¿Que pasa si no se extirpa un bocio?

El diagnóstico de bocio no implica necesariamente la intervención. Hay unos criterios para indicación quirúrgica: crecimiento progresivo, sospecha de malignidad, sintomático, componente intratorácico, alteración funcional.
Si se decide no intervenir, lo que hay que asumir es que progresará, por lo que posiblemente acabe teniendo más razones para intervenir.

Deberíamos añadir que la citología (punción biopsia) en nódulos superiores a 3cm puede no ser concluyente.
Este tipo de nódulos son tributarios de control muy exhaustivo o cirugía.
No es infrecuente encontrar lesiones malignas en pacientes de estas características con citologías negativas.

Bocio significa una glándula tiroides con un tamaño mayor del normal, por lo que su funcionamiento puede ser completamente normal. El principal problema que puede tener un bocio es que siga creciendo o tenga ya un tamaño lo suficientemente voluminoso como para poder comprimir y desplazar estructuras vecinas, como la tráquea, vasos sanguíneos importantes (carótida, yugular...) compresión del esófago, e incluso un crecimiento hacia el interior del tórax. Si el tamaño fuese muy grande, el paciente puede presentar síntomas relacionados con las estructuras vecinas afectadas (dificultad respiratoria, dificultad para la deglución, dificultad para el retorno sanguíneo hacia el corazón, etc.). Por estas circunstancias, es conveniente extirpar un bocio asintomático cuando tenga ya un cierto tamaño y/o produzca desplazamiento de estructuras vecinas; sobre todo si el paciente tiene todavía muchos años potenciales de vida por delante.