La laserterapia, o terapia de luz como también se denomina, implica el uso de bajos niveles de luz para tratar una variedad de condiciones de salud. Este procedimiento, aunque relativamente nuevo, ha sido ampliamente aclamado por su carácter no invasivo y su eficacia para curar y reducir el dolor.
La palabra "láser" es en realidad un acrónimo de "Light Amplification by Stimulated Emission of Radiation" (amplificación de la luz por emisión estimulada de radiación). Esta tecnología se introdujo por primera vez en la década de 1960 y desde entonces se ha ido perfeccionando y desarrollando para diversas aplicaciones médicas. La base de esta terapia es la luz, que se manipula en un haz concentrado que puede dirigirse a zonas específicas del cuerpo.
La terapia láser no es un tratamiento único. Hay distintos tipos de láseres utilizados en esta terapia, cada uno con una longitud de onda y un nivel de potencia diferentes. Estos distintos tipos permiten a los profesionales sanitarios utilizar la terapia láser para una gran variedad de afecciones, desde problemas cutáneos hasta cuestiones musculoesqueléticas.