambio de etapa de ciclo vital, lo que os ayudará al núcleo familiar al acompañaros en el cambio y a la vez beneficiará a vuestro hijo y su estado emocional actual.
Mucha suerte, un saludo

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Mª Àngels Arnau Ochoa

Mª Àngels Arnau Ochoa

Psicólogo, Terapeuta complementario

Sant Esteve de Palautordera

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Marcos Clavero Adell

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Pediatra, Cardiólogo pediátrico

Zaragoza

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