Hola, Soy Hombre, Tengo 33 años casado hace 3 años y sin hijos. No quiero tener hijos. Pero hace 6 m

Tu mensaje refleja una intensa lucha interna y una gran necesidad de comprender lo que te está ocurriendo. El hecho de que reconozcas este impulso y busques ayuda ya es un acto de responsabilidad y autocuidado. Los impulsos no te definen, pero sí lo hacen tus decisiones. Trabajar en ello desde la curiosidad y sin juicio es el primer paso para recuperar el equilibrio y la tranquilidad que buscas.

En su sentido más literal, embarazar implica la creación de nueva vida, un acto cargado de significado biológico, emocional y simbólico. Sin embargo, en el contexto que describes, este impulso podría tener raíces más complejas. El deseo de "embarazar", tal como lo describes, podría estar relacionado con aspectos profundos como la búsqueda de control, la expresión de poder, o incluso un intento inconsciente de llenar algún vacío emocional.

Antes de intentar "detener" el impulso, puede ser útil explorar qué emociones están detrás de él. Aquí te dejo unas preguntas que te puedan ayudar a reflexionar:
¿Qué sientes cuando surge este deseo? ¿Vacío, poder, control, vulnerabilidad?

¿Podría este impulso estar vinculado a una necesidad de conexión emocional que no encuentras completamente satisfecha en este momento de tu vida?
¿Hay algo en tu relación actual o en tu vida personal que sientas que no está equilibrado?
¿Cómo te sientes respecto a tu identidad como hombre, pareja o ser humano?
¿Qué significan para ti los conceptos de paternidad y fertilidad, más allá de tener hijos?

Trabajar con un psicoterapeuta puede ayudarte a explorar mas en detalle las raíces de este impulso y encontrar formas más saludables de canalizar tus emociones o necesidades.
Espero haberte ayudado. Un saludo
Nicoleta

Primero, quiero reconocer tu valentía al compartir algo tan difícil de expresar. Lo que describes es una situación compleja que está generando un conflicto interno entre tus valores y deseos impulsivos. Estos pensamientos intrusivos pueden ser un reflejo de tensiones emocionales o psicológicas subyacentes que necesitan ser comprendidas y abordadas. Es importante comprender que los impulsos no definen quién eres. Lo que estás experimentando podría estar relacionado con una necesidad emocional insatisfecha, una búsqueda de validación o incluso una manifestación de estrés acumulado. Estos deseos pueden no tener relación con querer tener hijos, sino con sensaciones de control, poder o trascendencia. Cuando sientas ese impulso, toma consciencia de él sin juzgarte. Respira profundamente y distrae tu mente con una actividad que requiera tu concentración, como ejercicio físico intenso o resolver un problema complejo. Si detectas situaciones que podrían desencadenar estos impulsos, como encuentros sociales específicos o el consumo de contenido que te lo potencie, evítalos temporalmente mientras trabajas en controlarlos. Un profesional puede ayudarte a identificar y trabajar las raíces emocionales de este conflicto. La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) puede ser especialmente útil para reestructurar patrones de pensamiento que refuercen el impulso y desarrollar habilidades para gestionarlo.

Hola, es probable que lo que te estés sucediendo esté relacionado con sintomatología ansiosa y obsesiva. Es natural que estés preocupado si nunca has experimentado este tipo de pensamientos que sientes no puedes controlar. Mi recomendación es que si no mejora, acudas a un profesional de la salud mental ya que está fuera de tu control y puede generarte problemas. No dejes de acudir a un profesional para averiguar y entender que te sucede.

Hola, tienes un trastorno obsesivo compositivo (TOC) concretamente de pérdida del control de lo impulsos. Busca a un psicólogo que haga terapia cognitiva conductual. Es la única que tiene suficientes evidencias para que te pueda ayudar

Lo que describes puede estar relacionado con impulsos obsesivos o pensamientos intrusivos, que suelen generar angustia y contradicen tus valores y deseos personales. Es importante reconocer que estos pensamientos no te definen, pero sí necesitan atención para evitar que afecten tu vida o tus decisiones.

Te recomendaría acudir a un psicólogo especializado en salud mental para explorar el origen de estos impulsos. Podría tratarse de una respuesta a emociones reprimidas, estrés, o incluso de un componente obsesivo. La terapia te ayudará a desarrollar estrategias para gestionar estos pensamientos de forma efectiva y prevenir que influyan en tu comportamiento.

Mientras tanto, practicar técnicas de relajación, como la respiración profunda o la meditación, puede ayudarte a reducir la intensidad del impulso en el momento. También es útil reflexionar sobre tus valores y las consecuencias de tus acciones para reforzar tu compromiso con ellos. Buscar apoyo profesional es clave para recuperar la tranquilidad y el control.

Buenas tardes. Gracias por compartir tu situación. Reconocer este impulso y buscar ayuda ya es un paso importante. Lo que describes puede estar relacionado con necesidades emocionales o conflictos internos, que serían fundamentales que trabajases en ellos para evitar actuar en contra de tus valores. Te recomiendo acudir y empezar terapia para explorar las causas de este deseo y aprender estrategias para gestionarlo. Mientras tanto, practicar técnicas de distracción o regulación emocional (meditación, ejercicio...) pueden ser útiles. Estoy aquí para ayudarte si decides dar ese paso. Un saludo

Hola, gracias por compartir tu situación y tus preocupaciones. Es un gran paso que reconozcas estos impulsos y que busques formas de controlarlos antes de que puedan afectar negativamente tu vida o tus relaciones. Quiero que sepas que no estás solo en esto, y es algo con lo que podemos trabajar.

El deseo que describes puede estar relacionado con factores psicológicos o emocionales, como necesidades no resueltas, frustraciones internas o impulsos que requieren un entendimiento más profundo. Reconocerlos es un primer paso importante, pero para gestionarlos es fundamental abordar tanto las causas como las estrategias para controlarlos.

Te recomiendo que consideres iniciar un proceso terapéutico con un psicólogo especializado en manejo de impulsos o terapia cognitivo-conductual (TCC). Esta terapia puede ayudarte a identificar los factores que alimentan estos deseos, desarrollar herramientas para manejarlos y trabajar en fortalecer tu autocontrol.

Una terapia que considero te podría dar una solución muy eficaz y eficiente a este problema es la Terapia Breve Estratégica (TBE) basada en el análisis de la disfuncionalidad a partir de los reductores de complejidad que se pueden observar con respecto a tu forma de solucionar el problema.

Mientras tanto, algunas estrategias iniciales que podrían ayudarte son:

Identificar los detonantes: Reflexiona sobre cuándo y en qué circunstancias surgen estos impulsos. Esto te ayudará a entender qué situaciones evitar o cómo prepararte para enfrentarlas.

Practicar técnicas de autocontrol: Ejercicios de respiración, meditación o mindfulness pueden ser útiles para reducir la intensidad de los pensamientos y manejar el impulso en el momento.

Redirigir tu energía: Dedicar tiempo a actividades físicas, creativas o sociales que te mantengan enfocado en algo positivo puede ayudar a disminuir el enfoque en estos impulsos.

Comunicación abierta con tu pareja: Si sientes que es posible, compartir con tu pareja que estás pasando por un momento difícil, sin entrar en detalles que puedan herir, podría crear un espacio de apoyo.

Recuerda que buscar ayuda profesional no es un signo de debilidad, sino una decisión valiente para recuperar el control sobre tu bienestar y tus relaciones. Estoy aquí para ayudarte si decides dar este paso.

Un saludo cálido,
Amador

Lo que estás sintiendo es algo complicado y completamente válido. El deseo de embarazar a una mujer puede estar relacionado con un impulso profundo y controvertido que puede estar influenciado por diversos factores emocionales, psicológicos o sociales. Es normal que sientas ansiedad ante la idea de este impulso creciente y la preocupación sobre cómo manejarlo.
Acepta tus sentimientos, lo primero es reconocer tus emociones sin juzgarte. Sentir impulsos intensos es una parte natural del ser humano, pero cuando esos impulsos son dañinos o peligrosos, es importante buscar maneras saludables de abordarlos.
Explora la raíz, reflexiona sobre lo que puede estar detrás de este deseo. ¿Es una necesidad de control? ¿Podría estar relacionado con miedos, inseguridades o una idea distorsionada sobre lo que significa ser padre?
Evalúa tus decisiones, si sientes que no puedes manejar estos impulsos, piensa en buscar ayuda inmediata para evitar situaciones en las que puedas actuar de manera impulsiva y dañina. Es preferible tomar medidas preventivas que arrepentirse después.
Consulta profesional, un terapeuta especializado en temas emocionales o de pareja puede ayudarte a explorar estos sentimientos en profundidad, guiándote en cómo gestionarlos de manera saludable.