Pie cavo

Los pies cavos normalmente generan ya de por sí una cierta inestabilidad sobre todo si van asociados a un varo de retropié, o sea pisar demasiado por el lado externo. Las ortesis plantares deberían mejorar esa inestabilidad pero si no fuera así deberían ser revisadas. Lo contraindicado es la utilización de un calzado de más de 4 cm de tacón porque agrava esa inestabilidad, teniendo en cuenta sin embargo que es aconsejable llevar una compensación mayor en la parte de atrás (hasta 4 cm).

El calzado, el pie y las plantillas actúan como un todo. No tenga problema en acudir a su podólogo para que valore el calzado y le indique las características idóneas para su tipo de pie y pisada. Un saludo.

Debería hablar con el profesional que le confecciono sus plantillas y comentarle esos problemas quiza necesite ajustarlas, o realizar unas nuevas si estas ya tienen algunos años.El zapato de tacón siempre desestabiliza la pisada y más si usted no lleva ningun tratamiento.
Un saludo

Señora la pregunta que está haciendo se responde en parte sola. Usted tiene los pies mal y por eso lleva plantillas. Si se quita las plantillas tiene los pies mal. Es evidente que si encima eleva el tacón genera más inestabilidad, le han pautado unas plantillas por eso. Cuando se las quita la patología que presente está ahí, otra cosa es que no lo quiera aceptar.

Ahora bien, si con el zapato plano y las plantillas camina inestable es que no están bien ajustadas, deberían darle estabilidad total. Que se las revisen y retoquen y si no le convence no le queda mas remedio que probar con una segunda opinión, lo lamento.

La sensación de inestabilidad que experimentas al caminar con pie cavo y tacones, incluso utilizando plantillas, puede ser multifactorial. El pie cavo, al alterar la distribución del peso y limitar el movimiento del tobillo, puede contribuir a la sensación de inestabilidad. El uso de tacones, especialmente sin plantillas, agrava esta situación al modificar aún más la postura y la distribución del peso. Otras causas posibles incluyen la debilidad muscular en los pies y tobillos, problemas en otras articulaciones como rodillas o cadera, o incluso alteraciones del equilibrio relacionadas con el sistema vestibular.
Es importante que consultes a un podólogo para que evalúe tu caso de manera personalizada y te haga una revisión de las plantillas, ejercicios de fortalecimiento y calzado apropiado. En algunos casos, puede ser necesaria la intervención con otros especialistas como un fisioterapeuta o un médico rehabilitador. Recuerda que cada persona es diferente y lo que funciona para una puede no funcionar para otra.
Saludos.