Fabiana Uzcátegui

Mi camino como terapeuta se inició en el año 2005, cuando decidí formarme como fisioterapeuta en Caracas-Venezuela. Años más tarde, despertó en mí el interés de aprender diversas terapias alternativas; una secuencia de experiencias personales me llevó a incorporar dentro de los tratamientos convencionales de fisioterapia, la liberación miofascial (2014), pranic healing (2015), masaje ayurvédico (2016), acupuntura (2017) y osteopatía energética de Poyet(2019).

Mi primer contacto con la medicina holística fue la acupuntura. Esta terapia milenaria me permitió ver desde otra perspectiva mi práctica diaria como fisioterapeuta, estaba claro para mí, que existía un campo desconocido más allá del cuerpo físico, que impedía el avance de la recuperación desde su origen. Experimentar la acupuntura ,despertó en mí el interés por aprender más acerca de herramientas terapéuticas que armonizaran del campo energético del cuerpo. Poco a poco, incorpore en la terapia, la armonización de los meridianos de energía, maniobras como la terapia miofascial para restablecer el equilibrio el sistema nervioso, la osteopatía energética para encontrar y desbloquear el origen del desequilibrio, y la incorporación consciente de la respiración, el automasaje y la observación, para desarrollar la propia escucha y autocuidado.

Las terapias e información que verás en luz consciente, forman parte de las diferentes herramientas que me ayudaron a reconocerme y acompañarme en momentos en los que me había desconectado de mi misma, comprendiendo que el autocuidado es siempre la prioridad para sentirnos y mantener nuestro bienestar.

Transitar este camino, me ha permitido transformar mis creencias, y contemplar la realidad desde una perspectiva diferente, más amorosa y coherente. Por esto, te invito a que experimentes tu propio camino de vuelta a ti, al sincronizar tus pensamientos y emociones con tu cuerpo, y permitiéndote vivir coherentemente con tu propósito.

Me encantaría acompañarte en tu viaje de vuelta a encontrar tu equilibrio, para que así pueda florecer tu verdadera esencia.