Quiero acudir a una consulta con un psicólogo pero siento que no tengo suficientes problemas para ir

¡Buenos días! Gracias por compartir tu situación y tus dudas. Los problemas de cada persona son totalmente válidos, independientemente de lo que puedan parecerles a otros o lo que puedan decir indicadores más "objetivos" de calidad de vida u otros aspectos sociales y familiares. Lo importante es cómo lo vivas tú, es decir, tu experiencia subjetiva del día a día desde un punto de vista emocional y psicológico. Para ir a terapia, no hace falta estar muy mal o tener problemas aparentemente muy graves, de hecho, es mejor ir cuando no se está tan mal para ir desarrollando habilidades y herramientas que ayuden a gestionar futuros retos, y así avanzar en el proceso de autoconocimiento y crecimiento personal cuando tenemos más energía y una buena predisposición

En mi experiencia, la culpa es una palabra que genera mucho sufrimiento en las personas y da una visión algo limitada, negativa y pasiva, por lo que suelo usar más la palabra responsabilidad. En este sentido es importante distinguir bien las cosas que son nuestra responsabilidad de las que no. Generalmente, los problemas que experimentamos son resultado de una mezcla de factores biológicos, ambientales y personales. El grado en el que nosotros podemos actuar sobre lo que nos pasa está condicionado en parte por el grado de conciencia que tenemos sobre nuestra vida interior.

Yo te animaría a probar terapia, hacer 3 o 4 sesiones, por lo menos, y si no te funciona o te das cuenta de que no necesitas terapia, siempre puedes dejarla y seguro que te llevaras algunos aprendizajes. Puedes contactarme si quieres y comentamos. Un abrazo.

¡Muy buenas! Antes de nada tranquila, se puede ir a terapia por un montón de motivos (ansiedad, depresión, dudas personales o de pareja, crisis existencial, dependencia emocional, desarrollo personal, autoconocimiento, gestionar algún tema temporal..) y no hace falta que te encasilles en ninguna de ellas. Para ir a terapia lo único que tiene que ocurrir es que quieras tú. Nada más. Las psicólogas nunca vamos a minimizar nada de lo que te ocurra, las cosas son importantes para cada uno y eso está bien, si necesitas ese espacio es totalmente válido. Respecto a no saber de qué hablar no te preocupes, la terapeuta es la que se encarga de hacer las preguntas y orientar las sesiones normalmente (aunque hay corrientes que no suele ser así) pero las psicólogas cognitivo conductuales seguimos esa línea. Y sobre el objeto de confort mi consejo es que te lleves a sesión uno tuyo personal, porque al final es lo que más seguridad te va a dar, algo propio (un peluche, una pulsera, una figurita...) lo que necesites y no habría problema, es más común de lo que crees.

Solo necesitas darte el espacio de probar, ver cómo te sientes y dejarte guiar. Yo te animo a que incies una sesión sin compromiso y evalúes cómo te sientes y si crees que te puede beneficiar ir

Buenos días,

Es normal sentir dudas antes de acudir a un psicólogo y no es necesario tener un problema “como tal” para ir a terapia. Tus preocupaciones son igual de válidas e importantes que las de otras personas, aunque tu no consideres que lo son. El hecho de acudir a un psicólogo te puede ayudar a entenderte mejor, a tomar decisiones, a solucionar conflictos…

En cuanto al “sentimiento de culpa” es algo habitual, es una emoción que aparece cuando creemos que hemos hecho algo malo, o que somos responsables de algo que ha ocurrido, aunque lo cierto es que no siempre tenemos el control de todo lo que ocurre. En algunas ocasiones hemos podido cometer un error y sentir culpa puede ayudarnos a reconocerlo, y finalmente pedir disculpas y crecer emocionalmente. En otros casos, la culpa puede ser irracional, desproporcionada y no justificada, y nos castigamos a nosotros mismos sin necesidad.

Si finalmente decides ir a un psicólogo no te preocupes por no saber de que hablar, el o la terapeuta sabrá guiarte y ayudarte para que puedas expresar cómodamente lo que piensas y lo que sientes y te dará herramientas para mejorar tu bienestar. Tampoco te van a juzgar o van a pensar que seas infantil, cada persona tiene un ritmo y su forma de sentirse más calmada y segura, independientemente de la edad que tenga. Te animo a que des el paso de consultar con un psicólogo o a psicóloga y que te des el permiso de cuidarte.

Hola!
Eres valiente por reconocer tus temores y es habitual tenerlos en una situación nueva que nunca has experimentado.
Lo importante es que puedas hablar de todo ello con la psicóloga que elijas y que sientas un buen feeling con ella desde el inicio para que poco a poco puedas ir superando los temores.
Ya veras como es la profesional la que sobre todo al inicio de la terapia es quien guía las sesiones desde una adecuada gestión de los tiempos y su habilidad para que puedas ir abriéndote y proponiéndote dinámicas, que no solo tienen que ver con "hablar".
Con respecto a lo del peluche, en principio a la profesional no le debería suponer ningún problema.
Otra opción que también te puedes plantear es el formato de psicoterapia online en el que estés en tu casa y te puedas sentir mas seguro. Pero para este formato es importante que tengas un espacio de privacidad en tu domicilio para hablar tranquilamente y sin interrupciones.

Si te interesan mis servicios, puedes consultar mi perfil y estaré encantada de atenderte.
Un saludo

Hola, soy PSYAMM. Desde una perspectiva estratégica, es importante que sepas que no existe un “nivel mínimo” de problema para poder acudir a un psicólogo. Sentirte “no lo suficientemente mal” o creer que “tus problemas no son válidos” suele ser una trampa mental que te impide buscar la ayuda que necesitas. A veces, el simple hecho de sentir inquietud, confusión o la necesidad de hablar con alguien objetivo ya es motivo suficiente para acudir a terapia. A continuación, algunas sugerencias:

Diferenciar responsabilidad y culpa

Que algo sea “tu responsabilidad” no significa que sea “tu culpa”. En terapia, solemos explorar cómo participamos en la dinámica de nuestros problemas, pero no para culparte, sino para que puedas transformarlos de manera activa.
Cualquier dificultad, por pequeña que parezca, merece ser abordada si genera malestar o bloquea tu desarrollo personal.
Planificar los temas de conversación

Si te inquieta quedarte sin cosas que decir en una sesión, anota previamente las situaciones o emociones que te generan preocupación o malestar.
A veces, basta con que el profesional te haga preguntas para explorar aspectos que ni siquiera sabías que eran relevantes.
Gestionar el miedo a ser juzgado

Pensar “quizá me vean infantil” suele ser un temor alimentado por la inseguridad. Recuerda que el psicólogo está para comprender, no para juzgar.
Un buen profesional sabrá adaptarse a tu edad, tu forma de ser y tus necesidades.
Objetos de comodidad o confort

Si te sientes más seguro o tranquilo teniendo un peluche u otro objeto, comenta esta posibilidad con el psicólogo.
Muchos terapeutas, especialmente con pacientes que experimentan ansiedad, no tienen problema en que lleves un objeto de confort a la sesión, siempre que esto sea parte de un manejo constructivo de tus emociones.
Normalizar los espacios en blanco

Si en algún momento se terminan los temas antes de que acabe la sesión, no pasa nada. El silencio también forma parte de la terapia.
A veces, ese espacio permite que surjan nuevas reflexiones o preguntas. El terapeuta está entrenado para manejar esos momentos y ayudarte a profundizar o simplemente a darte un tiempo de descanso emocional.
La importancia de acudir a terapia

La terapia no es solo para “casos extremos”. También sirve para conocerte mejor, prevenir problemas mayores y desarrollar recursos emocionales que te servirán toda la vida.
Tus inquietudes y dudas son absolutamente válidas, y acudir a un profesional puede darte claridad y orientación.
Si deseas más información o prefieres una orientación adaptada a tu caso, te invito a consultarme a través de Doctoralia.es.

Ningún problema es "no válido" si a ti realmente te interfiere en tu día a día. Es normal ese pensamiento de no saber qué contar en una consulta psicológica y que el tiempo no pase, pero realmente el tiempo pasa rápido y siempre quedan más cosas que contar.

Es completamente válido que te surjan estas dudas antes de acudir a terapia, y me alegra que las compartas.

Para empezar, no hay un “mínimo” de problemas para ir al psicólogo. No tienes que estar en una crisis profunda para merecer ayuda. Si algo te preocupa, te genera malestar o simplemente sientes que quieres entenderte mejor, ya es razón suficiente para acudir. No se trata de si tus problemas son “grandes” o “válidos”, sino de cómo te afectan a ti. Y en cuanto a la culpa, la terapia no busca juzgar, sino entender, acompañar y ayudarte a encontrar herramientas para afrontar lo que vives.

Sobre no saber qué decir, es algo muy común y no debes preocuparte. El psicólogo está preparado para guiar la conversación, hacer preguntas y ayudarte a explorar lo que sientes. No tienes que llevar un guion ni saber exactamente qué decir; lo importante es que vayas con apertura.

Respecto al objeto de confort, cada profesional trabaja de manera diferente, pero puedes preguntar sin problema si puedes llevar algo contigo. Algunos terapeutas tienen espacios con elementos que pueden resultar reconfortantes, como un cojín, y si no, quizás puedas llevar tu propio peluche u otro objeto que te haga sentir seguro/a.

Lo importante es que des este paso sin miedo a ser juzgado/a. La terapia es un espacio seguro donde lo que sientes importa. ¡Mucho ánimo!

Es completamente normal sentir dudas al pensar en acudir a una consulta psicológica, especialmente si piensas que "no tienes suficientes problemas". Pero la realidad es que cada persona tiene el derecho de buscar apoyo, independientemente de lo que sienta como "grave" o "importante". Los psicólogos no juzgan, están ahí para ayudarte a comprenderte mejor, sanar y crecer. A veces, hablar de cosas que parecen pequeñas o irrelevantes puede ser el primer paso para trabajar en algo más profundo.

Si alguna vez sientes que no sabes de qué hablar, no te preocupes. El psicólogo guiará la conversación y te ayudará a explorar cualquier tema que surja, aunque no tengas algo específico en mente. Las primeras sesiones son a menudo para conocerte mejor, y si no tienes mucho que compartir, está bien. El simple hecho de estar allí ya es un paso hacia tu bienestar.

Respecto al objeto de confort, muchas personas lo encuentran útil para sentirse más relajadas en entornos terapéuticos, especialmente si les brinda seguridad o tranquilidad. Algunas personas llevan un peluche o un objeto personal que les haga sentir más cómodas. Si te gustaría hablar sobre esto con el psicólogo, no dudes en mencionarlo. Un buen profesional será flexible y respetuoso con tus necesidades.

Hola. Esto que explicas es más habitual de lo que parece, sobre todo al principio. Es normal tener algo de miedo de no saber qué explicar, o de si puede sonar raro. Un psicólogo también ayuda en esto. Y si hay algo que te preocupa mucho y te impide hacer tu vida normal, el psicólogo puede ayudarte a resolverlo. Aunque la raíz de estos problemas venga de cosas que tú haces. Y todo esto en un entorno de confianza y confidencialidad. Como objeto de comfort, ¿tienes alguno que ya utilices? Porque si es tuyo te dará más seguridad. Si quieres empezar sólo tienes que reservar visita. Gracias!

Si sientes que necesitas acudir a un psicólogo ya tienes suficientes razones para asistir. En terapia se valoran tus sentimientos y todos los problemas son válidos. No se trata de buscar culpables, si no soluciones y bajar tu nivel de sufrimiento. El psicólogo jamás te va a juzgar y no es obligatorio hablar toda la hora, ya que el terapeuta también dirige la sesión. Te recomiendo escuchar tu malestar y consultar.

Buenos días. Me gustaría comentarte que acudir a un psicólogo no es exclusivo para aquellas personas que tienen problemas serios. Podemos acudir al psicólogo en caso de querer conocernos mejor a nosotros mismos, aprender a gestionar nuestras metas, descubrir nuestros propósitos de vida. No hay ningún problema en no saber de qué hablar en una consulta ya que si el psicólogo es experto será capaz de gestionar esos silencios y hacer las preguntas adecuadas para optimizar el tiempo de la consulta. Si para estar más tranquilo o sentirte más seguro, necesitas de un objeto que te proporcione seguridad, no hay ningún problema en que lo uses. Las conductas de seguridad, que así se llaman, no son sinónimos de infantilidad, si no de personas que son sensibles y necesitan de ciertos objetos externos para sentirse seguros. Te digo, para tu tranquilidad, que todos acuden nerviosos a la primera consulta, pero que si estableces buena conexión con el terapeuta, este nerviosismo acaba desapareciendo. Un saludo, y mucho ánimo. Apostar por acudir a un terapeuta es apostar por tu salud y por tu bienestar.

Es normal plantearse este tipo de preguntas, sobre todo si es tu primer contacto con un profesional de la psicología. Lo problemas que traen a las personas a consulta no son "culpa" de nadie, en ocasiones nos enfrentamos a situaciones en la vida que no sabemos como gestionar porque nunca nos han enseñado como hacerlo. Todos los problemas son importantes, y no buscamos culpables sino herramientas para que poco a poco os sintáis mejor. Los problemas son suficientes siempre que te hagan sentir mal y que interfieran en tu día a día, si es un problema para ti es más que válido. A veces pensamos que venir al psicólogo tiene que ser en un momento en el que estamos "críticos", cuando en muchas ocasiones si viniésemos antes tal vez esos problemas no se hubieran vuelto críticos. En cuanto a no saber que decir, es muy habitual, es complicado en ocasiones contar lo que nos ocurre, y ser capaces de transmitirlo, por ello el profesional será el que te guíe y te realice preguntas en base a tus necesidades. En cuanto al objeto de confort, si a ti te hace sentir mejor por supuesto es más que bienvenido