Feriv - Información, expertos y preguntas frecuentes
Uso de Feriv
FERIV pertenece al grupo de medicamentos denominado preparados de hierro.
FERIV está indicado para el tratamiento por vía intravenosa de su déficit de hierro en las siguientes situaciones:
Por intolerancia demostrada a las preparaciones de hierro por vía oral.
En los casos en que exista necesidad clínica de suministro rápido de hierro a los depósitos de hierro.
En enfermedad inflamatoria intestinal activa, cuando los preparados de hierro por vía oral sean
ineficaces o mal tolerados.
Falta demostrada de cumplimiento de la terapia oral de hierro por parte del paciente.
El diagnóstico del déficit de hierro debe establecerse en base a pruebas de laboratorio adecuadas (ej.:
ferritina sérica, hierro plasmático, saturación de transferrina y glóbulos rojos hipocrómicos).
Precauciones especiales
Informe a su médico si es alérgico o ha tenido alguna reacción alérgica al principio activo de este medicamento, a alguno de sus componentes, o a cualquier otro medicamento, así como de cualquier dolor o debilidad muscular que sufra.
Si es alérgico (hipersensible) al principio activo o a cualquiera de los demás componentes de
FERIV.
· Si padece otro tipo de anemias debidas a falta de hierro.
Si tiene antecedentes de problemas de sobrecarga o alteraciones en la utilización de hierro.
Si tiene historia de alergia a la administración de hierro por vía inyectable.
Si padece asma, eczema o alergia atópica, al ser más susceptibles de experimentar reacciones alérgicas.
Si ha tenido o sufre en la actualidad de alguna enfermedad del hígado.
Si tiene una infección aguda o crónica, porque la administración de hierro endovenoso puede
reactivar una infección bacteriana o vírica.
Si está en el primer trimestre de embarazo.
Los preparados de hierro administrados por vía inyectable pueden producir reacciones alérgicas graves que pueden requerir la administración inmediatamente de adrenalina junto con otras medidas de reanimación.
En el caso de reacciones alérgicas leves, la administración de antihistamínicos podrá ser suficiente.
Los pacientes que posean una baja capacidad de combinación de hierro y/o déficit de ácido fólico son más propensos a presentar una reacción alérgica.
Con frecuencia se han descrito reacciones alérgicas que incluyen dolores en las articulaciones cuando se excede la dosis recomendada.
Es posible que se produzcan episodios de bajada de tensión, si se administra la inyección con demasiada rapidez.
Informe a su médico o farmacéutico si está utilizando o ha utilizado recientemente otros medicamentos, incluso los adquiridos sin receta.
Al igual que con otros preparados parenterales de hierro, no debe administrarse FERIV conjuntamente con preparados de hierro oral, puesto que se reduce su absorción oral. Debido a ello, únicamente debe iniciarse la terapia de hierro por vía oral como mínimo cinco días después de la última inyección de FERIV.
Consulte a su médico o farmacéutico antes de utilizar cualquier medicamento. Embarazo
FERIV no debe utilizarse durante el primer trimestre. Sólo a partir del primer trimestre del embarazo cuando la administración de hierro por vía oral no sea eficaz o no sea bien tolerada y el médico considere que debido a la anemia hay riesgo para la madre o el feto. Por tanto, la administración de este medicamento en la mujer embarazada deberá hacerse solamente valorando el beneficio/riesgo.
Lactancia
No se conoce si este medicamento pasa a la leche materna, por tanto, se deberán tomar las medidas adecuadas cuando sea necesaria su administración.
No existen datos de cómo afecta la administración de FERIV a la hora de conducir o manejar máquinas, por tanto procure no realizar tareas que puedan requerir una atención especial hasta que compruebe como
tolera el medicamento.
Este medicamento contiene menos de 23 mg (1 mmol) de sodio por ampolla, por lo que se considera esencialmente “exento de sodio”.
Efectos adversos y efectos secundarios
Al igual que todos los medicamentos, FERIV puede producir efectos adversos, aunque no todas las personas los sufran.
Tras la administración de FERIV se han comunicado como posibles los siguientes efectos adversos:
Frecuentes (afecta entre 1 y 10 de cada 100 personas): Cambios temporales en el gusto (en particular sabor metálico).
Poco frecuentes (afecta entre 1 y 10 de cada 1.000 personas): dolor de cabeza; mareo.
Raros (afecta entre 1 y 10 de cada 10.000 personas): hormigueo.
Casos aislados: disminución del estado de alerta, sensación de mareo, confusión.
Poco frecuentes: presión arterial baja y colapso; aumento del número de latidos cardíacos, palpitaciones.
Poco frecuentes: silbidos, dificultad respiratoria.
Poco frecuentes: náuseas; vómitos; dolor de estómago; diarrea.
Poco frecuentes: picores; erupción cutánea, enrojecimiento cutáneo, rubor.
Trastornos musculoesqueléticos y del tejido conjuntivo Poco frecuentes: calambres musculares, dolor muscular. Casos aislados: inflamación de las articulaciones.
Poco frecuentes: fiebre, temblores, sarpullidos; dolor y opresión en el pecho. Quemazón, hinchazón y reacciones similares (a veces afectando venas) alrededor de la zona de inyección.
Raros: reacciones alérgicas (raramente incluyen dolores de las articulaciones y muy raramente, las
reacciones alérgicas severas, se acompañan de baja presión sanguínea, hinchazón de la cara y dificultad al respirar); hinchazón de las manos y de los pies; fatiga, debilidad; sensación de malestar general.
Casos aislados: hinchazón de la cara y de la lengua.
Si considera que alguno de los efectos adversos que sufre es grave o si aprecia cualquier efecto adverso no mencionado en este prospecto, informe a su médico o farmacéutico.