Buenas. Soy una mujer de 20 años. Desde que descubrí que mi madre tiene un trastorno psicótico (p
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Buenas.
Soy una mujer de 20 años. Desde que descubrí que mi madre tiene un trastorno psicótico (probablemente esquizofrenia), mi vida ahora solo gira en torno al miedo, ansiedad extrema y angustia que me causa poder llegar a presentar yo también este mismo trastorno. Desde hace unos meses empecé a tener alucinaciones en parálisis del sueño y también hipnagógicas que me hacen tener temor y mucha ansiedad a la hora de irme a dormir, por lo que no descanso bien y me paso todo el día cansada. Ahora, además de todo esto, al acostarme a dormir se me vienen a la cabeza pensamientos incoherentes que no tienen sentido que tienen mi voz o una voz ajena (a veces de mi familia) mientras me quedo dormida, pero lo que de verdad me aterra es que a veces me ha pasado puntualmente durante el día. Siento la cabeza obnubilada, hiperactiva y ahora con todo esto... Estoy desarrollando la enfermedad de mi madre?
Soy una mujer de 20 años. Desde que descubrí que mi madre tiene un trastorno psicótico (probablemente esquizofrenia), mi vida ahora solo gira en torno al miedo, ansiedad extrema y angustia que me causa poder llegar a presentar yo también este mismo trastorno. Desde hace unos meses empecé a tener alucinaciones en parálisis del sueño y también hipnagógicas que me hacen tener temor y mucha ansiedad a la hora de irme a dormir, por lo que no descanso bien y me paso todo el día cansada. Ahora, además de todo esto, al acostarme a dormir se me vienen a la cabeza pensamientos incoherentes que no tienen sentido que tienen mi voz o una voz ajena (a veces de mi familia) mientras me quedo dormida, pero lo que de verdad me aterra es que a veces me ha pasado puntualmente durante el día. Siento la cabeza obnubilada, hiperactiva y ahora con todo esto... Estoy desarrollando la enfermedad de mi madre?

¡Hola! Lo primero, muchas gracias por compartir tu preocupación y tu historia. Es importante evaluar tu caso en consulta para realizar un diagnóstico y un tratamiento. Sin embargo, te diré que los síntomas que presentas no parecen tener un carácter psicótico, sino más bien ansioso. No descansar ni dormir adecuadamente, además de estar continuamente preocupada con pensamientos ansiosos acaban drenando nuestra energía y muchas veces son la causa de la parálisis del sueño y de las alucinaciones hipnagógicas. Te recomiendo realizar una evaluación adecuada con un/a Psicólogo/a y comenzar a trabajar para sentirte mejor.

Lo primero, agradecerte tu valentía al exponer tu malestar ante la comunidad de expertos.
Por lo que comentas parece que no te encuentras en una situación fácil ni cómoda.
Los síntomas que describes pueden ser síntomas derivados de una ansiedad elevada por lo que estás viviendo, no tiene por qué ser el inicio de un trastorno psicótico.
La carga genética es un factor que influye pero no es determinante. He trabajado durante muchos años tanto en investigación como a nivel clínico con personas diagnosticadas de esquizofrenia y trastorno delirante.
Te animo a buscar la ayuda de un experto para que pueda realizarte una evaluación y aclarar tus dudas para que dejes de estar bajo la influencia del miedo a lo que pueda ser.
Un saludo
Por lo que comentas parece que no te encuentras en una situación fácil ni cómoda.
Los síntomas que describes pueden ser síntomas derivados de una ansiedad elevada por lo que estás viviendo, no tiene por qué ser el inicio de un trastorno psicótico.
La carga genética es un factor que influye pero no es determinante. He trabajado durante muchos años tanto en investigación como a nivel clínico con personas diagnosticadas de esquizofrenia y trastorno delirante.
Te animo a buscar la ayuda de un experto para que pueda realizarte una evaluación y aclarar tus dudas para que dejes de estar bajo la influencia del miedo a lo que pueda ser.
Un saludo

Antes que nada, quiero agradecerte por compartir lo que sientes y reconocer la dificultad que implica experimentar estos temores e inquietudes. Es muy valioso que hables de ello y busques orientación. A continuación, te ofrezco algunas reflexiones y sugerencias, con la aclaración de que lo ideal sería complementar esto con una evaluación profesional presencial o en línea.
1. Reconocer la diferencia entre predisposición y determinación
Es cierto que la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos pueden tener un componente genético, pero esto no significa que sea determinante que desarrolles la enfermedad. Existen múltiples factores (biológicos, ambientales, emocionales y sociales) que influyen en la aparición o no de un trastorno mental.
El hecho de que tu madre tenga un diagnóstico de trastorno psicótico no implica que tú vayas a desarrollarlo necesariamente.
2. Entender los síntomas que describes
Alucinaciones en la parálisis del sueño: es relativamente frecuente experimentar imágenes o sensaciones vívidas, voces o presencias al quedarse dormido o al despertar; se conocen como alucinaciones hipnagógicas (al conciliar el sueño) o hipnopómpicas (al despertar). Suelen ocurrir en el contexto de la parálisis del sueño y están más asociadas a alteraciones del ciclo del sueño, estrés o ansiedad que a un trastorno psicótico.
Pensamientos incoherentes antes de dormir: es común que, en momentos de somnolencia, aparezcan pensamientos fragmentados o desordenados. A veces pueden parecer voces “externas” o recordatorios de voces de personas cercanas, pero suelen ser parte de los procesos mentales normales entre la vigilia y el sueño. El cansancio, el estrés y la falta de descanso pueden intensificarlos.
Pensamientos o “voces” puntuales durante el día: si esto te genera mucho temor, conviene distinguir si se trata de pensamientos intrusivos, recuerdos o imágenes mentales muy vívidas, que pueden generarse por la ansiedad. Sin embargo, si percibes que son verdaderas voces ajenas a tu voluntad y que se repiten con frecuencia o te generan un desajuste significativo en la rutina, es importante comentarlo con un profesional para valorarlo adecuadamente.
3. Impacto del estrés y la ansiedad
El miedo a padecer una enfermedad de salud mental puede detonar ansiedad intensa, hipervigilancia e hipersensibilidad a cualquier sensación interna. Cuando nos enfocamos en “detectar” algún síntoma, es más probable que percibamos o interpretemos experiencias normales como alarmantes.
Estar en un estado de ansiedad crónica y cansancio constante también puede facilitar la aparición de imágenes hipnagógicas y pensamientos desordenados.
4. Cuándo buscar ayuda profesional
Si estos síntomas persisten, se intensifican o empiezan a generar un deterioro en tu vida cotidiana (afectando tu rendimiento, tus relaciones, tu autocuidado), es importante acudir a un psicólogo o psiquiatra para una evaluación.
Un profesional puede ayudarte a descartar si se trata de un trastorno psicótico incipiente, un episodio de ansiedad severa u otros temas como trastornos del sueño. Además, podrán ofrecerte herramientas y estrategias de manejo, así como acompañamiento en tu proceso de autocuidado.
5. Estrategias de afrontamiento y autocuidado
Mantén un horario de sueño regular: intenta acostarte y levantarte a la misma hora. Evita la cafeína en horas tardías y las pantallas justo antes de dormir.
Prácticas de relajación: ejercicios de respiración, meditación o mindfulness pueden ayudar a calmar la mente y reducir la hipervigilancia antes de dormir.
Regulación emocional: si sientes angustia o te asaltan pensamientos catastróficos, practicar técnicas de detención del pensamiento (parar, reconocer que es un pensamiento, reencuadrarlo) o llevar un diario puede ser de gran ayuda.
Actividad física y rutinas saludables: el ejercicio moderado, la alimentación balanceada y tener espacios de ocio y actividades gratificantes también contribuyen a equilibrar tu salud mental.
Apoyo social: hablar con personas de confianza acerca de tus inquietudes puede ayudar a procesar tus miedos. Un grupo de apoyo, amistades o familiares empáticos pueden brindarte contención emocional.
Terapia psicológica: un espacio terapéutico puede ayudarte a manejar la ansiedad, trabajar el miedo a la enfermedad y aprender a detectar y reinterpretar estas experiencias que te generan alarma. Si es necesario, y bajo supervisión de un profesional, se puede valorar también la intervención psiquiátrica.
6. Tener presente que no estás sola
Conocer la situación de tu madre puede generarte mucha preocupación, pero eso también te puede motivar a cuidar tu salud mental de forma activa. El hecho de que busques información y ayuda ya es un paso muy importante para prevenir y enfrentar dificultades psicológicas.
Para finalizar, te animo a que no asumas que estás desarrollando la misma condición sólo por estas experiencias, sino que busques una evaluación y un acompañamiento que te ayude a aclarar cualquier duda y a manejar tu ansiedad y tu estrés de forma adecuada.
Si en algún momento sientes que la ansiedad es demasiado abrumadora o si los síntomas empeoran, no dudes en contactar de inmediato a un profesional de la salud mental. Mereces sentirte apoyada y acompañada en este proceso.
Un abrazo y mucha fuerza en tu camino de cuidado y autocuidado.
1. Reconocer la diferencia entre predisposición y determinación
Es cierto que la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos pueden tener un componente genético, pero esto no significa que sea determinante que desarrolles la enfermedad. Existen múltiples factores (biológicos, ambientales, emocionales y sociales) que influyen en la aparición o no de un trastorno mental.
El hecho de que tu madre tenga un diagnóstico de trastorno psicótico no implica que tú vayas a desarrollarlo necesariamente.
2. Entender los síntomas que describes
Alucinaciones en la parálisis del sueño: es relativamente frecuente experimentar imágenes o sensaciones vívidas, voces o presencias al quedarse dormido o al despertar; se conocen como alucinaciones hipnagógicas (al conciliar el sueño) o hipnopómpicas (al despertar). Suelen ocurrir en el contexto de la parálisis del sueño y están más asociadas a alteraciones del ciclo del sueño, estrés o ansiedad que a un trastorno psicótico.
Pensamientos incoherentes antes de dormir: es común que, en momentos de somnolencia, aparezcan pensamientos fragmentados o desordenados. A veces pueden parecer voces “externas” o recordatorios de voces de personas cercanas, pero suelen ser parte de los procesos mentales normales entre la vigilia y el sueño. El cansancio, el estrés y la falta de descanso pueden intensificarlos.
Pensamientos o “voces” puntuales durante el día: si esto te genera mucho temor, conviene distinguir si se trata de pensamientos intrusivos, recuerdos o imágenes mentales muy vívidas, que pueden generarse por la ansiedad. Sin embargo, si percibes que son verdaderas voces ajenas a tu voluntad y que se repiten con frecuencia o te generan un desajuste significativo en la rutina, es importante comentarlo con un profesional para valorarlo adecuadamente.
3. Impacto del estrés y la ansiedad
El miedo a padecer una enfermedad de salud mental puede detonar ansiedad intensa, hipervigilancia e hipersensibilidad a cualquier sensación interna. Cuando nos enfocamos en “detectar” algún síntoma, es más probable que percibamos o interpretemos experiencias normales como alarmantes.
Estar en un estado de ansiedad crónica y cansancio constante también puede facilitar la aparición de imágenes hipnagógicas y pensamientos desordenados.
4. Cuándo buscar ayuda profesional
Si estos síntomas persisten, se intensifican o empiezan a generar un deterioro en tu vida cotidiana (afectando tu rendimiento, tus relaciones, tu autocuidado), es importante acudir a un psicólogo o psiquiatra para una evaluación.
Un profesional puede ayudarte a descartar si se trata de un trastorno psicótico incipiente, un episodio de ansiedad severa u otros temas como trastornos del sueño. Además, podrán ofrecerte herramientas y estrategias de manejo, así como acompañamiento en tu proceso de autocuidado.
5. Estrategias de afrontamiento y autocuidado
Mantén un horario de sueño regular: intenta acostarte y levantarte a la misma hora. Evita la cafeína en horas tardías y las pantallas justo antes de dormir.
Prácticas de relajación: ejercicios de respiración, meditación o mindfulness pueden ayudar a calmar la mente y reducir la hipervigilancia antes de dormir.
Regulación emocional: si sientes angustia o te asaltan pensamientos catastróficos, practicar técnicas de detención del pensamiento (parar, reconocer que es un pensamiento, reencuadrarlo) o llevar un diario puede ser de gran ayuda.
Actividad física y rutinas saludables: el ejercicio moderado, la alimentación balanceada y tener espacios de ocio y actividades gratificantes también contribuyen a equilibrar tu salud mental.
Apoyo social: hablar con personas de confianza acerca de tus inquietudes puede ayudar a procesar tus miedos. Un grupo de apoyo, amistades o familiares empáticos pueden brindarte contención emocional.
Terapia psicológica: un espacio terapéutico puede ayudarte a manejar la ansiedad, trabajar el miedo a la enfermedad y aprender a detectar y reinterpretar estas experiencias que te generan alarma. Si es necesario, y bajo supervisión de un profesional, se puede valorar también la intervención psiquiátrica.
6. Tener presente que no estás sola
Conocer la situación de tu madre puede generarte mucha preocupación, pero eso también te puede motivar a cuidar tu salud mental de forma activa. El hecho de que busques información y ayuda ya es un paso muy importante para prevenir y enfrentar dificultades psicológicas.
Para finalizar, te animo a que no asumas que estás desarrollando la misma condición sólo por estas experiencias, sino que busques una evaluación y un acompañamiento que te ayude a aclarar cualquier duda y a manejar tu ansiedad y tu estrés de forma adecuada.
Si en algún momento sientes que la ansiedad es demasiado abrumadora o si los síntomas empeoran, no dudes en contactar de inmediato a un profesional de la salud mental. Mereces sentirte apoyada y acompañada en este proceso.
Un abrazo y mucha fuerza en tu camino de cuidado y autocuidado.

Hola, lo primero muchas gracias por preguntar y expresar tu preocupación.
Evidentemente lo que te pueda explicar por aquí debe ser valorado con mayor profundidad en el procesos de valoración inicial.
Considero que es importante hacer una buena exploración de los síntomas, ver también cuál es tu contexto, etc. Básicamente porque puede haber un componente genético-ambiental que influyan en la aparición de la sintomatología que describes. En este sentido, es bueno poder conectar con la parte capacitiva y desde ahí trabajar para una mejoría.
Para cualquier duda aquí estoy.
Marina
Evidentemente lo que te pueda explicar por aquí debe ser valorado con mayor profundidad en el procesos de valoración inicial.
Considero que es importante hacer una buena exploración de los síntomas, ver también cuál es tu contexto, etc. Básicamente porque puede haber un componente genético-ambiental que influyan en la aparición de la sintomatología que describes. En este sentido, es bueno poder conectar con la parte capacitiva y desde ahí trabajar para una mejoría.
Para cualquier duda aquí estoy.
Marina

Entiendo el miedo y la angustia que estás sintiendo en este momento. Es un peso muy grande el que llevas, y quiero que sepas que no tienes por qué enfrentarlo sola. Es muy valiente de tu parte abrirte y expresar lo que estás viviendo; eso ya es un paso inmenso hacia entender y manejar lo que te está ocurriendo.
Primero, quiero hablarte desde la calma. Las experiencias que describes, como las alucinaciones en parálisis del sueño, las hipnagógicas y los pensamientos incoherentes antes de dormir, son más comunes de lo que parece y no necesariamente significan que estás desarrollando un trastorno psicótico como el de tu madre. Estas experiencias pueden estar intensificadas por el nivel de estrés, ansiedad y preocupación que estás experimentando. Es como si tu mente, agotada por el miedo y la incertidumbre, estuviera reaccionando de formas inusuales pero no necesariamente peligrosas.
Entiendo que te preocupe especialmente la posibilidad de "heredar" la enfermedad de tu madre. Si bien hay un componente genético en algunos trastornos psicóticos, esto no significa que necesariamente lo desarrollarás. Hay muchos factores en juego, incluyendo el ambiente, el cuidado emocional y las estrategias para manejar el estrés. Estar atenta y buscar ayuda profesional, como lo estás haciendo al hablar de esto, es una forma estupenda de cuidarte.
El cansancio extremo y la ansiedad que mencionas pueden estar amplificando tus temores y tus síntomas. Es un círculo que se retroalimenta: la falta de descanso y la preocupación constante pueden hacer que todo se sienta más intenso y difícil de manejar. Trabajar en mejorar tu descanso y reducir tu ansiedad podría marcar una gran diferencia en cómo percibes estas experiencias.
Quiero invitarte a dar un paso hacia el cuidado de ti misma. Hablar con un profesional de la salud mental podría ayudarte a entender mejor lo que estás viviendo, además de darte herramientas para manejarlo. Tal vez un terapeuta pueda ayudarte a explorar tus miedos, encontrar formas de reducir el estrés y trabajar en mejorar tu sueño. A veces, incluso pequeños cambios en el estilo de vida, como establecer rutinas relajantes antes de dormir o aprender técnicas de respiración, pueden tener un impacto significativo.
Sobre todo, quiero que recuerdes que no estás sola en esto. Hablar con personas que te quieran y te apoyen también puede ser un bálsamo en momentos de angustia. Tus sentimientos son completamente válidos, y es natural sentir miedo frente a lo desconocido. Pero no estás condenada ni destinada a repetir ninguna historia; tu camino es tuyo, y tienes el poder de caminarlo con apoyo y herramientas que te fortalezcan.
Este momento difícil no define quién eres ni quién serás; es solo una etapa que, con el apoyo adecuado, podrás superar.
Espero haberte ayudado.
Primero, quiero hablarte desde la calma. Las experiencias que describes, como las alucinaciones en parálisis del sueño, las hipnagógicas y los pensamientos incoherentes antes de dormir, son más comunes de lo que parece y no necesariamente significan que estás desarrollando un trastorno psicótico como el de tu madre. Estas experiencias pueden estar intensificadas por el nivel de estrés, ansiedad y preocupación que estás experimentando. Es como si tu mente, agotada por el miedo y la incertidumbre, estuviera reaccionando de formas inusuales pero no necesariamente peligrosas.
Entiendo que te preocupe especialmente la posibilidad de "heredar" la enfermedad de tu madre. Si bien hay un componente genético en algunos trastornos psicóticos, esto no significa que necesariamente lo desarrollarás. Hay muchos factores en juego, incluyendo el ambiente, el cuidado emocional y las estrategias para manejar el estrés. Estar atenta y buscar ayuda profesional, como lo estás haciendo al hablar de esto, es una forma estupenda de cuidarte.
El cansancio extremo y la ansiedad que mencionas pueden estar amplificando tus temores y tus síntomas. Es un círculo que se retroalimenta: la falta de descanso y la preocupación constante pueden hacer que todo se sienta más intenso y difícil de manejar. Trabajar en mejorar tu descanso y reducir tu ansiedad podría marcar una gran diferencia en cómo percibes estas experiencias.
Quiero invitarte a dar un paso hacia el cuidado de ti misma. Hablar con un profesional de la salud mental podría ayudarte a entender mejor lo que estás viviendo, además de darte herramientas para manejarlo. Tal vez un terapeuta pueda ayudarte a explorar tus miedos, encontrar formas de reducir el estrés y trabajar en mejorar tu sueño. A veces, incluso pequeños cambios en el estilo de vida, como establecer rutinas relajantes antes de dormir o aprender técnicas de respiración, pueden tener un impacto significativo.
Sobre todo, quiero que recuerdes que no estás sola en esto. Hablar con personas que te quieran y te apoyen también puede ser un bálsamo en momentos de angustia. Tus sentimientos son completamente válidos, y es natural sentir miedo frente a lo desconocido. Pero no estás condenada ni destinada a repetir ninguna historia; tu camino es tuyo, y tienes el poder de caminarlo con apoyo y herramientas que te fortalezcan.
Este momento difícil no define quién eres ni quién serás; es solo una etapa que, con el apoyo adecuado, podrás superar.
Espero haberte ayudado.

Hola. Puedes estar somatizando pero sería necesario que te hicieras una evaluación en psiquiatría para descartar. Un saludo

Hola, gracias por atreverte a compartir lo que estás viviendo. Entender tus preocupaciones y temores frente a una situación tan desafiante es un acto de valentía, y quiero que sepas que es posible encontrar claridad y alivio.
Lo que describes —el miedo, la ansiedad extrema, las alucinaciones hipnagógicas y los pensamientos que te inquietan— son experiencias que pueden generar mucho malestar, especialmente cuando sientes que están relacionadas con lo que has observado en tu madre. Me pregunto: ¿cómo sería para ti observar todo esto como partes de ti que están tratando de protegerte o prepararte frente al miedo de lo desconocido?
Es natural que, al vivir una experiencia tan cercana como la de tu madre, surja una preocupación por tu propia salud. Sin embargo, muchas de las señales que describes pueden estar relacionadas con el estrés intenso, la falta de descanso y la carga emocional que llevas. Este estado puede amplificar sensaciones y pensamientos, haciéndolos parecer más amenazantes de lo que realmente son.
Te invito a reflexionar: ¿qué pasaría si, en lugar de pelear contra estas experiencias, intentaras escucharlas con curiosidad? Por ejemplo, esos pensamientos incoherentes o esas voces: ¿qué podrían estar intentando decirte sobre lo que sientes o temes? Tal vez esas partes de ti necesitan tu atención y cuidado, más que rechazo o miedo.
También me gustaría preguntarte: ¿qué espacio estás dándote para ti misma? ¿Hay alguien con quien puedas compartir lo que estás viviendo, alguien que pueda apoyarte a llevar esta carga emocional? Hablar con un profesional podría ayudarte a explorar estas experiencias desde un lugar seguro, comprender su origen y encontrar herramientas para manejarlas.
Recuerda que experimentar momentos de ansiedad o pensamientos intrusivos no significa que estés desarrollando la misma enfermedad que tu madre. Eres una persona única, con tus propias vivencias, recursos y fortalezas. Tal vez esta etapa sea una invitación a conocerte mejor y aprender a cuidar de ti de maneras que aún no has explorado.
Te envío un abrazo lleno de respeto y deseo que encuentres calma en este camino
Lo que describes —el miedo, la ansiedad extrema, las alucinaciones hipnagógicas y los pensamientos que te inquietan— son experiencias que pueden generar mucho malestar, especialmente cuando sientes que están relacionadas con lo que has observado en tu madre. Me pregunto: ¿cómo sería para ti observar todo esto como partes de ti que están tratando de protegerte o prepararte frente al miedo de lo desconocido?
Es natural que, al vivir una experiencia tan cercana como la de tu madre, surja una preocupación por tu propia salud. Sin embargo, muchas de las señales que describes pueden estar relacionadas con el estrés intenso, la falta de descanso y la carga emocional que llevas. Este estado puede amplificar sensaciones y pensamientos, haciéndolos parecer más amenazantes de lo que realmente son.
Te invito a reflexionar: ¿qué pasaría si, en lugar de pelear contra estas experiencias, intentaras escucharlas con curiosidad? Por ejemplo, esos pensamientos incoherentes o esas voces: ¿qué podrían estar intentando decirte sobre lo que sientes o temes? Tal vez esas partes de ti necesitan tu atención y cuidado, más que rechazo o miedo.
También me gustaría preguntarte: ¿qué espacio estás dándote para ti misma? ¿Hay alguien con quien puedas compartir lo que estás viviendo, alguien que pueda apoyarte a llevar esta carga emocional? Hablar con un profesional podría ayudarte a explorar estas experiencias desde un lugar seguro, comprender su origen y encontrar herramientas para manejarlas.
Recuerda que experimentar momentos de ansiedad o pensamientos intrusivos no significa que estés desarrollando la misma enfermedad que tu madre. Eres una persona única, con tus propias vivencias, recursos y fortalezas. Tal vez esta etapa sea una invitación a conocerte mejor y aprender a cuidar de ti de maneras que aún no has explorado.
Te envío un abrazo lleno de respeto y deseo que encuentres calma en este camino

Estimada paciente,
muchas gracias por su pregunta. Entiendo que la situación en la que está puede ser muy estresante, y eso puede influir de forma directa en su percepción de la realidad, el sueño...sin necesariamente significar que tenga algún trastorno psicótico. Sería crucial hacer una evaluación detallada del caso para saber cómo poder ayudarle, ya que cada paciente es único y no hay "recetas" comunes para problemas muy diferentes. Le animo a acudir a sesiones para poder evaluar en detalle la situación y proponer un esquema de intervención que le haga sentir más cómoda y relajada en su día a día. Sólo entonces podríamos empezar a entender las causas del problema para intentar solucionarlo.
Estamos a su disposición para lo necesario, y le mando un cálido saludo.
José González
muchas gracias por su pregunta. Entiendo que la situación en la que está puede ser muy estresante, y eso puede influir de forma directa en su percepción de la realidad, el sueño...sin necesariamente significar que tenga algún trastorno psicótico. Sería crucial hacer una evaluación detallada del caso para saber cómo poder ayudarle, ya que cada paciente es único y no hay "recetas" comunes para problemas muy diferentes. Le animo a acudir a sesiones para poder evaluar en detalle la situación y proponer un esquema de intervención que le haga sentir más cómoda y relajada en su día a día. Sólo entonces podríamos empezar a entender las causas del problema para intentar solucionarlo.
Estamos a su disposición para lo necesario, y le mando un cálido saludo.
José González

Es completamente normal sentir miedo y ansiedad al descubrir que un familiar cercano, como tu madre, tiene un trastorno psicótico, especialmente si temes que puedas desarrollarlo. Sin embargo, lo que describes – como las alucinaciones en parálisis del sueño, los pensamientos incoherentes al acostarte, y la sensación de hiperactividad mental – puede estar más relacionado con ansiedad extrema y alteraciones del sueño que con el desarrollo de una enfermedad psicótica. La parálisis del sueño y las alucinaciones hipnagógicas son experiencias comunes que suelen ocurrir en estados de estrés elevado o falta de sueño, y aunque son aterradoras, no son señales de esquizofrenia. Además, los pensamientos intrusivos y el miedo constante pueden ser una manifestación de tu ansiedad y no necesariamente un indicio de un trastorno mental grave. Es importante que sepas que, aunque la esquizofrenia tiene un componente genético, no significa que necesariamente la vayas a desarrollar. Factores como el estrés, el estilo de vida y cómo manejas las emociones también influyen. Lo que sí es clave ahora es buscar ayuda profesional para aclarar tus dudas y aprender a manejar la ansiedad que estás experimentando.
Te recomendaría que hables con un psicólogo o psiquiatra, ya que ellos podrán descartar cualquier preocupación innecesaria y ayudarte a gestionar mejor tus síntomas. Además, cuidar tu descanso es esencial: establece una rutina de sueño regular, evita las pantallas antes de acostarte y prueba técnicas de relajación, como la meditación o ejercicios de respiración. Por último, limita la búsqueda constante de información sobre trastornos psicóticos, ya que esto puede intensificar tus temores. Recuerda que buscar ayuda profesional es un paso importante y valiente. Con el apoyo adecuado, puedes reducir tu ansiedad, recuperar la tranquilidad y aprender a afrontar estos miedos de manera efectiva.
Te recomendaría que hables con un psicólogo o psiquiatra, ya que ellos podrán descartar cualquier preocupación innecesaria y ayudarte a gestionar mejor tus síntomas. Además, cuidar tu descanso es esencial: establece una rutina de sueño regular, evita las pantallas antes de acostarte y prueba técnicas de relajación, como la meditación o ejercicios de respiración. Por último, limita la búsqueda constante de información sobre trastornos psicóticos, ya que esto puede intensificar tus temores. Recuerda que buscar ayuda profesional es un paso importante y valiente. Con el apoyo adecuado, puedes reducir tu ansiedad, recuperar la tranquilidad y aprender a afrontar estos miedos de manera efectiva.

Entiendo perfectamente tu miedo y la angustia que sientes. Descubrir el diagnóstico de tu madre y notar ciertos síntomas puede ser aterrador, especialmente cuando existe la preocupación por la herencia genética. Sin embargo, es importante recordar que **tener antecedentes familiares no significa que necesariamente vayas a desarrollar la misma condición**.
Las alucinaciones hipnagógicas y en parálisis del sueño no son signos exclusivos de esquizofrenia; de hecho, son bastante comunes en personas con altos niveles de estrés, ansiedad o problemas de sueño. La ansiedad extrema también puede generar pensamientos intrusivos y sensaciones de irrealidad, lo que puede hacerte sentir desconectada o confundida.
La buena noticia es que puedes tomar medidas ahora mismo para cuidar tu salud mentaly prevenir que estos síntomas se intensifiquen. Hablar con un profesional te ayudaría a entender lo No estás sola en esto. Hay formas de aliviar tu miedo y recuperar la tranquilidad. Si en algún momento quieres hablar, entender mejor lo que sientes y encontrar estrategias para gestionar tu ansiedad, estaré aquí para ayudarte. La terapia puede darte el apoyo que necesitas.No dudes en contactarme.
Las alucinaciones hipnagógicas y en parálisis del sueño no son signos exclusivos de esquizofrenia; de hecho, son bastante comunes en personas con altos niveles de estrés, ansiedad o problemas de sueño. La ansiedad extrema también puede generar pensamientos intrusivos y sensaciones de irrealidad, lo que puede hacerte sentir desconectada o confundida.
La buena noticia es que puedes tomar medidas ahora mismo para cuidar tu salud mentaly prevenir que estos síntomas se intensifiquen. Hablar con un profesional te ayudaría a entender lo No estás sola en esto. Hay formas de aliviar tu miedo y recuperar la tranquilidad. Si en algún momento quieres hablar, entender mejor lo que sientes y encontrar estrategias para gestionar tu ansiedad, estaré aquí para ayudarte. La terapia puede darte el apoyo que necesitas.No dudes en contactarme.

Entiendo lo difícil que debe ser enfrentarte a estos miedos, sobre todo cuando sientes que tu vida gira en torno al miedo y a evitar ciertas experiencias. Es importante saber que esta lucha constante contra tus pensamientos y sensaciones puede estar haciendo que se sientan aún más intensos. Cuanto más tratamos de evitar algo, más presente suele hacerse, como si nuestra mente estuviera atrapada en ese esfuerzo.
Las parálisis del sueño y las alucinaciones hipnagógicas son fenómenos que muchas personas experimentan, especialmente en momentos de estrés y agotamiento. No tienen por qué estar relacionadas con la enfermedad de tu madre, y es importante recordar que tener estas experiencias no significa que estés desarrollando su mismo problema.
Podría ser útil reflexionar sobre cómo este enfoque en controlar lo que sientes está afectando tu día a día. Desde la terapia, podrías trabajar en relacionarte con estos pensamientos y sensaciones de otra manera, observándolos como si fueran olas en el mar: pueden ser intensas, pero no necesitas luchar contra ellas para que pasen.
¿Te has preguntado cómo sería tu día si este miedo no estuviera en el centro de tu atención? Reconectar con lo que valoras puede ayudarte a empezar a recuperar esa sensación de equilibrio. Si en algún momento sientes que esto te desborda, buscar apoyo puede ser un paso valioso para avanzar con más seguridad y calma.
Las parálisis del sueño y las alucinaciones hipnagógicas son fenómenos que muchas personas experimentan, especialmente en momentos de estrés y agotamiento. No tienen por qué estar relacionadas con la enfermedad de tu madre, y es importante recordar que tener estas experiencias no significa que estés desarrollando su mismo problema.
Podría ser útil reflexionar sobre cómo este enfoque en controlar lo que sientes está afectando tu día a día. Desde la terapia, podrías trabajar en relacionarte con estos pensamientos y sensaciones de otra manera, observándolos como si fueran olas en el mar: pueden ser intensas, pero no necesitas luchar contra ellas para que pasen.
¿Te has preguntado cómo sería tu día si este miedo no estuviera en el centro de tu atención? Reconectar con lo que valoras puede ayudarte a empezar a recuperar esa sensación de equilibrio. Si en algún momento sientes que esto te desborda, buscar apoyo puede ser un paso valioso para avanzar con más seguridad y calma.
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