Cómo ayudar a una persona que sufre el desprecio de su hija y la considera culpable de su situación

Es importante trabajar en autoestima y límites acerca de la relación madre e hija.

Ofreciéndole tu apoyo y tu punto de vista honesto. Si percibes que tenéis puntos de vista distintos y que no acoge el tuyo, o que sufre mucho debido a esta situación siempre puedes orientarla a comenzar un proceso de terapia, así evitarás posicionarte en el rol de salvadora y ella podrá aprender y desarrollar recursos que le permitan gestionar mejor la situación en la que se encuentra.

A veces la mejor manera de ayudar es mantener una distancia prudencial.

Un saludo.

Una crisis paterno-filial puede atender a diversos motivos. Por lo que se hace complejo poder asesorarle con tan pocos detalles y ofrecerle así, una posible ayuda que vaya a dar respuesta al problema. Lo más que puedo indicarle es que evalúe detenidamente la situación. Puede que sus padres hayan tenido influencia en los resultados alcanzados, al dar su opinión o consejo, pero es su hija quien es dueña de sus decisiones y las acciones que ejecute. Al no cumplirse las expectativas deseadas, surge el enfado y con él, el rechazo o desprecio, que no dejan de ser la consecuencia donde se manifiesta el "castigo", al ser considerados culpables por realizar un mal consejo.

¡Buenos días!
Lo mejor que puedes hacer es acompañarla y apoyarla. Ella debe abrir los ojos y poner límites para que pueda empezar a quererse y hacer actividades de autocuidado. Sin embargo, esto es complicado, así que aconsejo que pueda acudir a un psicólogo que pueda ayudarla. Muchas gracias y un saludo.

Mejorar la comunicación especialmente, los límites y el rol de cada una de las figuras.

¡Hola! Primero que todo, quiero agradecerte por tomarte el tiempo para preguntar en nombre de esta persona, es un gesto muy valioso.
Para poder brindar ayuda de manera efectiva, sería necesario conocer más detalles sobre la situación específica que esta persona está viviendo con su hija. Aun así, en casos como este, es esencial establecer límites saludables en la relación, lo que puede facilitar una comunicación más clara y permitir que esta madre exprese sus sentimientos sin entrar en dinámicas perjudiciales.
Si el malestar persiste, sería recomendable que buscara apoyo profesional para gestionar sus emociones y relacionarse con su hija de una manera que no interfiera en su capacidad de vivir una vida plena y alineada con lo que realmente valora.
Desde tu rol, te sugeriría acompañarla y ofrecerle validación emocional, es decir, escucharla con empatía y hacerle sentir que lo que está experimentando es válido y comprensible, sin juzgar ni minimizar sus sentimientos. Esto implica crear un espacio donde se sienta segura para hablar abiertamente de lo que le preocupa, sabiendo que no será criticada. Cuando una persona siente que sus emociones son aceptadas y comprendidas, esto puede ser muy reconfortante, especialmente en momentos difíciles como este.

Hola, gracias por tu confianza al plantear esta situación tan delicada. Entiendo que ver a alguien sufrir el desprecio de un ser querido, especialmente de un hijo o hija, debe ser profundamente doloroso. A continuación, te ofrezco algunas sugerencias sobre cómo puedes ayudar a esta persona:

-Escucha activa y apoyo emocional: Lo más importante es que esta persona sienta que tiene un espacio seguro donde puede expresar sus sentimientos sin ser juzgada. Validar sus emociones es fundamental, ya que probablemente esté sintiendo culpa, tristeza y frustración.

-No alimentar la culpa: Es probable que esta persona ya se sienta culpable por la situación, por lo que es esencial no reforzar ese sentimiento. Ayúdala a reconocer que la relación entre padres e hijos es compleja, y que, aunque haya podido cometer errores, no es responsable de las decisiones ni el bienestar psicológico de su hija.

-Anímala a reflexionar sobre su relación con su hija, pero desde una perspectiva constructiva. Preguntas como "¿Qué crees que podrías hacer para mejorar la comunicación con ella?" pueden ayudar a identificar formas de reconectar o sanar la relación.

-Buscar ayuda profesional: A veces, las tensiones familiares están profundamente arraigadas y requieren la mediación de un profesional. Sugerirle que hable con un terapeuta especializado en relaciones familiares puede ser un paso clave para ayudarla a encontrar formas de manejar la situación y su impacto emocional.

-Mantener una actitud compasiva: Recordarle la importancia de la autocompasión es vital. El conflicto con su hija no define su valor como persona o como madre, y merece cuidarse emocionalmente en este proceso.

Es fundamental entender que las dinámicas familiares son complejas y que el cambio no siempre será inmediato, pero con paciencia y apoyo, esta persona puede encontrar formas de lidiar con la situación de una manera más saludable.

Hola,
En estas circunstancias buscaría apoyo familiar, por ejemplo el de su marido, y ser conscientes de que el desprecio que su hija siente no es algo personal/real hacia su madre, sino quizás una distorsión del pensamiento de su hija que hace ver a su madre con desprecio.
Les recomendaría también pedir ayudar psicológica.
un abrazo.

Buenas;
Le puedes ayudar en la búsqueda de soluciones para reducir su malestar.
Ella será la persona más responsable de su propia felicidad o bienestar, aunque sea despreciada
La búsqueda de culpables no es lo más útil.
Saludos cordiales.

Hola,

En complementariedad a las nueve respuestas dadas por mis compañera/os y en la línea de lo ya dicho aquí, tu pregunta:

¿Cómo ayudar a una persona que sufre el desprecio de su hija?

Respuesta

No hagas nada; quédate a su lado. Limítate a estar presente.

Argumentación

Cuando nos vemos enfrentados a las urgencias, las crisis y la confusión, es difícil permanecer sentado y no hacer nada. Las palabras pueden fallar o ser malinterpretadas. Cualquier intervención puede ser ineficaz o ser rechazada sin pensárselo dos veces; las buenas intenciones se quedarán cortas; y aparecerán problemas que ninguna acción directiva puede cambiar o arreglar.

Conclusión

En razón de ello, proponemos que no hagas nada que te limites a estar presente. Estos “diálogos” relacionales son los más difíciles para cualquier persona, a la hora de llevarlo a la práctica, a la hora de reconocerlos. Pero son de suma importancia.

Espero y deseo haber sido de utilidad.

Reciba un cordial saludo,

Juan José Regadera