Evaluación neuropsicológica

La obtención de una evaluación neuropsicológica suele comenzar con la derivación de un especialista. Si tú o un ser querido experimentáis síntomas que sugieren un trastorno neuropsicológico, tu médico de atención primaria, psiquiatra o neurólogo puede recomendarte una evaluación neuropsicológica.

Una vez que tengas una derivación, el siguiente paso es encontrar un especialista cualificado. Es crucial elegir a un profesional, neuropsicólogo, con experiencia en la realización de evaluaciones neuropsicológicas y con un sólido conocimiento de las relaciones cerebro-conducta.

Una vez elegido el especialista, es necesario programar una evaluación. Esto normalmente implica una consulta inicial, las sesiones de pruebas y una sesión de retroalimentación en la que el neuropsicólogo discute contigo los resultados y cualquier recomendación.

Las evaluaciones neuropsicológicas suelen realizarse en hospitales, clínicas o consultas privadas. Algunos neuropsicólogos también ofrecen servicios de telesalud, en los que la evaluación puede realizarse en línea.

A la hora de elegir dónde someterse a una evaluación neuropsicológica, es fundamental tener en cuenta las cualificaciones y la experiencia del especialista. También debe tener en cuenta la conveniencia del lugar y si el entorno es cómodo y propicio para las pruebas.

Cabe destacar que algunos hospitales y clínicas se especializan en determinadas afecciones o poblaciones. Por ejemplo, algunos centros se centran en la neuropsicología pediátrica, mientras que otros se especializan en trastornos neurodegenerativos. Es importante elegir un lugar que se alinee con tus necesidades específicas.

Una evaluación neuropsicológica diagnóstica síndromes neuropsicológicos, es decir, defectos cognoscitivos que pueden presentarse en una persona en caso de patología cerebral. No existe un manual de síndromes neuropsicológicos, como puede existir en el caso de los trastornos mentales, aunque muchos de ellos se encuentran incluidos en los manuales de trastornos mentales (DSM-5 revisado, CIE-11). Entre los síndromes neuropsicológicos podemos encontrar afasia, alexia, agrafia, acalculia, amnesia, apraxia, agnosia, trastorno visoespacial, síndrome disejecutivo, los relacionados con los trastornos neurocognitivos, como las demencias, o trastornos del neurodesarrollo, como el autismo o el TDAH.

En algunos casos, la evaluación puede ayudar a determinar la gravedad de una condición, hacer un seguimiento de la progresión de una enfermedad o evaluar la efectividad de un tratamiento.

Es importante tener en cuenta que, aunque una evaluación neuropsicológica proporciona información valiosa sobre el perfil cognitivo de una persona, es solo una pieza del rompecabezas diagnóstico. Los resultados deben considerarse junto con otra información médica, incluidos exámenes físicos, estudios de imagen cerebral y pruebas de laboratorio.

No, las evaluaciones neuropsicológicas no son dolorosas. Conlleva responder preguntas y realizar tareas. No existen procedimientos físicamente invasivos.

No se requieren preparativos específicos para una evaluación neuropsicológica. Sin embargo, es importante descansar bien la noche anterior a la evaluación, comer una comida saludable y tomar los medicamentos recetados como de costumbre. También es recomendable llevar una lista de los medicamentos actuales, gafas o audífonos si los utilizas, y cualquier evaluación médica o psicológica anterior.

Si bien una evaluación neuropsicológica se centra principalmente en la función cognitiva, también puede proporcionar información valiosa sobre el estado de ánimo y la personalidad. Sin embargo, una evaluación integral de salud mental generalmente involucra a profesionales diferentes (psicólogos habilitados legalmente para ello), y herramientas y métodos adicionales.