¿Cómo podemos detectar la enfermedad de Alzheimer?

Cuando una persona generalmente de la tercera edad, empieza a tener una conducta distinta a la habitual: dificultad para realizar su día a día y aparecen olvidos, dificultad para mantener la atención, desorientación espacial, alteración de comportamiento y conducta, afasia, apraxia, etc.
En general, cualquier síntoma que nos llame la atención, debemos acudir al médico, porque puede ser alzheimer, o lo que creemos alzheimer sea un tipo de demencia. Y es el neurólogo quien lo debe de valorar y diagnosticar.

Hay que tener en cuenta que existen muchos tipos de demencias y enfermedades neurológicas degenerativas. Es importante una buena evaluación y diagnóstico de la misma. A partir de cierta edad es normal tener ciertos despistes u olvidos normalizados.
Es importante observar los cambios conductuales, los fallos en la memoria y en el lenguaje, la desorientación personal y espacio-temporal.
Si observa alguno de estos síntomas, es importante que acuda al médico y a un psicólogo especializado en neurología.
Mantener una rutina y automatizar las acciones del día a día, ayudarán en este tipo de enfermedades.

Hoy en día el diagnóstico sigue siendo clínico, es decir por las manifestaciones del paciente. La memoria episódica es lo primero que falla en la gran mayoría y es el primer síntoma que hay que captar. La memoria episódica se capta preguntando por las cosas que haces cada día. Una manera sencilla es el test episódico del cuidador: si sacas 17 o menos pensaremos en Alzheimer, 18-19 en deterioro leve y 20-23 es normal. A nivel de investigación podemos orientar con marcadores biológicos la evolución a Alzheimer antes de que aparezcan los primeros síntomas. Pero esto está por venir.