Dra. Ofelia Baniandres Rodriguez

Es mi dermatóloga desde 2008 y es una profesional muy buena. Amable, atenta y preocupada por la evolución de mi enfermedad. Ha conseguido frenar unos brotes muy virulentos que tenía constantemente.
No la cambio por nada del mundo.

Como profesional me parece deplorable, y como persona tiene una absoluta falta de empatía con los pacientes que sufrimos enfermedades graves ( en mi caso, artritis, lupus discoide subaguado, psoriasis palmoplantar y alopecia) . Me lo hizo pasar tan mal en la consulta y me hizo sentir tan completamente humillada que no volvería a verla aunque fuera la única dermatóloga existente bajo la faz de la tierra. Escribo esta opinión previa a una queja formal en el servicio de atención al paciente correspondiente. Tras estar dos horas esperando en la consulta y teniendo una cita programada a las 10:30 a.m. Y viendo como iban pasando pacientes que tenían cita a las 10:50, a las 11:10, a las 11:30, procedo a preguntarle si hay algún problema en el ordenador con mi cita y la de otro señor que igual que yo estaba citado para las 10:30. Me contesta de muy malos modos, después de dos horas y cuarto entro en su consulta, y tras reiterarle que anteriormente únicamente me había interesado en saber si podía existir un problema con mi cita, pues estaban pasando pacientes con los que yo había esperado mucho rato en la consulta y tenían una cita horaria posterior a la mía, me AMENAZA sin ningún sentido con llamar a la policía. Me quedo perpleja ante su amenaza proferida sin ningún sentido. Posteriormente ni siquiera me mira, siendo una paciente de psoriasis palmoplantar y alopecia provocada por un fármaco biológico administrado en su centro. Ni siquiera se digno a levantarse de su silla a mirar mis lesiones, en manos, cabeza y pies y me recomienda que siga tratándome de modo privado. Ante la falta de atención por parte del servicio de dermatología desde el mes de noviembre de 2019 tuve que acudir a la medicina privada ante los constantes y graves brotes de mis enfermedades y estar sin ningún tipo de seguimiento ni control por parte del servicio de dermatología en el que trabaja esta señora. Después de 8 meses sin tratar por su parte y sin ningún tipo de seguimiento, por fin el 19 de junio me citan en su consulta y me encuentro con las amenazas absurdas de esta señora. Por otro lado he sido maravillosamente atendida por el Servicio de Dermatología de la Fundación Jiménez
Díaz y tratada a lo largo de estos meses de mi psoriais palmoplantar y mi alopecia, con un seguimiento exhaustivo incluso en el periodo de confinamiento puesto que mi afección es absolutamente incapacitante, agradecer también su atención al Centro Pedro Jaén. Insisto, el trato, la atención, el tratamiento y el seguimiento por parte de la dra. ha sido absolutamente deplorable, dejando mucho que desear. La única llamada recibida por parte de esta Dra. durante el periodo de confinamiento derivado del Covid 19 fue para comunicarme que suspediera toda la medicación que estaba tomando recetada por centros privados, lo que me supuso un virulento rebrote de mis dolencias. Terrible.

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Error en el diagnóstico y una total falta de empatía ante un paciente con alopecia por quimioterapia

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