Otros nombres: Tenia del cerdo (T. solium, la solitaria), Teniasis, Tenia saginata
La teniasis es una infección causada por la tenia o lombriz solitaria. Se alojan en el intestino delgado y son hermafroditas, es decir, que se reproducen sin necesidad de tener otro ejemplar de la misma especie ya que poseen ambos sexos. La tenia solitaria mide entre 2 y 4 metros de longitud, posee una forma alargada y aplanada y no tiene tubo digestivo. Su alimentación está basada en la absorción directa de los nutrientes a través del huésped. Se trasmite por infección única, existe un solo espécimen. Sus huevos están protegidos por muchas cápsulas, que le confieren resistencia a medios desfavorables. Cuando llegan al estómago las capas se sueltan y liberan a los embriones. En el intestino delgado las mismas sales biliares y las enzimas digestivas activan a los embriones, que pueden atravesar las paredes del intestino y llegar a la sangre. Mediante ésta, se alojan en el tejido celular subcutáneo, en los músculos esqueléticos, en los ojos y en el sistema nervioso central. Una vez allí se convierten en cisticercos. La infección propiamente dicha no ocasiona graves problemas, pero sus molestos síntomas incluyen diarrea, náuseas, dolores abdominales, disminución o aumento exagerado de apetito y pérdida de peso. En cambio, la infección por ingesta de huevos de la tenia solium provoca una enfermedad denominada cisticercosis. Los huevos, después su ingesta, se abren y la larva emigra hacia alguna parte del cuerpo donde enquistarse, llegando a causar daños importantes según el órgano del cuerpo en donde se forme el quiste. Para prevenir las infecciones es conveniente evitar el consumo de carne de vacuno o cerdo cruda o poco cocinada, lavarse las manos después de manipular la carne cruda, tener cuidado si se entra en contacto con las heces de personas con una tenia y aplicar tratamiento con vermífugos a la persona que se sospeche que tenga gusanos
La teniasis es una infección causada por la tenia o lombriz solitaria. Se alojan en el intestino delgado y son hermafroditas, es decir, que se reproducen sin necesidad de tener otro ejemplar de la misma especie ya que poseen ambos sexos. La tenia solitaria mide entre 2 y 4 metros de longitud, posee una forma alargada y aplanada y no tiene tubo digestivo. Su alimentación está basada en la absorción directa de los nutrientes a través del huésped. Se trasmite por infección única, existe un solo espécimen. Sus huevos están protegidos por muchas cápsulas, que le confieren resistencia a medios desfavorables. Cuando llegan al estómago las capas se sueltan y liberan a los embriones. En el intestino delgado las mismas sales biliares y las enzimas digestivas activan a los embriones, que pueden atravesar las paredes del intestino y llegar a la sangre. Mediante ésta, se alojan en el tejido celular subcutáneo, en los músculos esqueléticos, en los ojos y en el sistema nervioso central. Una vez allí se convierten en cisticercos. La infección propiamente dicha no ocasiona graves problemas, pero sus molestos síntomas incluyen diarrea, náuseas, dolores abdominales, disminución o aumento exagerado de apetito y pérdida de peso. En cambio, la infección por ingesta de huevos de la tenia solium provoca una enfermedad denominada cisticercosis. Los huevos, después su ingesta, se abren y la larva emigra hacia alguna parte del cuerpo donde enquistarse, llegando a causar daños importantes según el órgano del cuerpo en donde se forme el quiste. Para prevenir las infecciones es conveniente evitar el consumo de carne de vacuno o cerdo cruda o poco cocinada, lavarse las manos después de manipular la carne cruda, tener cuidado si se entra en contacto con las heces de personas con una tenia y aplicar tratamiento con vermífugos a la persona que se sospeche que tenga gusanos