Hola mi hija tiene 2 años y 4 meses y tartamudea al hablar. Todo esto empezó este verano tuvo un epi

Es muy frecuente en estas edades y no hay que darle importancia. Casi siempre se autolimita. Si se le insiste en que no lo haga se le genera ansiedad y se perpetúa más. Solo si persiste mucho precisa logopeda pero en la inmensa mayoría de casos no es necesario!

Probablemente se trate de un tartamudeo evolutivo, como usted comenta. Se trata de episodios transitorios fruto del desarrollo normal del lenguaje. Normalmente desaparecen tal y como vienen, sin causa aparente. El problema es cuando el entorno del niño le da excesiva importancia y lo vive con demasiada preocupación. Esto se transmite al niño, los síntomas empeoran y corremos el riesgo de convertirlo en una verdadera tartamudez. Mi consejo es que acudan a un logopeda, pero no para el niño sino para ofrecer a la familia unas pautas de actuación y la posibilidad de monitorizar el proceso de normalización del habla del niño.

Le aconsejaría que la viera un logopeda, ya que puede ser algo normal, evolutivo, pero también puede ser una tartamudez límite o una tartamudez establecida inicial, dependiendo de que existan o no signos de tensión, bloqueos, cambios de entonación...
También, muy importante, no focalizar mucho la atención y que la niña lo note, porque generará ansiedad, que lo único que hará será acrecentar el problema

Buenas tardes,
Como logopeda especialista en disfemia (tartamudez) discrepo totalmente de las opniones que recomiendan simplemente no darle importancia y confiar en que sea un episodio pasajero.
Por puro sentido común debemos procurar no reaccionar con preocupación ante la niña. Pero sí debemos tomar cartas en el asunto y acudir a un logopeda experimentado que pueda analizar el caso, dar pautas de actuación a la familia y diagnosticar de qué tipo de disfkuencias o tartamudeo se trata.

Buenos días, podría ser algo evolutivo, aunque es aconsejable acudir a un profesional para valorar y recibir pautas concretas para abordar estas situaciones en las que el niño tartamudea, con el fin de favorecer el que el niño se comunique independiente de la forma en la que lo haga, prevención de los posibles problemas asociados así como una detección precoz y tratamientos de las áreas relacionadas con la posible tartamudez (habilidades sociales, ansiedad...). Si es algo evolutivo con determinadas pautas y orientaciones podemos minimizar el malestar que se genera en padres y niño. En cualquier caso, no debemos olvidar la importancia de descartar o hacer un diagnostico con el fin de recibir el tratamiento adecuado. La prevención es fundamental.