Hola,tengo una conducta de evitacióbn hacia las tecnologías del movil por daño o shock ,dolor emocio

11 respuestas
Hola,tengo una conducta de evitacióbn hacia las tecnologías del movil por daño o shock ,dolor emocional,vinculado a mis figuras de afecto más significativo,sobre todo,aunque no sólo. Elaboro estrategias de evitación para no caer en rituales ansiosos y poderme concentrar en mis actividades,además muy exigentes,como creador teatral ,pedagogo o inventor de proyectos culturales y composición de música,además de estudiar psicología. Al final ,no puedo permitirme tanta ligazón con la ansiedad que me produce la demanda del smartphone, mi propia demanda superyoica... y continua actividad también, creativa muchas veces pero,lo molestísimo , compulsiva : reparatoria o "aseguradora"... ,y aprovechando un robo de movil ,he prescindido de este artefacto demoniaco y he descubierto dos cosas: Ha mejorado mi relación con el mundo (prescindiendo de la pantalla,las fotos...ese mundo continuo.. mi propia impulsividad hiperactiva....) , y ha mejorado mis relaciones y empatía , mi cuerpo ,y mi alegriá que ha recuperado. su expresión, volviéndome muy sociable y contento ,de nuevo. Ahora no tengo con quién relacionarme de manera más ( no sé qué añadir: regular...constante ... sostenida...flirteo....por whatsupp...etc...), con lo que se da la paradoja de que , menos ,ha sido más...pero no puedo mantener la mejora...; haber "vuelto a la vida " sin celular me hace tener miedo de volver a activar el smartphone,que además compré hace tres meses...Me concentro mejor en mis cosas y me siento más feliz. No soy una especie de aristócrata que se pueda permitir esto mucho rato más...Miro a las otras personas en el metro , y me siento afortunado... Ya no tengo TOC ,como cuando estaba bien y hacía muchas cosas...No quiero arriesgar....
 Beatriz Gómez
Psicólogo
Vilanova i La Geltrú
Buenas tardes. Te reomindo La metodología ACT.
Un saludo
Has descubierto que prescindir del smartphone ha mejorado tu relación con el mundo y contigo mismo. Te sientes más concentrado, sociable y feliz, y has reducido la ansiedad y los rituales compulsivos que antes te generaba su uso. Sin embargo, ahora enfrentas una paradoja: aunque esta desconexión te ha dado paz mental, temes que no relacionarte a través del móvil te aísle socialmente.

La clave no es evitar el uso del smartphone, sino redefinir tu relación con él. Para ello, establece horarios específicos para usarlo, desactiva notificaciones y prioriza el contacto presencial. Utiliza el móvil como una herramienta, no como un fin en sí mismo. Reflexiona sobre tu miedo a recaer en patrones compulsivos y confía en tu capacidad de autorregulación, ya que has demostrado que puedes hacerlo.

El objetivo es encontrar un equilibrio consciente en el uso del móvil, manteniendo los beneficios de la desconexión sin aislarte del entorno digital. Esto te permitirá vivir más presente y conectado de manera auténtica, evitando que la tecnología vuelva a ser una fuente de estrés y compulsión.
Es increíble cómo has logrado identificar el impacto que el móvil tiene en tu bienestar y cómo desconectarte de él te ha ayudado a reconectar contigo mismo, tus relaciones y tu creatividad. Entiendo la paradoja en la que te encuentras: por un lado, sabes que estar sin móvil te ha traído beneficios claros, pero también sientes que te desconecta de ciertas dinámicas sociales o profesionales que hoy en día parecen inevitables. El miedo a volver a caer en los rituales ansiosos o compulsivos es muy válido, y está bien que quieras protegerte de ello.

Quizás podrías buscar un equilibrio, algo que te permita mantener los beneficios que has descubierto mientras integras el uso del móvil de una manera más saludable. Por ejemplo, podrías limitar conscientemente el tiempo que pasas usándolo o establecer reglas claras para ti mismo, como no usarlo en momentos de concentración o evitar aplicaciones que sabes que alimentan tu ansiedad. Usar el móvil como una herramienta en lugar de dejar que te domine podría ser un enfoque que te permita disfrutar de lo mejor de ambos mundos.

Esto es un proceso, y está bien ir ajustándolo a lo que te funcione mejor. Lo importante es que sigas priorizando tu bienestar y te permitas usar el móvil como una herramienta, no como algo que te domine :)
 Beatriz Madrid Martínez
Psicólogo, Psicólogo infantil
Valdemoro
Hola por lo que comentas has hecho grandes avances. Si ves que ahora hay cierto freno un profesional te podría ayudar con ello. Un saludo
Entiendo lo importante que ha sido para ti descubrir esta sensación de libertad, bienestar y conexión contigo mismo al reducir drásticamente el uso del teléfono móvil. Al mismo tiempo, te inquieta la posibilidad de tener que retomar ese “artefacto” por razones prácticas o profesionales, y temes volver a caer en rituales ansiosos o comportamientos compulsivos.

La situación que planteas ilustra un desafío muy común hoy día: queremos aprovechar la tecnología sin que nos controle, y, a la vez, no deseamos perder la tranquilidad ni el nivel de presencia que hemos ganado al apartarnos de ella. A continuación, comparto algunas reflexiones y sugerencias que podrían ayudarte a navegar esta paradoja:

1. Bienestar recuperado: Has notado un gran alivio al prescindir del smartphone: aumento de la creatividad, sociabilidad, disfrute de estar en el mundo “real”, menor ansiedad y mejor concentración. Esas ganancias son muy valiosas.
Te has dado cuenta de lo que te quita y lo que te aporta tener (o no tener) un smartphone.

2. Sabiduría práctica: La forma en que decidiste “desconectarte” te ha mostrado que cuando no tienes el dispositivo, automáticamente no tienes que pelear con la tentación de usarlo. En otras palabras, has encontrado un modo drástico (pero efectivo) de romper con la compulsión.

3. Tal vez no sea necesario regresar al uso del móvil de la misma manera que antes. Podrías plantearte “zonas grises” entre la desconexión total y la conexión excesiva. Por ejemplo:

- Establecer horarios: Definir momentos concretos del día (p. ej., uno o dos ratos al día) para encender el smartphone y atender lo imprescindible (mensajes, llamadas urgentes). Fuera de esos períodos, mantenerlo apagado o en modo avión.
-Eliminar notificaciones innecesarias: Ajustar el teléfono para que no suene ni muestre alertas constantes que disparen la ansiedad o la tentación.
-Aplicaciones de control de uso: Existen apps que bloquean otras apps o el acceso a redes sociales después de cierto tiempo, ayudando a no caer en el uso repetitivo automático.

La idea es introducir el smartphone con criterio y límites para que sirva a tus necesidades, no al revés.

A veces, incorporar hábitos nuevos es más sencillo cuando contamos con ayuda adicional:

- Apoyo psicológico o terapéutico: Un espacio donde puedas explorar tus dificultades con la ansiedad, la autoexigencia y la compulsión, recibiendo herramientas para ir gestionándolas mejor (por ejemplo, desde la Terapia de Aceptación y Compromiso o la Terapia Cognitiva Basada en Mindfulness).

- Personas de confianza: Explicarles tus límites en torno al teléfono; que comprendan que no estás disponible continuamente y que, si necesitan algo urgente, te lo comuniquen en un horario acordado o a través de otra vía.

Tienes la enorme ventaja de haber vivido en primera persona los beneficios de “desenchufarte” y sentirte más libre, sociable y feliz. No hace falta renunciar a ello por completo para reincorporar ciertas funciones del smartphone. Se trata de usar la tecnología de manera consciente, respetando tus límites y priorizando tu bienestar.

Te animo a que te des permiso de intentarlo con pasos graduales, y si en algún momento surgen dificultades, recuerda que no estás solo: puedes buscar ayuda para manejar esa ansiedad antes de que te inunde. Tu relación con el móvil, al igual que con otros aspectos de la vida, puede transformarse en algo más amable y beneficioso, en sintonía con tus valores y tu creatividad. ¡Mucho ánimo en este camino!
 Amador Manero Moreno
Psicólogo
Sant Andreu de la Barca
Lo que estás describiendo es un proceso de autoconciencia muy valioso. Has logrado identificar cómo el uso del móvil y las demandas tecnológicas afectan a tu bienestar emocional, y al prescindir de él has encontrado una mejor conexión contigo mismo, con las personas que te rodean y con tus propias emociones. Este tipo de cambios pueden ser transformadores y liberadores, pero también es comprensible que sientas inseguridad al regresar al entorno digital.

Para mantener este equilibrio, puedes establecer límites claros con el uso del móvil, como reducir el tiempo frente a la pantalla o utilizarlo solo para fines específicos y necesarios, sin caer en la compulsividad. Si sientes que la presión social o las expectativas externas te afectan, es importante recordar que tu salud emocional y bienestar son lo primero. Buscar un equilibrio que te permita seguir cultivando tu creatividad y tus relaciones, sin que el móvil sea una fuente de ansiedad, es posible.

Si alguna vez consideras que esta relación con la tecnología te está generando estrés o ansiedad, la terapia puede ser útil para encontrar estrategias más saludables para integrarla en tu vida de manera consciente. En PSYAMM, a través de Doctoralia.es, podemos ayudarte a trabajar este tipo de procesos y apoyarte en la gestión de la ansiedad y las exigencias externas.
Tu experiencia refleja un valioso aprendizaje sobre cómo el uso excesivo de tecnologías puede afectar nuestra salud emocional y nuestras relaciones. El haber prescindido del smartphone y notar mejoras en tu concentración, alegría y conexión con el mundo es un hallazgo que merece ser cuidado. Sin embargo, también parece que enfrentas el reto de equilibrar este cambio con las demandas prácticas y sociales que inevitablemente implican estas herramientas.

Te sugiero buscar un punto intermedio: retomar el uso del smartphone de forma muy limitada y consciente, definiendo reglas claras para evitar que recobre un papel central. Por ejemplo, establecer horarios concretos para usarlo o restringirlo a lo indispensable puede ayudarte a mantener la mejora que has experimentado. También puedes explorar alternativas, como un teléfono más simple, que permita comunicación sin tantas distracciones.

Reconocer tus necesidades y temores es un primer paso muy valioso. Es posible proteger lo que has ganado sin renunciar a lo práctico.
Me llama la atención cuando dices que tienes miedo a volver a activar tu smarthpone. Cuando alguien se engancha a algo y lo deja sin hacer terapia de recuperación, lo que estás haciendo es tener abstinencia, pero no hay recuperación sobre la adicción por eso tienes miedo a volver a activarlo. Te recomiendo hagas una terapia de recuperación sobre tu teléfono, sólo así, podrás desengancharte verdaderamente y liberarte
Gracias por compartir tu experiencia. Entiendo que estás atravesando una situación compleja, donde la relación con el móvil y la tecnología genera una mezcla de ansiedad, evasión y una búsqueda de equilibrio entre tus proyectos y tu bienestar emocional. Has encontrado alivio al reducir el contacto con el teléfono, lo que ha mejorado tu relación con los demás y tu felicidad, pero también sientes un conflicto con la idea de reintegrarlo en tu vida.

Parece que hay una tensión entre tu necesidad de productividad y tu deseo de encontrar un espacio de calma y bienestar. La ansiedad y los rituales compulsivos que describes, junto con la autoexigencia, son áreas donde podrías explorar más a fondo en un entorno terapéutico. Podría ser útil trabajar juntos para encontrar formas de manejar esa presión interna, regular el uso de la tecnología de manera saludable y crear un espacio que favorezca tanto tu creatividad como tu bienestar emocional. Si te interesa, podríamos explorar cómo estas dinámicas se manifiestan en tu vida y cómo crear una estrategia personalizada para vivir de manera más equilibrada, sin la necesidad de abandonar completamente lo que te beneficia.
Hola, gracias por compartir tu experiencia de manera tan detallada y reflexiva. Es impresionante cómo has identificado la relación entre la tecnología, la ansiedad y tu bienestar emocional.

¿Qué está pasando con tu relación con el smartphone?
Lo que describes no es solo una evitación tecnológica, sino una forma de protegerte de la ansiedad y del malestar emocional que este dispositivo te ha generado en el pasado. A través de su ausencia, has descubierto una sensación de libertad, creatividad y conexión con el mundo más genuina. Sin embargo, también notas que prescindir completamente de él te lleva a cierta desconexión en el plano social.

El dilema: libertad vs. necesidad funcional
Parece que te encuentras en una paradoja: por un lado, has ganado bienestar al dejar el móvil, pero, por otro, temes que esta decisión te lleve a un aislamiento o a una dificultad para sostener ciertas relaciones. No quieres perder la mejora que has logrado, pero tampoco puedes prescindir de la funcionalidad del smartphone en el mundo actual.

¿Cómo encontrar un equilibrio?
Establece un uso intencional: No tienes que volver al uso impulsivo del móvil, sino diseñar una relación con él que respete tu bienestar. Podrías usarlo solo en ciertos momentos del día y para fines específicos (trabajo, relaciones esenciales, proyectos).
Desactiva elementos ansiógenos: Configurar tu dispositivo para que no tenga notificaciones constantes, redes sociales o apps que te generen ansiedad puede ayudar a evitar una recaída en su uso compulsivo.
Prioriza la interacción real: Si lo que más has disfrutado es la conexión con el presente y con las personas, busca formas de mantener esa sensación: proponiendo encuentros presenciales, haciendo llamadas en vez de chats o gestionando tus interacciones sin depender exclusivamente del smartphone.
Reflexiona sobre el miedo al "riesgo": Temes que volver al móvil reactive compulsiones o TOC, pero lo importante no es evitarlo por completo, sino aprender a relacionarte con él de una forma que no invada tu bienestar. Si necesitas apoyo para ello, la terapia puede ayudarte a establecer un uso más equilibrado sin sentir que pierdes lo que has ganado.

Has logrado algo valioso al romper un patrón que te hacía daño. Ahora el reto es encontrar una forma de integrar la tecnología sin que se convierta en una fuente de ansiedad. Puedes recuperar el control sin perder lo que has ganado.

Si necesitas ayuda para estructurar esta transición, estaré encantada de acompañarte. Un saludo.
No se trata de evitar el smarphone. La conducta evitativa con el tiempo puede incluso crear más ansiedad por el miedo a volver a utilizarlo de manera compulsiva de nuevo. Se trata de aprender a relacionarse de una manera más sana con él, sin evitación, para que esa ansiedad no se genere.

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