Soy Marta Garrido , psicóloga, terapeuta Gestalt y coach estratégico.
Me dedico desde hace 20 años al ámbito del desarrollo personal y la actualización del potencial humano.
Mi misión diaria consiste en acompañar en procesos de terapia y crecimiento interior a personas que están experimentando un quiebre del fluir en algún área de su vida, ya sea por una pérdida , una separación, una muerte, o fracaso, que les lleva a sentir malestar emocional o a experimentar un sufrimiento profundo, y también me dedico a acompañar a personas que sin saber cómo están experimentando estrés y ansiedad, tristeza y depresión, cansancio, confusión, baja autoestima y valía personal, gestión de la ira inadecuada, dependencia emocional, falta de confianza en sí mismos, inseguridad, sentimientos de soledad, culpa, apatía, conflictos relacionales e insatisfacción consigo mismos, con algún área de su vida o en general.
Cuando las personas acuden a mí, sienten que necesitan ayuda para atravesar lo que están viviendo y dejar de sentir esa angustia o dolor que no les permite vivir desde una mayor alegría y bienestar.
El objetivo del acompañamiento terapéutico es restaurar la integridad de la persona para que pueda recuperarse tanto de un quiebre, como cualquiera de los síntomas mencionados con anterioridad, y pueda restaurar su integridad y vivir de una forma fluida, y si cabe con más amor y paz consigo mismo, con los demás y con la vida.
Mi trabajo consiste en primer lugar en mirar hacia el presente, al aquí y al ahora para que las personas puedan conectarse consigo mismas entrenando su capacidad para darse cuenta de qué está sucediendo en su mundo interior, tomando conciencia y responsabilidad.
Para ello ofrezco un espacio de crecimiento seguro, en el que se siente tranquilidad, confianza y acogimiento para poder abrirse y exponer los asuntos dolorosos que llevan a pedir ayuda e ir poco a poco creando un vínculo seguro en la relación terapéutica.
Trabajo desde el APOYO y escucho de forma activa, paciente, sensible y empática. Ofrezco una mirada de corazón que me ayuda a ver las fortalezas de la persona y a ser compasiva con sus dificultades. Abrazo el dolor que surge en las sesiones con silencio respetuoso, unas palabras de comprensión, o un abrazo. Identifico las emociones y las necesidades o deseos que las acompañan. Observo y hago caso a lo que dice el lenguaje del cuerpo. Atiendo al niño interior que todos tenemos, para poder curar sus heridas a través de la comprensión del adulto que somos y vamos fortaleciendo en la terapia, así vamos sanando traumas y liberando energía vital para la persona.
Trabajo desde la CONFRONTACIÓN mostrando a las personas lo que pos sí mismos no pueden ver, señalando incoherencias entre lo que dicen, sienten y hacen, poniendo la atención en lo que está sucediendo en el momento, lo real, para desvelar la ilusión, la fantasía, lo imaginado. Atiendo el lenguaje para ver qué piensa y cree, cómo se habla a sí mismo, cuál es su diálogo interior. Identifico las partes o cualidades que la persona rechaza de sí misma, a través de lo que juzga en los demás, o en ella, para apropiarse de esto e integrar sus partes en conflicto. Y experiencias para adoptar una perspectiva más amplia de los conflictos para comprender a las otras personas. Llevo a la reflexión las creencias y mandatos que tiene la persona para ver de qué manera le limitan en el presente. Ponemos sobre la mesa aquellos temas pendientes que roban la energía e impiden vivir desde un potencial actualizado.
En segundo lugar MIRAMOS HACIA EL FUTURO.
Te invito a soñar de nuevo, a pensar y creer que lo mejor es posible para ti ya hacerlo realidad. Detectamos juntos áreas de mejora y ponemos objetivos realistas y alcanzables, identificando las creencias que te impiden pensarlo y lograrlo para cambiarlas por otras que actualicen tu potencial y cambien tu manera de sentir. Ponemos el foco en tus recursos y las acciones necesarias que con compromiso tendrás que hacer para hacerlo realidad, conectando la voluntad y el esfuerzo con el amor hacia ti mismo.
Además te ofrezco una formación psicopedagógica en cada sesión, para que adquieras conocimientos de psicología en general, y específicamente en inteligencia emocional que son la base teórica del trabajo que realizamos juntos.
El ACOMPAÑAMIENTO TERAPÉUTICO tiene una duración variable que depende de las necesidades y metas de cada persona, por lo que hay procesos que duran tres meses, otros seis y algunos hasta un año. La periodicidad de las sesiones es semanal al principio y luego se van espaciando a quincenales y mensuales. La duración es de 1 hora aproximadamente.
El proceso de terapia no solo depende de mí, y aún así las personas que acompaño suelen aprender tras el proceso de terapia a escucharte a sí mismos, saber lo que piensan, sienten y necesitan, gestionando sus emociones a su favor, detectando dónde están sus límites, para tomar decisiones buenas, siendo una buena madre para ellos mismos, amable y compasiva creando un diálogo interior más amoroso y fortalecedor para animarse y abrazarse en los momentos más dolorosos y de mayor dificultad.
Aprenden también a tomar su responsabilidad sin culpa, perdonarse y aprender a aprender. Amplían su autoconcepto o la idea de sí mismos , incorporando cualidades que antes rechazaban y que ahora les completan teniendo una conducta más adaptativa que les beneficia en su día a día Crecen en seguridad, confianza , autoestima y valía personal y por tanto amor propio. Se sienten más merecedoras de lo bueno y mejor para sí mismos, y hacen los cambios necesarios para lograrlo, con paciencia y respeto hacia sus dificultades y proceso personal.