Hola, siento síntomas(latidos fuertes y mareo) que no desaparecen en todo el día,llevo así 2 años(la

Hola, sería importante estudiar los síntomas que padeces y en qué situación se dan. En ocasiones, los síntomas se "disparan" en situaciones determinadas y no logramos encontrar una causa aparente. Otras, se pueden deber a una propia ansiedad anticipatoria provocada por los propios pensamientos negativos y automáticos. Es viable la opción del TAG que te comentaron, pero lo fundamental es estudiar el caso para poder elaborar una intervención adecuada. A tu disposición para lo que necesites.

Hola, gracias por tu pregunta. Imagino que has ido a un médico de cabecera quién ha hecho el diagnóstico, o siendo que llevas ya 2 años con sintomatología compatible con un trastorno de ansiedad, también te habrán derivado a un especialista en psiquiatría para hacer el diagnóstico diferencial, por lo que es probable que te hayan prescrito tratamiento farmacológico también. Si no es así, te animo a que consultes un médico especialista, y en cualquier caso te recomiendo consultar con un psicoterapeuta, ya que estas manifestaciones somáticas tienen su origen en un nivel mucho más profundo y cabe descubrir qué significado y qué motivación tienen. si no das lugar a las emociones (que no se pueden controlar), estas se encargan de salir por otras vías.
Estoy segura que te encontrarás mucho mejor!

Muy buenas,

la sensación de mareo y las palpitaciones son dos de los síntomas más comunes descritos por las personas que sufren ansiedad (algunos de los otros serían la sensación de que falta el aire, opresión en el pecho, nudo en la garganta y dificultad para tragar, sequedad de boca, sudoración excesiva, temblor en las extremidades, parestesias y despersonalizaciones).

La ansiedad es básicamente el "modo batalla" que tiene nuestro cuerpo para hacer frente a una amenaza, real o futura, presente o imaginada. Estos síntomas pueden monopolizar la vida de una persona pese a que no siempre existan situaciones de alto estrés o grandes amenazas en la vida de la misma.

Y lo hacen porque funcionan mediante el mecanismo de miedo al miedo: son sensaciones tan desagradables y persistentes que cuando notamos que están presentes (y además nuestra percepción se ha agudizado en notar dichos síntomas) aparece una reacción automática de miedo (con pensamientos tipo: ya estamos otra vez, otro día que voy a estar mal todo el tiempo, esto no se va a acabar nunca) que desencadena una respuesta de ansiedad en nuestro sistema nervioso y, por tanto, agudiza los síntomas iniciales (el cuerpo combate el fuego con más fuego).

La manera de romper esta dinámica en bucle parte de instaurar una nueva relación con nuestra ansiedad, basada más en la aceptación que en la lucha, en el autocuidado y en desarrollar herramientas útiles para los peores picos (respiración, mindfulness, distractores, sensaciones físicas).

La paradoja es que cuando decidimos convivir con la ansiedad sabiendo que esto implica la idea de aceptar pasarlo mal durante algún tiempo más, pero relativizando su gravedad e incidencia y vamos perdiéndole el respeto, progresivamente va perdiendo intensidad (pues cada vez estos síntomas desencadenan una menor respuesta de amenaza, y como biológicamente están programados para períodos breves de activación, empezarán a darnos un respiro), momento que hay que aprovechar para recuperar, poco a poco, todo aquello que nos llenaba del pasado y nuestro ritmo de vida habitual a pesar de estar sufriendo aún.

La ayuda de un terapeuta en las fases iniciales de este proceso de cambio es recomendada

Lo mejor es que tengas algunas entrevistas con profesionales de la psicología y se pueda evaluar la situación. Te recomiendo alguien con experiencia en psicosomática.

Hola, el estar durante mucho tiempo vigilando si los síntomas se dan o no ya es una preocupación en sí misma que propicia una sintomatología ansiosa (latidos fuertes, mareos, respiración agitada...). Te recomiendo la terapia cognitivo conductual para así mitigar esa preocupación.
Un saludo.

Buenas noches,

He leído las respuestas de mis cinco compañeros, todas ellas útiles y complementarias. Por nuestra parte, plantearemos una hipótesis de trabajo para dar respuesta a sus preguntas:

1. ¿Los síntomas de “mareo” y “latidos fuertes” podría tratarse de un trastorno de somatización? Si es así,

2. ¿Cómo tratar los síntomas?

Respuesta 1:

Sí.

Planteamiento e Hipótesis:

En los pacientes con trastornos disociativos complejos aparece una amplia variedad de síntomas somáticos. Si bien el DSM-5 no incluye ningún síntoma somatomorfo en los criterios diagnósticos para el trastorno disociativo, estos sí aparecen incluidos en otra parte bajo el nombre de “síntomas de conversión, que no se explican por la presencia de una enfermedad médica” y “trastornos con síntomas somáticos”. La CIE-11 incluye la categoría diagnóstica de trastorno disociativo con síntomas neurológicos, vértigos o mareos.

El trastorno disociativo relacionado con el trauma contempla entre los síntomas disociativos somatomorfos las “percepciones somáticas distorsionadas”. Los síntomas de “latidos fuertes” y “mareo” estarían recogidos en este apartado.

Hipótesis: Presencia de un Trastorno disociativo relacionado con el trauma.

Discusión

Cuando usted informa: “yo no tengo preocupaciones variadas ni excesivas”, su afirmación es cierta ya que la disociación podemos entenderla como una no-percepción.

¿Qué entendemos por no-percepción?

Una alteración de la percepción (sensorial e intelectiva) que desemboca en una tabicación, bruma, velo o vidrio que separa a la persona de la percepción real del mundo exterior y de sí mismo como un todo coherente e integrado, dejando fuera de la conciencia segmentos enteros de experiencia.

¿Qué queremos decir cuando nos referimos a la vivencia somática de la no-percepción?

En el caso de la no-percepción más profunda, las partes disociativas se manifiestan somáticamente, cada una de ellas con las características físicas que le son propias, aun cuando continúen sin ser conocidas o reconocidas por usted.

Aspectos de la evitación del trauma aparecen distribuidos en diferentes partes disociativas. Por ejemplo, una parte de usted puede estar fijada a “fuertes latidos”, otra a “mareos”, evitando con ello cualquier reconocimiento de la realidad traumatizada. Cada parte disociativa tiene su propia fisiología, sensaciones y movimientos correspondientes, que reflejan sus respectivos contenidos mentales.

Los recuerdos traumáticos son fundamentalmente somatosensoriales, con frecuencia sin un componente cognitivo (o escaso), y la vivencia no verbal del trauma continúa viva en el cuerpo a través de los síntomas (“latidos fuerte” y “mareos” –en su caso).

Usted señala: “siento síntomas que no desaparecen en todo el día, llevo así dos años”, en razón de ello, los síntomas que experimenta repetitiva e inacabadamente asociados al trauma pueden proseguir porque se siente a salvo y segura experimentándolos que sintiéndose como si estuviera otra vez allí, cuando el [trauma] estaba sucediendo –recuerde que estamos trabajando sobre un hipótesis-.

¿Por qué me dijeron que era un trastorno de ansiedad generalizado (TAG)?

Porque el trastorno de ansiedad, en población española, tiene una comorbilidad clínica del 41,7% con los trastornos disociativos.

Recomendaciones

Si considera que nuestra hipótesis de trabajo es correcta, puede leer la respuesta a su segunda pregunta:

¿Cómo tratar los síntomas?

Respuesta 2:

1. Es imprescindible que el terapeuta incluya el reconocimiento de la vivencia somática dentro de su enfoque tradicional de psicoterapia con el objetivo de facilitar la percepción realista y la integración.

2. Es necesario que el terapeuta tome conciencia del papel central que desempeña la vivencia somática –en su caso: latidos fuertes y mareos- como un componente crucial a abordar en el supuesto de que haya sufrido traumas.

3. El terapeuta no debe tratar las partes disociativas como si fueran “cosas” separadas de la persona como un todo. Los contenidos de la mente están encarnados, esto es, materializados dentro de una realidad corporal. En realidad, somos ambas cosas: mente y cuerpo; nuestras mentes están corporalizadas. Sentimos y nos movemos en reacción a lo que acontece en nuestras mentes y, simultáneamente, nuestras mentes reflejan lo que estamos sintiendo en nuestros cuerpos. Una y otro son verdadera y absolutamente inseparables y se influyen mutuamente.

4. El terapeuta necesita poder reconocer las sensaciones agudas e intensas: “mareo”, “latidos fuertes” como síntomas asociados el “miedo” que en realidad siente, con objeto de poder intervenir precozmente para favorecer la regulación, y transformar el miedo en una emoción más adaptativa en el momento actual. Las emociones tienen unos precursores somáticos e incluyen sensaciones, gestos y movimientos. Con la ansiedad y el temor que experimenta, los músculos se tensan, están señales somáticas son las que debe de identificar el terapeuta que la atienda; las expresiones faciales cambian en consonancia con la percepción de una posible amenaza o de una sensación de seguridad cuando el terapeuta se aproxime o se aleje con sus palabras a la zona traumatizada.

Espero y deseo, haber sido de utilidad y ayuda.

Un saludo,

Yo quiero ser conciso. Creo, por lo que describes que lo más probable es un Trastorno de ansiedad. Ahora bien, el modo de resolverlo es yendo al fondo, al origen del problema y quitarlo. Creo que el psicoanálisis es, hoy día rápido y eficaz y definitivo. Te lo recomiendo. Puedes hacerlo online.
Un saludo

Hola, con los síntomas que describes es un poco complicado poder darte una respuesta muy atinada.
Te recomiendo que comiences un proceso terapéutico para poder entender por qué tienes esos síntomas, de que te protegen, por qué se han convertido en el centro de tu vida, es decir, qué has dejado de lado y qué está alimentando que no puedas dejar de prestarles atención.
Si te interesa, podemos trabajar todo esto de manera online, presencial y/o telefónica.
Un saludo,
Paul

¡ Buenos días ! Yo estoy un poco en contra de ese tipo de diagnósticos porque entiendo que la ansiedad es el modelo que has aprendido de afrontamiento y por eso recurres a el. Al igual que otro modelo de afrontamiento puede ser la somatización. Por ello, te aconsejo que vayas a un buen especialista que te pueda tratar estos modelos de afrontamiento para que los cambies por otros más adaptativos. Muchas gracias y un saludo.

Hola,
Muchas gracias por compartir tus síntomas.
A veces los diagnósticos no son más que etiquetas que hacen que los síntomas vayan a más.
Lo importante es centrarte en tus síntomas, los que te generan malestar y en hacer que desaparezcan.
Lo primero, aunque parezca imposible es limitar el tiempo de pensar en tus síntomas, ya que eso hará que aumenten. Para eso te doy, si me lo permites, un truquito que les digo a mis pacientes: HAZ SUMAS Y RESTAS,jeje, parece simple pero es muy eficaz.
Cada vez que aparezca el pensamiento o los síntomas, desvía tu atención y ponte a hacer cuentas mentales, así conseguirás disminuir la intensidad de los síntomas.
Esto es un parche útil,pero parche. la clave es aprender a controlar esos pensamientos para que desaparezcan por completo y dejen de invalidar tu vida.
Si quieres que te ayude a controlar y eliminar esos pensamientos, estaré encantada de ayudarte :)