Johana Lizbeth Saldaña Cruzado

He trabajado en residencias de personas mayores, hospitales y en mi propia consulta. En todos estos sitios aprendí muchísimo sobre las dolencias y patologías que afectan a nuestros pies. La experiencia en estos entornos me enseñó la importancia de un cuidado podológico especializado y la sensibilidad que se requiere para tratar a los pacientes con el respeto y el cariño que merecen. Al poco de empezar a tratar a pacientes, descubrí lo gratificante que es ver la mejora en la calidad de vida de las personas.

Una de mis mayores especializaciones es el tratamiento del pie diabético. Este es un campo que me fascina y al que dedico gran parte de mi tiempo y esfuerzo. Los pacientes diabéticos necesitan un cuidado extremadamente delicado y preciso para prevenir complicaciones graves. Me esfuerzo por estar siempre a la vanguardia de los tratamientos y técnicas más avanzadas para ofrecer el mejor cuidado posible a mis pacientes. Desde la prevención hasta el tratamiento de úlceras, estoy comprometida a brindar una atención completa y personalizada.

A lo largo de mi carrera, he tenido el privilegio de colaborar con varios cirujanos y podólogos deportivos. Estas colaboraciones me han permitido ampliar mis conocimientos y habilidades, especialmente en el ámbito de las lesiones deportivas y cirugías podológicas avanzadas. Trabajar en equipo con estos profesionales me ha enriquecido tanto personal como profesionalmente, y juntos hemos logrado resultados excepcionales para nuestros pacientes.

La podología es un campo en constante evolución, y yo creo firmemente en la importancia de la formación continua. Regularmente asisto a cursos, seminarios y conferencias para mantenerme actualizada con las últimas investigaciones y técnicas en podología. Esta dedicación a la formación me permite ofrecer a mis pacientes tratamientos innovadores y efectivos, asegurándome de que siempre reciban el mejor cuidado posible.

Mi filosofía de trabajo se basa en la atención personalizada y el trato humano. Creo que cada paciente es único y merece un enfoque individualizado. Me tomo el tiempo necesario para escuchar a mis pacientes, entender sus problemas y desarrollar un plan de tratamiento que se adapte a sus necesidades específicas. Mi objetivo es que cada persona que entre a mi consulta salga con una sonrisa y la tranquilidad de saber que sus pies están en buenas manos.