Teresa Rincón Díaz

oy Teresa sexóloga y trabajadora social. Trabajo haciendo acompañamiento sexológico en el proyecto Suéltate y realizando talleres de educación sexual en l’associació Dessex, Drets, Educació i Salut Sexual en València.



Te cuento, actualmente trabajo en el ámbito de la educación sexual y asesoramiento sexual, pero, además de ser sexóloga tengo amplia experiencia como trabajadora social en el campo de la educación para el desarrollo, la diversidad funcional y la salud mental . Me encanta investigar y cuando más en serio lo he hecho ha sido en el ámbito de las relaciones no monógamas y la sexualidad.



En orden: feminista, sexóloga y educadora sexual. Comencé mi camino en la sexología en 2019 asistiendo a charlas y formándome de manera autodidacta, con libros e investigaciones, hasta que finalmente decidí formalizar mi formación a través del Máster Oficial de Sexología de la Universidad Camilo José Cela.



¿Por qué decidí formarme en el ámbito de la sexología? En el trabajo en el que estaba por aquel entonces, me asignaron dinamizar un proyecto de educación afectivo-sexual con jóvenes en riesgo de exclusión social, cuando apenas sabía nada y tampoco manejaba la educación sexual de calidad. Después de mucho esfuerzo y preparación por mi cuenta, saqué adelante los talleres del proyecto.
Tuvimos muy buenos resultados, las y los jóvenes mostraron mucho interés y participaron activamente. Ahí vi la gran necesidad que tenían las personas jóvenes de recibir educación sexual desde una perspectiva feminista y que abogue por la diversidad como valor. Pero no solo eso, me di cuenta de que las personas adultas también necesitábamos educación sexual. Esta experiencia me hizo cuestionarme a mí misma y por supuesto aspectos de mi propia sexualidad. Analicé cuestiones como la culpa, las violencias, la desinformación, los roles de género y su peso, el deseo oculto, la intimidad y la mirada del otrx y en definitiva la falta de educación sexual y para la salud que hay en nuestra sociedad, en personas adultas y personas jóvenes.



La sexología no es solo hablar de sexo, es ir mucho más allá, es autoexploración y aprendizaje constante. Ser sexóloga se trata de acompañar las realidades diversas desde el respeto y poner la mirada inclusiva de todas la sexualidades, fomentando valores de consentimiento, placer y protección.

Aunque, como decía Joan Fuster: “Entre el bé i el mal podríem aspirar a l’alegria”. Así que aquí estaré encantada de acompañarte en las necesidades o inquietudes sexuales que presentes para aspirar a la alegría ¿te apetece?