¿De qué manera el insuficiente control de impulsos hace a los adolescentes más vulnerables a ser

Todos los compañeros tienen razón. Creo que lo importante es no confundir un rasgo con el origen de una patología.
El control de impulsos refleja la forma de solucionar lo que se quiere, o se debe hacer, el cómo se logra o se renuncia a ello, y las dificultades que conlleva. Puede dar cuenta del desarrollo madurativo logrado.
Ni todos los momentos de dificultad tienen que ser patológicos, ni derivar en una ludopatía.
Si hay problemas, lo mejor es hacer psicoterapia favoreciendo el conocimiento profundo de uno mismo y el poder cambiar.

Buenas,
No entiendo qué quiere decir con "de qué manera", pero al fin y al cabo la conducta de juego patológica es un claro signo de falta de control de impulsos, al igual que puede suceder con comer de forma compulsiva o los estallidos de ira. El juego es algo que atrae, pero que normalmente sea por preceptos morales, éticos o simplemente desinterés, la mayoría de la gente controla. Pero si a la atracción se le añade modelos familiares de juego, un entorno que no te ayuda a contenerte, una época vital de crisis y/o algunos factores más, el resultado deriva en una conducta con falta de control, como por ejemplo la ludopatía.

Como dice, la dificultad en el control de los impulsos tiene que ver con las adicciones en la búsqueda del placer inmediato y la baja tolerancia a la frustración, por esto es importante ir educando en la idea de que las cosas no son inmediatas.

Controlar los impulsos es básicamente decir que no a algo que nos apetece. Si me apetece jugar y no digo que no es más probable que termine por desarrollar una ludopatía.

De ninguna manera. Que haya una explosión de sensaciones en la adolescencia y un ansia por explorar y conocer tratando de alcanzar más rápido de lo que su saber les permite, la adultez, no quiere decir que vayan a convertirse en enfermos. Las adicciones tampoco tienen que ver con el control, ya que cuanto más se intenta controlar, más se pierde el control. La pasión por el juego consta de dos factores, inconscientes, que son fundamentales para entenderlo y tratarlo: en primer lugar hay un hábito o "vicio", que evoca una pretérita obsesión onanista, y en segundo lugar hay una tendencia al auto castigo, remordimientos y culpa, no por haberse quedado en la ruina o por cometer actos delictivos para poder seguir jugando. La culpa inconsciente es previa al acto, el castigo como la ruina o la cárcel calma la culpa. No en vano la mayor producción literaria de Dostoyevski se producía cuando después del juego se quedaba en la más absoluta ruina. La ludopatía se resuelve con psicoanálisis.

Es sólo un factor para llegar a la dulopatía tienen que concurrir varios factores. Psicológicos, sociales y biológicos

Hay una relación clara entre la falta de control de impulsos y la ludopatía. No obstante y para no emitir diagnósticos o juicios en vano, es importante que si os encontráis ante la duda, acudáis a un especialista para valorar esas conductas problemáticas, teniendo en cuenta el momento vital que implica la adolescencia.