Hola, querría hacerme una idea de qué puedo padecer, (no pido un diagnóstico serio). Desde pequeñ

9 respuestas
Hola, querría hacerme una idea de qué puedo padecer, (no pido un diagnóstico serio).

Desde pequeño, casi desde los 2 años, he tenido una gran carencia de lo que algunos consideran “empatía u emociones”, personalmente no me preocupa.

Además soy una persona un tanto rebelde, básicamente estando en contra de las normas cuasi por naturaleza. Tengo una actitud en su mayoría, una falsa amabilidad y una gran capacidad de comunicar “chistes o en su defecto insultos”, pero he de aclarar que me desagrada socializar si no es con un fin.

Además me comunican algunas personas alrededor que siempre me salgo con la mía, o no asumo las consecuencias, por mi alta habilidad de desviar problemas.

Yo odio la rutina y me gustan las experiencias de alto riesgo mental, como estar bajo presión o vivir “chutes de adrenalina”.

(Estoy siendo lo más imparcial posible, extrayendo datos de lo que opina la gente de mi).

Gracias.
Bueno, la exposición que haces ya es un intento de transparencia y de necesidad de revertir tu conducta. La ausencia de sentimientos y empatía, suele proceder de muy temprana edad, pero ahora toca trabajarlo. Empieza con agradecer lo que tienes y a quienes están pendientes de tí. La compasión por los demás y el agradecimiento, aunque te lo impongas como tarea, suele hacer mella en el comportamiento. Los chistes haciendo uso exagerado es un mecanismo de desviación de la realidad en que vivimos. La actitud rebelde en general, es una llamada de atención a la sociedad a la familia o al entorno en general.
Tu exposición es una acto de realismo y de necesidad de cambiar de chip. Adelante.
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Desde el enfoque IFS, podríamos ver estas tendencias como partes de ti que han desarrollado estrategias para adaptarse y protegerte. La rebeldía, la necesidad de riesgo o la aversión a la rutina pueden ser respuestas aprendidas para mantener una sensación de control o evitar la vulnerabilidad.

Más que etiquetarlas, podrías explorar qué buscan realmente estas partes. ¿Qué pasaría si las escuchas sin juzgarlas? Tal vez haya una parte más profunda que decidió distanciarse de ciertas emociones o conexiones. Comprenderlas puede ayudarte a ver cómo influyen en tu forma de estar en el mundo y qué necesitan realmente.
Si sientes curiosidad por explorar esto más a fondo, la terapia podría ayudarte a comprender mejor estas dinámicas y ver si siguen sirviéndote o si hay otras formas de estar en el mundo que puedan traerte más equilibrio.
Lo que describes sugiere rasgos de personalidad que podrían estar relacionados con una alta necesidad de estimulación, una actitud desafiante ante las normas y una baja sensibilidad emocional o empatía hacia los demás. También mencionas que disfrutas de la adrenalina y situaciones de alta presión, lo que podría estar vinculado a una búsqueda de emociones intensas.

Desde una perspectiva psicológica, algunas de estas características pueden asociarse con rasgos de personalidad dentro del espectro de la impulsividad, la búsqueda de sensaciones o incluso ciertos patrones de conducta oposicionista. También puede haber un componente de desapego emocional o de uso estratégico de la comunicación para lograr ciertos fines.

Dicho esto, la clave no es poner una etiqueta, sino preguntarte cómo estas características impactan en tu vida. ¿Te generan problemas en relaciones personales o laborales? ¿Te sientes satisfecho con la forma en que te desenvuelves en el mundo, o hay aspectos que te gustaría cambiar? Si sientes curiosidad por explorar más sobre ti mismo, un proceso terapéutico podría ayudarte a entender mejor estos rasgos sin necesariamente encasillarte en un diagnóstico.


GraciasHola, gracias por expresar con tanta claridad y detalle cómo te percibes y cómo te describen las personas a tu alrededor. Lo que comentas muestra una fuerte capacidad de observación sobre ti mismo, lo cual ya es un primer paso importante para comprenderte mejor.

Dices no estar buscando un diagnóstico, sino una orientación, y eso es totalmente válido. Hay rasgos que mencionas —como la baja sensibilidad emocional, la necesidad de control, el rechazo a la rutina, el gusto por el riesgo o la dificultad para establecer vínculos sociales genuinos— que podrían estar relacionados con ciertos perfiles de personalidad. Pero sin una evaluación clínica completa, sería muy aventurado etiquetarlo.

Más allá del nombre o la categoría diagnóstica, lo importante es preguntarse si hay aspectos de tu forma de estar en el mundo que te generan malestar o dificultan tus relaciones, tu trabajo o tu bienestar general. Si es así, el acompañamiento psicológico puede ayudarte a explorar en profundidad tu mundo interno y descubrir nuevas formas de comprenderte.

Gracias por tu forma tan directa y honesta de expresarte.

Un saludo
 Mariano de Vena Salvador
Psicólogo infantil, Psicólogo
Madrid
es complicado solo con estos datos y sin hacer una valoración personal, pero los rasgos que mencionas si pueden correlacionar con determinados trastornos. Habría que tener una entrevista con un profesional y a partir de ahí valorar la situación
Algunos de los rasgos que describes, como tu falta de interés en la socialización sin un propósito claro, la inclinación a desafiar normas, la capacidad para manejar situaciones a tu favor y la preferencia por experiencias de alto riesgo, podrían estar vinculados a ciertos patrones de personalidad que valdría la pena explorar con mayor profundidad. No necesariamente indican la presencia de un trastorno, pero sí pueden influir en la manera en que te relacionas contigo mismo y con los demás.

Si en algún momento sientes curiosidad por comprender mejor estos aspectos, podrías considerar hablar con un profesional en un entorno seguro y libre de juicios. Más allá de un "diagnóstico", esto podría ayudarte a conocerte mejor y poder entender el por qué de tu comportamiento. Te mando un abrazo
 Silvia Schoffer Kraut
Psicólogo
Santa Cruz de Tenerife
B.días, he leído con atención tu caso y como Psicóloga me ha llamado la atención de que le das poca importancia a la empatía. La empatía es una actitud muy importante para entenderte con tu entorno. Es posible que con tu infancia difícil, te resultaba más llevadera la vida "sin empatía", ser rebelde y hacer lo que querías. Como Psicóloga, interpretó que llegó el momento de poner en práctica comportamientos más sociales que te harán la vida más fácil. Te sugiero que tomes sesiones con una psicóloga/o que te ayuden a poner orden en tus líneas de comportamiento y que sientas que ser empático es una virtud, no un defecto ni una debilidad. Te sugiero una sesiones de terapia, te harán sentirte mejor contigo mismo. Saludos
 Andrés Adargoma Nuez González
Psicólogo
Las Palmas de Gran Canaria
Gracias por contarlo tan claro. Lo que describes suena a rasgos que podrían encajar con un perfil de personalidad tipo antagónica, incluso con tintes de trastorno antisocial o narcisista, aunque también hay algo de búsqueda de sensaciones (sensation seeking). Pero ojo: no es algo malo en sí, depende mucho de cómo lo gestiones.

Algunos puntos clave de lo que mencionas:

Baja empatía / emocionalidad reducida: puede estar ligado a rasgos antisociales o incluso rasgos psicopáticos, aunque no necesariamente peligrosos.

Rebeldía y desprecio por normas: muy característico del perfil opositor o antisocial.

Falsa amabilidad / manipulación: suena a estrategia social, a veces asociada al narcisismo o al uso instrumental de los demás.

Desagrado por socializar sin propósito: indica un enfoque utilitario de las relaciones.

Desviación de problemas y evitación de consecuencias: alta inteligencia social, pero también posible evitación de responsabilidad.

Amor por la adrenalina / presión: típico en personalidades que buscan estímulos constantes, a veces por aburrimiento crónico o falta de conexión emocional.

¿Te genera algún conflicto en tu vida o lo manejás bien así como estás?
No puedo darte un diagnóstico ni creo conveniente lanzar ideas pero sí puedo decirte que parece que tienes una gran capacidad para analizarte y recoger cómo te perciben los demás, lo cual ya es un punto a favor si en algún momento quieres profundizar en ello. Más allá de las etiquetas o de cómo te vean los demás, lo importante es cómo estos patrones influyen en tu vida. Si te sientes bien y no interfieren en tus relaciones, decisiones o bienestar, quizá no haya nada de qué preocuparse. Pero si en algún momento notas que te limitan, generan conflictos o afectan tu forma de vivir y relacionarte, explorarlos podría darte más claridad y control sobre cómo quieres gestionarlos.

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