Se trata de una acumulación de líquido articular (líquido sinovial) que se forma detrás de la rodilla. Se puede formar por la conexión de una bolsa normal (un saco normal con líquido lubricante) con la articulación de la rodilla. Este tipo es más común en niños. La afección también puede ser causada por una hernia de la cápsula de la articulación de la rodilla en su parte posterior, o una ruptura de menisco lo cual es más común en adultos. En pacientes de avanzada edad, los quistes de Baker están asociados con artritis de la rodilla. Un quiste grande puede causar molestia o rigidez pero generalmente no tiene ningún síntoma. En algún caso puede causar una hinchazón dolorosa o indolora detrás de la rodilla. El quiste se puede sentir como un globo lleno de agua. Ocasionalmente, se puede romper y causar dolor, inflamación y hematoma en la parte posterior de la rodilla y la pantorrilla. Respecto a su tratamiento, suele limitarse a la observación del quiste. Si es doloroso éste estará encaminado a corregir el problema subyacente, como artritis o ruptura de meniscos. La extirpación del quiste no suele realizarse ya que puede causar daños a los vasos sanguíneos y nervios cercanos. Solo en ocasiones, el quiste de drenará.