Otros nombres: Foto-podograma
El fotopodograma es una prueba diagnóstica mediante la cual obtenemos una huella plantar permanente y de buena calidad. Se realiza a través de la impresión de la planta del pie en un papel fotográfico que al resultar impregnado con líquido revelador, nos ofrece información sobre el contacto o la presión que realiza el pie sobre una superficie plana. Esto nos sirve para completar un diagnóstico y para valorar la evolución de un tratamiento. Las imágenes que se consiguen con este método proporcionan un perímetro nítido y claro de la porción del pie que se apoya. Ofrece todo tipo de detalles sobre los pliegues plantares y posibles lesiones dérmicas. También informa sobre las diferentes presiones que soporta la planta del pie Se trata de un sistema que no ensucia ni provoca irritación al paciente, ya que el revelador se evapora de forma espontanea a los pocos minutos. El procedimiento a seguir para llevar a cabo esta prueba es sencillo: se impregna el pie con un revelador mediante un pincel o una torunda de algodón, se apoya la planta del pie durante 45 segundos sobre un papel fotográfico. Posteriormente se dibuja en contorno del pie sobre el papel y se señala la primera y la quinta articulación metatarsofalángica y se efectúa una proyección del escafoides. Pasados 45 segundos se retira la planta del pie y se coloca el papel fotográfico en una solución de líquido fijador durante 3 minutos. A continuación lavamos y secamos el papel para proceder a observar y estudiar la imagen de la huella plantar.
El fotopodograma es una prueba diagnóstica mediante la cual obtenemos una huella plantar permanente y de buena calidad. Se realiza a través de la impresión de la planta del pie en un papel fotográfico que al resultar impregnado con líquido revelador, nos ofrece información sobre el contacto o la presión que realiza el pie sobre una superficie plana. Esto nos sirve para completar un diagnóstico y para valorar la evolución de un tratamiento. Las imágenes que se consiguen con este método proporcionan un perímetro nítido y claro de la porción del pie que se apoya. Ofrece todo tipo de detalles sobre los pliegues plantares y posibles lesiones dérmicas. También informa sobre las diferentes presiones que soporta la planta del pie Se trata de un sistema que no ensucia ni provoca irritación al paciente, ya que el revelador se evapora de forma espontanea a los pocos minutos. El procedimiento a seguir para llevar a cabo esta prueba es sencillo: se impregna el pie con un revelador mediante un pincel o una torunda de algodón, se apoya la planta del pie durante 45 segundos sobre un papel fotográfico. Posteriormente se dibuja en contorno del pie sobre el papel y se señala la primera y la quinta articulación metatarsofalángica y se efectúa una proyección del escafoides. Pasados 45 segundos se retira la planta del pie y se coloca el papel fotográfico en una solución de líquido fijador durante 3 minutos. A continuación lavamos y secamos el papel para proceder a observar y estudiar la imagen de la huella plantar.