Técnica no invasiva para tratar las lesiones crónicas como fibrosis musculares y calcificaciones a través de un aplicador eléctrico que genera como “microdisparos” (impulsos bruscos y rápidos) que producirán calor en la zona a tratar (protegiendo la piel previamente con gel anestésico). Puede mantenerse el aplicador de forma estática o realizando movimiento circulares. Los beneficios que produce esta serie de vibraciones son la activación de la circulación y el aumento del colágeno.
Dr. Josep Pous Barral
Traumatólogo, Médico rehabilitador, Especialista en medicina regenerativa
Barcelona