¿La tensión baja puede ser producida por la ansiedad y el estress?

Aunque tradicionalmente se relaciona la ansiedad y el estrés con tensión alta, lo cierto es que hay muchas variables involucradas, como puedes ver por las respuestas.

Un estrés grande, prolongado y continuado puede favorecer una situación de agotamiento físico y personal, un estado de depresión que se exprese como episodios de tensión baja.

También puede influir la hiperventilación (que en algunas personas ocurre cuando están muy estresadas o ansiosas) o el haber padecido episiodios previos de ataques de pánico.

Un aumento de la ansiedad y el estrés mayor de lo que uno puede soportar y durante un tiempo prolongado va minando el sistema inmunológico y, en general, drenando de energía al cuerpo, hasta llevarlo al agotamiento.
En este caso, podría ser.

Es posible. Lo que ocurre que ese stress no siempre es visible "externamente", quiero decir que no necesariamente son personas que llevan un ritmo alto de actividad y trabajo; sino que descansan y paran. Lo que he observado en mi experiencia clínica, es que puede ir asociado a un Sentimiento de Miedo ante los problemas, ante las situaciones que se presentan en la vida; un "no sentirse Capaz de". De hecho, esa bajada de tensión, refleja una situación de "no poder", "no tener fuerzas".

Siempre que se quiera resolver el asunto de fondo, además de un seguimiento médico, la terapia aborda el origen del Síntoma así como su mejora.

Sonia Pérez

En general la respuesta sería que no. En realidad sería justo al contrario, las situaciones de estrés producen una liberación de adrenalina y esta a su vez puede elevar la tensión arterial. Situaciones de estrés emocional intenso así como las crisis de ansiedad se relacionan con crisis hipertensivas. Sin embargo, una alimentación o hidratación insuficiente puede asociarse con situaciones de hipotensión o tensión arterial baja.

Las alteraciones psicosomáticas que puede sufrir una persona por alteraciones en el estado anímico son múltiples y su forma de presentación en el organismo está relacionada con las tendencias propias individuales. La tensión es uno de los parámetros que se altera con mayor facilidad y, aunque en estados de ansiedad se espera un aumento de la presión arterial, tanto las vivencias crónicas de estrés como los estados depresivos implican cansancio y desgaste físico, pudiendo inducir una presión más baja de lo habitual.
Las emociones no expresadas, no explicitadas, no acptadas y por tanto, no integradas, son abordadas por el cuerpo en forma de síntomas físicos que informan de la necesidad de atender a las demandas emocionales.