Ester Serrano Martin

Nací en un cálido hogar de Extremeños en 1979, rodeada de amor y de un profundo sentido del respeto hacia las tradiciones que me inculcaron mis abuelas, quienes eran entendidas en medicinas tradicionales. Este conocimiento ancestral despertó en mí una curiosidad insaciable sobre cómo las hierbas y remedios naturales podían influir en nuestra salud. Convertir esa curiosidad en una vocación era algo inevitable, y con los años, decidí fundir esos saberes tradicionales con el rigor académico al estudiar naturopatía.
Mi vida personal, sin embargo, ha sido un verdadero torbellino emocional que me ha puesto a prueba en más de una ocasión. Me casé muy joven y, lamentablemente, también me divorcié pronto, encontrándome sola y responsable de dos maravillosos hijos. Cuando finalmente creí haber encontrado nuevamente el amor y estaba a punto de casarme, mi prometido falleció en un trágico accidente días antes de la boda. Este golpe devastador me sumió en un abismo de dolor y desolación, del cual emergí gracias a la firmeza de los valores que me fueron transmitidos y el inmenso amor por mis hijos.
Durante esos cinco largos años en los que la depresión me envolvía, busqué refugio en la naturopatía, no solo como una profesión, sino como un verdadero camino de sanación personal. Con cada hierba que estudiaba y cada terapia que aplicaba, no solo sanaba mi cuerpo, sino también mi alma. Aprendí que cuidar de uno mismo va más allá de lo físico, abarcando también lo emocional y lo espiritual. Hoy, gracias a esa búsqueda constante de equilibrio y sanación, he encontrado nuevamente el amor y la estabilidad emocional. Estoy casada, tengo una hija fruto de esta relación, y disfruto del cálido soporte de la familia que hemos formado, incluidos mis hijos y nietos. Cada día es una nueva oportunidad para compartir con otros la sabiduría que he adquirido, no solo sobre la naturopatía, sino sobre la resiliencia y la transformación personal. A través de mi experiencia, comprendí que la mejor manera de vivir es hacerlo de forma saludable y consciente, valorando cada momento y cada pequeña victoria sobre las adversidades. Mi vida, marcada tanto por el sufrimiento como por la superación, es un testimonio viviente de cómo la naturopatía no solo cura el cuerpo sino que transforma vidas. Con esta filosofía, continúo mi camino, esperando inspirar y guiar a tantos como sea posible hacia un bienestar genuino y duradero.
Estoy Diplomada en Naturopatía
Dietética y Nutrición
Nutrición ortomolecular
Quiromasaje
Técnico terapeuta Ayurveda
Practicante de Danza