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A la mayoría de nosotros nos han enseñado en la escuela que el corazón está respondiendo constantemente a las "órdenes" enviadas por el cerebro en forma de señales neuronales. Sin embargo, ¡no se sabe tan comúnmente que el corazón realmente envía más señales al cerebro que lo que el cerebro envía al corazón! Además, estas señales cardíacas tienen un efecto significativo en la función cerebral: influyen en el procesamiento emocional, así como en las facultades cognitivas superiores, como la atención, la percepción, la memoria y la resolución de problemas. En otras palabras, no solo el corazón responde al
cerebro, sino que el cerebro responde continuamente al corazón.
El efecto de la actividad cardíaca en la función cerebral se ha investigado ampliamente en los últimos 40 años.Las investigaciones anteriores examinaron principalmente los efectos de la actividad cardíaca que se producen en una escala de tiempo muy corta, durante varios latidos cardíacos consecutivos al máximo. Investigaciones científicas han observado cómo los patrones a gran escala de la actividad cardíaca afectan el funcionamiento del cerebro.
Se ha demostrado que los diferentes patrones de actividad del corazón (que acompañan a diferentes estados emocionales) tienen efectos distintos en la función cognitiva y emocional. Durante el estrés y las emociones negativas, cuando el patrón del ritmo cardíaco es errático y desordenado, el patrón correspondiente de las señales neuronales que viajan desde el corazón al cerebro inhibe las funciones cognitivas superiores.Esto limita nuestra capacidad de pensar con claridad, recordar, aprender, razonar y tomar decisiones efectivas. (Esto ayuda a explicar por qué a menudo podemos actuar de manera impulsiva e imprudente cuando estamos bajo estrés). La información que el corazón le da al cerebro durante las emociones estresantes o negativas también tiene un efecto profundo en los procesos emocionales del cerebro: en realidad sirve para reforzar la experiencia emocional de estrés.
En contraste, el patrón más ordenado y estable de la entrada del corazón al cerebro durante estados emocionales positivos tiene el efecto opuesto: facilita
la función cognitiva y refuerza los sentimientos positivos y la estabilidad emocional. Esto significa que aprender a generar una mayor coherencia en el ritmo cardíaco, al sostener emociones positivas, no solo beneficia a todo el cuerpo, sino que también afecta profundamente cómo percibimos, pensamos, sentimos y actuamos.
Cuando nos alineamos y conectamos nuestros corazones y mentes y nos conectamos con otros, despertamos las capacidades mentales, emocionales y espirituales más elevadas que con frecuencia permanecen latentes. Es nuestro deseo ayudar a iniciar una era de inteligencia cardíaca en constante expansión para guiar al paciente hacia la realización de todo su potencial y adecuado manejo del estrés.
Esto permite a las personas reducir considerablemente el estrés, aumentar la resistencia y desbloquear su guía intuitiva natural para tomar mejores decisiones.
Las herramientas y técnicas de autorregulación mentales y emocionales simples y fáciles de usar brindan beneficios en el momento y durante períodos prolongados. Permiten a las personas en todo el mundo abrirse paso a mayores niveles de equilibrio personal, creatividad, conocimiento intuitivo y satisfacción. Es de utilidad en grandes corporaciones, agencias gubernamentales y de servicios sociales, todas las ramas del ejército, escuelas y universidades, hospitales y una amplia gama de profesionales de la salud y agencias sometidas a altos niveles de estrés como policías, bomberos, etc.
Disponemos de Metodología para reducir el estrés, mejorar la salud y favorecer un desempeño óptimo, desarrollo personal y profesional, con programas de formación decididamente prácticos, sencillos y eficaces. Mediante el empleo de Biofeedback de Coherencia Cardiaca, de alta calidad y validez científica.
27/09/2020
