Me han dado tratamiento para el H pilory, pero me ha descompensado la flora vaginal y lo he dejado.

Si que es normal, está descrita la relación entre el tratamiento de Helicobacter pylori y la vaginitis por Candida (principal patógeno responsable de vaginitis en el contexto de toma de antibióticos).

El tratamiento antibiótico para la erradicación de Helicobacter pylori puede provocar alteraciones en la microbiota vaginal, predisponiendo al desarrollo de vaginitis, especialmente candidiasis vaginal.

Antibióticos comúnmente utilizados en este tratamiento, como metronidazol y tetraciclina, tienen un impacto significativo en el equilibrio de la flora vaginal:
- Metronidazol: Aunque eficaz contra bacterias anaerobias, puede reducir la concentración de lactobacilos en la vagina, creando un entorno favorable para el crecimiento excesivo de Candida spp.
- Tetraciclina: También contribuye a la alteración de la microbiota vaginal, favoreciendo indirectamente la proliferación de hongos.
Estos cambios en el ecosistema vaginal pueden dar lugar a un desequilibrio que facilita la aparición de candidiasis vaginal, un efecto secundario potencial que debe ser considerado y tratado adecuadamente.

Para prevenir el desarrollo de candidiasis (en caso que necesites tratamiento de nuevo) se pueden realizar algunas estrategias de prevención y manejo de candidiasis vaginal durante el tratamiento para H. pylori:
- Uso de probióticos: La administración de probióticos que contengan Lactobacillus acidophilus ayuda a mantener el equilibrio de la microbiota vaginal. Hay estudios que han demostrado que el consumo regular de yogur con Lactobacillus acidophilus puede reducir significativamente tanto la colonización como las infecciones por Candida.
Revisiones científicas respaldan el uso de probióticos en la prevención de candidiasis vulvovaginal recurrente.
- Higiene íntima adecuada:Evitar duchas vaginales, jabones perfumados y desodorantes íntimos, ya que estos productos pueden alterar la flora vaginal.
Ropa adecuada:
Optar por ropa interior de algodón y evitar prendas ajustadas para mantener un ambiente seco y aireado, menos propicio para el crecimiento de Candida.
Estar atentos a los síntomas iniciales y tratamiento precoz: Estar atento a síntomas como prurito, ardor o flujo vaginal anormal.
En caso de candidiasis, se recomienda tratar con antifúngicos tópicos u orales. Las guías del CDC sugieren el uso de formulaciones tópicas de azoles de corta duración para la candidiasis vulvovaginal no complicada.

En resumen, es crucial considerar el impacto del tratamiento antibiótico para H. pylori en la microbiota vaginal y adoptar estrategias preventivas y opciones terapéuticas que minimicen este efecto secundario. En caso de candidiasis vaginal, el manejo temprano y adecuado asegura el bienestar del paciente durante el tratamiento