La opinión de los radiólogos intervencionistas no es la misma que la de algunos urólogos sobre la em

La embolización de la arteria prostática es una técnica mínimamente invasiva utilizada para tratar los síntomas que acompañan a la hiperplasia prostática benigna, entre otras patologías Consiste en la oclusión selectiva de las ramas prostáticas de las arterias iliacas internas, logrando una reducción del flujo sanguíneo prostático, una disminución de su volumen. Como en todas las patologías quirurgicas depende de la experiencia del profesional que lo realiza Resultados a largo plazo:
Limitaciones:
La durabilidad de los efectos terapéuticos de la es aún un área de investigación. Algunos estudios muestran recurrencia de los síntomas a los 3-5 años, lo que podría requerir reintervenciones.
Experiencia del operador: La técnica es exigente, y su éxito depende de la experiencia del radiólogo intervencionista en identificar y canular selectivamente las ramas prostáticas arteriales, evitando complicaciones como embolización no deseada.
Divergencias de opinión: Los urólogos tienden a priorizar tratamientos quirúrgicos como la RTUP o la enucleación prostática con láser debido a su eficacia probada a largo plazo. Sin embargo, la EMBOLIZACIÓN es reconocida como una opción menos invasiva para casos seleccionados, según las guías de la Sociedad Europea de Radiología Intervencionista (CIRSE, 2020).