Tratamiento alternativo, tanto preventivo como terapéutico, que consiste en introducir determinadas dosis de ozono en el organismo activando mecanismos biológicos tras mezclarse con fluidos corporales. Los expertos en esta terapia aseguran que el ozono es beneficioso para el organismo actuando como antioxidante, inmoregulador y germicida, estimulando el mecanismo biológico de forma natural. Se puede administrar por vía endovenosa (autohemotransfusión), rectal (agua ozonizada) o sistémica parental (infiltraciones intramusculares, subcutáneas, intraarticulares e intradiscales).