Furosemida - Información, expertos y preguntas frecuentes

Uso de Furosemida

diuretico antihipertensivo

Furosemida es un diurético (agente que aumenta la eliminación de orina y disminuye la presión arterial) que pertenece al grupo de las sulfonamidas.
Furosemida le ha sido recetado para proporcionarle efecto diurético y antihipertensivo.
Siempre bajo la prescripción de su médico, Furosemida está indicado para el tratamiento de:
- Hinchazón por retención de líquidos (edema) asociado a dificultades del corazón para bombear sangre al resto del cuerpo (insuficiencia cardiaca congestiva), cirrosis hepática (ascitis, acumulación de líquido en el abdomen), y enfermedad renal, incluyendo síndrome nefrótico (tiene prioridad el tratamiento de la enfermedad básica).
- Acumulación de líquido en los pulmones (edema de pulmón). Su administración se efectúa conjuntamente con otras medidas terapéuticas.
- Disminución de la cantidad de orina (oliguria) derivada de complicaciones del embarazo
(gestosis) tras compensación del volumen total de sangre (volemia).
- Como medida apoyo en el edema cerebral.
- Edemas subsiguientes a quemaduras.
- Crisis hipertensivas, junto a otras medidas hipotensoras.
- Mantenimiento de la producción de orina forzada en intoxicaciones.

Precauciones especiales

- si es alérgico (hipersensible) a la furosemida o a cualquiera de los demás componentes de Furosemida.
- si es alérgico (hipersensible) a cualquier otro diurético del mismo grupo (por ejemplo, la bumetanida, la piretanida, la torasemida).
- si sufre problemas graves en los riñones, acompañados de una disminución en la eliminación de orina (insuficiencia renal con anuria).
- si disminuye su nivel de potasio en sangre (hipopotasemia).
- si sufre deficiencia de sales de sodio en sangre (hiponatremia) y/o si disminuye su volumen total de sangre (hipovolemia) con o sin disminución de la presión arterial (hipotensión).
- en caso de encontrarse en estado comatoso coma hepático (asociado a encefalopatía hepática).

Salvo en pacientes con insuficiencia renal es conveniente tomar una dieta rica en potasio (carne sin grasa, plátanos, patatas, tomates, coliflor, espinacas, frutos secos, etc.) e incluso suplementos de sales de potasio para evitar la hipopotasemia secundaria al uso continuado de la especialidad.
Una excesiva restricción de sodio en la dieta puede disminuir la tasa de filtración glomerular, con lo que el efecto diurético de los saluréticos es más débil. En estos casos, puede aumentarse la acción diurética de Furosemida con la ingesta de cloruro sódico.
En tratamientos prolongados se controlará de forma regular la creatinina y la urea en sangre, así como los electrolitos plasmáticos, especialmente potasio, calcio, cloro y bicarbonato.
Para los deportistas, existe la posibilidad de resultados positivos en los controles anti-dopaje.

Informe a su médico o farmacéutico si está utilizando o ha utilizado recientemente otros medicamentos, incluso los adquiridos sin receta.
Algunas sustancias pueden ver aumentada su toxicidad en el oído y en el riñón, si son administradas junto con este medicamento. De ahí que si se administran conjuntamente, sea bajo estricto control médico. Entre estas sustancias están:
- Antibióticos aminoglucósidos (medicamentos para las infecciones) tipo gentamicina, kanamicina y tobramicina.
- Medicamentos para el cáncer (Cisplatino).
Este medicamento puede debilitar el efecto de otros medicamentos:
- Medicamentos usados para la diabetes (antidiabéticos).
- Medicamentos usados para elevar la presión arterial (simpaticomiméticos con efecto hipertensor por ejemplo, epinefrina y norepinefrina).
También puede aumentar la acción de otros medicamentos como:
- Medicamentos para el asma (teofilina).
- Relajantes musculares tipo curare.
- Medicamentos para la depresión (litio).
- Salicilatos.
- Medicamentos hipotensores (para disminuir la presión arterial) tipo inhibidores de la ECA (enalapril, captopril, lisinopril, etc…).
Algunos medicamentos para la inflamación y el dolor, por ejemplo, indometacina (antiinflamatorios no esteroideos incluyendo ácido acetil salicílico) pueden reducir el efecto de Furosemida.
Las siguientes sustancias pueden reducir los niveles de potasio en sangre (hipopotasemia) si se administran con Furosemida.
- Medicamentos para la inflamación (corticosteroides)
Algunas alteraciones electrolíticas (por ejemplo, hipopotasemia, hipomagnesemia) podrían aumentar la toxicidad de algunos medicamentos para el corazón (por ejemplo, digitálicos).

Consulte a su médico o farmacéutico antes de utilizar cualquier medicamento.
En caso de estar embarazada,Furosemida sólo se administrará bajo estricta indicación de su médico.
Durante la lactancia no debe administrarse Furosemida. En caso que su administración resulte imprescindible, su médico puede requerirle interrumpir la lactancia, ya que Furosemida pasa a leche materna.

Este medicamento puede producir mareos o somnolencia. Esto puede ocurrirle con mayor frecuencia al inicio del tratamiento, cuando su médico le aumente la dosis o si consume alcohol. No conduzca ni maneje herramientas o máquinas si se siente mareado o somnoliento.

Este medicamento contiene menos de 23mg (1mmol) de sodio por ampolla, por lo que se considera esencialmente “exento de sodio”.

Efectos adversos y efectos secundarios

Al igual que todos los medicamentos, Furosemida puede producir efectos adversos, aunque no todas las personas los sufran.
Al igual que con otros diuréticos, tras la administración prolongada de Furosemida pueden producirse trastornos del equilibrio electrolítico.
Como consecuencia de una diuresis excesiva, especialmente al inicio del tratamiento y en pacientes ancianos, pueden surgir trastornos circulatorios que se manifiestan por dolores de cabeza (cefaleas), mareos (vértigos) o alteraciones de la visión. En casos extremos puede aparecer un descenso del volumen total de sangre (hipovolemia), deshidratación, confusión y alteraciones de la coagulación de la sangre. No obstante, cuando la dosis se ajusta de forma individual, no cabe esperar, por lo general, reacciones del flujo sanguíneo agudas, a pesar de una rápida instauración de la eliminación de orina (diuresis).
La cirrosis hepática, los vómitos, la diarrea crónica por abuso de laxantes, así como una dieta pobre en potasio, predisponen a la presentación de una disminución de los niveles de potasio en sangre (hipopotasemia). En estos casos es necesario un control adecuado y una terapia de substitución.
Una fuerte restricción de la ingesta de sal puede provocar una disminución de los niveles de sodio en sangre (hiponatremia), que se manifiesta por una disminución de la presión arterial por cambio de posición (hipotensión ortostática), calambres musculares, anorexia, cansancio (astenia), mareos, somnolencia, vómitos y confusión mental.
La furosemida puede disminuir los niveles de calcio en sangre (calcemia); en casos aislados se han observado contracciones dolorosas de los músculos de las extremidades (tetania).
En los bebés prematuros puede producirse un aumento de los niveles de calcio en los riñones
(nefrocalcinosis).
Ocasionalmente pueden aparecer reacciones alérgicas (p.e. exantema, nefritis intersticial) y alteraciones en las células de la sangre (leucopenia, agranulocitosis, anemia, trombocitopenia).
Es poco frecuente que se produzca una reacción alérgica muy severa (shock anafiláctico), pero de presentarse el cuadro es siempre muy grave.
En caso de inflamación del riñón por acumulación de orina (hidronefrosis), hipertrofia prostática o estrechamiento de los uréteres (estenosis ureteral), la administración de furosemida puede agravar o provocar la aparición de dificultad al orinar.
Como cualquier otro tratamiento diurético, la furosemida puede producir un aumento pasajero de los niveles de creatinina y urea en sangre.
En pacientes predispuestos debe considerarse que es posible que la administración de furosemida aumente el nivel de ácido úrico en sangre y desencadene un ataque de gota.
Con la administración de furosemida puede producirse un aumento de los valores hemáticos de colesterol y triglicéridos; no obstante, estos valores se normalizan sin suspender el tratamiento, en la mayoría de los casos, en un plazo de seis meses.
Se han comunicado algunos casos de alteración de la tolerancia a la glucosa, lo que puede determinar que una diabetis mellitus latente se ponga de manifiesto o que empeore un proceso preexistente.
Ocasionalmente se han observado casos de pancreatitis aguda condicionados, aparentemente, por la administración de diuréticos eliminadores de sodio durante varias semanas; algunos se produjeron tras la administración de furosemida.
Las pérdidas de audición (hipoacusias) que pueden observarse a causa de la furosemida son poco frecuentes, siendo la mayoría reversibles. Esta eventualidad puede darse cuando la furosemida se inyecta demasiado rápido, en especial si existe insuficiencia renal.
Bajo tratamiento con furosemida puede agravarse una alcalosis metabólica preexistente
(p.e. cirrosis hepática descompensada).
Si considera que alguno de los efectos adversos que sufre es grave o si aprecia cualquier efecto adverso no mencionado en este prospecto, informe a su médico o farmacéutico.

Preguntas sobre Furosemida

Nuestros expertos han respondido 9 preguntas sobre Furosemida

¿Qué profesionales prescriben Furosemida?


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