Tomo medio orfidal 1mg por la mañana y otro a medio día, mi psiquiatra lo ha sustituido por tranxili

Ambos fármacos son "benzodiazepinas": los dos actúan sobre el mismo receptor neuronal y causan la misma modificación molecular ahí. Se diferencian en la semivida o duración en la sangre, así como en otros aspectos de su transformación y eliminación del cuerpo.
El lorazepam tiene semivida corta (entre 6 y 10 horas), es hidrosoluble (no se almacena en el el tejido graso), se elimina por vía renal y genera dependencia con más facilidad porque acaba provocando sensación de "fin de dosis" debido a su corta vida y a la ausencia de almacén graso.
El clorazepato ("Tranxilium") tiene semivida larga (hasta 48 horas), es liposoluble, se almacena mucho en el tejido graso (por eso tarda entre 5 y 10 días en hacer efecto pleno desde que se empieza a tomar, una demora que es más acusada en personas obesas y que puede hacer pensar erróneamente que no es "tan potente" como el lorazepam). El Tranxilium se elimina lentamente por el hígado. La eliminación lenta y la acumulación en grasa hacen que el descenso de la concentración sanguínea de Tranxilium no sea tan repentino como con el lorazepam, y por eso este fármaco se utiliza para deshabituar a las personas que han desarrollado tolerancia-dependencia a benzodiazepinas de semivida corta (lorazepam, alprazolam...). Hay que tener en cuenta esto:
(1) El efecto pleno del Tranxilium empieza a los 5-10 días de empezar a tomarlo, por lo que se puede estar tomando el lorazepam unos 5 días junto con el Tranxilium antes de quedarse ya solamente con este último.
(2) Una vez que se toma solamente Tranxilium, y que este se ha almacenado en la grasa, se puede empezar a reducir también este fármaco hasta retirarlo del todo.
(3) El Tranxilium se elimina mucho más lento y se acumula más en las personas con la función hepática muy dañada (por ejemplo, gente con cirrosis hepática).
(4) Una vez deshabituado de benzodiazepinas, y si la dependencia psicológica no había sido antes muy fuerte, se podrían volver a usar en el futuro de modo puntual (un día suelto) o en rachas cortas (no más de siete días seguidos) separados de muchos días sin fármaco, a fin de evitar un nuevo episodio de tolerancia-dependencia a este tipo de fármacos y de mantener la sensación de que no se gasta la "potencia" de los mismos.