Pilar Leiva

El llantén es una planta medicinal muy versátil, conocida por sus propiedades antiinflamatorias, cicatrizantes, y expectorantes. Se puede utilizar tanto crudo como cocido, dependiendo del propósito y la preparación.

Llantén crudo:
- Uso tópico: Las hojas frescas pueden ser machacadas o trituradas y aplicadas directamente sobre la piel para tratar picaduras, heridas leves, quemaduras y para calmar la irritación de la piel. En este caso, el llantén crudo es muy efectivo porque mantiene todos sus componentes activos intactos.

- Consumo crudo: Puede comerse crudo en ensaladas o batidos, aprovechando su alto contenido de nutrientes como vitaminas, minerales y antioxidantes.

Llantén cocido (infusión o decocción):
- Infusión: Al igual que con otras plantas, hervir el llantén en agua (o prepararlo como una infusión) es una de las formas más comunes y efectivas de liberar sus propiedades curativas para tratar problemas respiratorios como la tos, bronquitis, o para aliviar problemas digestivos. No pierde su poder curativo cuando se prepara como infusión, pero es mejor no hervirlo demasiado tiempo, sino añadir las hojas al agua ya caliente y dejarlas reposar por unos 5-10 minutos.

- Decocción: Para casos donde se busca un efecto más concentrado (por ejemplo, para enjuagues bucales, gargantas irritadas o problemas de la piel), se pueden hervir las hojas durante más tiempo para extraer mejor sus principios activos.

¿Pierde poder curativo al hervir?
En general, el llantén no pierde sus propiedades curativas cuando se prepara como infusión o decocción. Sin embargo, algunas de sus vitaminas (como la vitamina C) pueden reducirse al exponerse a temperaturas altas durante mucho tiempo, por lo que es recomendable no hervirlo por más de 10 minutos.

¿Qué es más efectivo?
- Para uso externo (heridas, inflamación): Crudo o en compresas.
- Para uso interno (respiratorio, digestivo): Infusión o decocción.

El hecho de que tu esposo se masturbe con frecuencia, incluso si tienen una vida sexual activa, no necesariamente significa que no le gustes o que no esté satisfecho sexualmente contigo. Hay varios factores que podrían influir en este comportamiento, y es importante no saltar a conclusiones sin primero explorar todas las posibilidades. Aquí te explico algunos aspectos que podrían estar en juego: 1. Diferencia en la necesidad sexual: - Es posible que tu esposo simplemente tenga una libido alta o una necesidad sexual mayor que la frecuencia de relaciones sexuales que mantienen juntos. La masturbación podría ser una forma de satisfacer sus impulsos adicionales sin que esto tenga relación directa con su deseo hacia ti. 2. Hábito o rutina: - Muchas personas se masturban por hábito, por placer inmediato o como una forma de "aliviar el estrés", incluso si tienen relaciones sexuales regulares. Podría ser algo que él hace de forma automática o como parte de su rutina diaria. 3. Exploración personal: - La masturbación puede ser una forma de explorar la propia sexualidad sin necesariamente vincularlo a una falta de deseo por la pareja. Algunas personas encuentran que complementa su vida sexual en lugar de reemplazarla. 4. Ansiedad o estrés: - La masturbación a menudo se utiliza como una vía de escape del estrés o la ansiedad. Si está pasando por una etapa difícil, podría recurrir a este hábito como un medio de relajarse o sentirse bien. 5. Preferencias o fantasías: - A veces, las personas se masturban para explorar fantasías o preferencias sexuales que no necesariamente buscan cumplir en la relación. Esto no implica insatisfacción contigo, sino simplemente un medio de diversificar sus experiencias sexuales a nivel personal. 6. Dependencia o compulsión: - Si la masturbación es excesiva (como más de 2-3 veces al día, todos los días) y afecta negativamente su vida diaria o la relación, podría ser una señal de masturbación compulsiva. Esto podría deberse a cuestiones emocionales subyacentes, como el estrés crónico, la ansiedad o una búsqueda de escape emocional. ¿Qué hacer? - Comunicación abierta: Hablar sobre esto de manera abierta y sin juicio es clave. Preguntar cómo se siente y si hay algo más detrás de este comportamiento puede abrir un diálogo que les ayude a entender mejor sus necesidades. - Empatía: Si lo consideras, podrías preguntarle cómo te sientes respecto a la situación sin culparlo o hacerle sentir vergüenza, mostrando interés genuino en su bienestar. - Evaluación externa: Si el comportamiento se convierte en un problema dentro de la relación o te hace sentir incómoda, puede ser útil hablar con un terapeuta de pareja o un profesional especializado en sexualidad. Es importante recordar que cada persona tiene una relación única con su sexualidad, y lo más importante es encontrar una manera de hablar de estas diferencias de manera constructiva.