Los quistes ováricos son sacos con líquido que o de un material semisólido que se desarrolla sobre o dentro del ovario.
Los quistes ováricos no están relacionados con ninguna enfermedad y aparecen como un proceso normal de ovulación. Durante los días anteriores a la ovulación, se desarrolla un folículo, pero en el momento en que se espera la ovulación éste no consigue romperse y liberar el óvulo. En lugar de esto, el líquido dentro del folículo y forma un quiste que suele desaparecer entre 8 y 12 semanas después de su nacimiento. Aunque son inofensivos, pueden causar dolor si ejerce presión sobre estructuras cercanas, si se rompe, se tuerce o si sangra o causa torsión. En estos casos, el quiste puede originar: dolor pélvico constante y sordo durante el movimiento y al comienzo y al final del periodo menstrual, dolor durante las deposiciones, sangrado uterino anormal y distensión abdominal
Para asegurar el correcto diagnóstico, se realizará un examen pélvico, una ecografía y, opcionalmente un TAC y una resonancia magnética.
Aunque los quistes ováricos funcionales suelen desaparecen sin tratamiento, para reducir su desarrollo se pueden prescribir anticonceptivos orales. En el caso que el quiste sea de entre 5 y 10 cm o de tipo complejo y persistente, deberá ser extirpado quirúrgicamente.