Se trata de una tipo de neumonía causada por un hongo llamado Pneumocystis carinii que se encuentra ampliamente diseminado en el medio ambiente y no es un agente patógeno (no causa enfermedad) en individuos sanos. Son las personas con sistemas inmunitarios debilitados por enfermedades como el cáncer, VIH/SIDA, trasplante de órganos sólidos o médula ósea, al igual que individuos que reciben corticosteroides de manera crónica u otros medicamentos que afecten al sistema inmunitario, los que pueden ser afectados por el hongo Pneumocystis carinii, sufriendo una infección pulmonar. La neumonía contraída por este hongo es potencialmente mortal y la insuficiencia respiratoria puede llevar a la muerte. Las personas con esta afección necesitan un tratamiento oportuno y efectivo. En pacientes con SIDA o con bajos niveles de oxígeno, cuando se trata de una neumonía de moderada a severa, el uso de corticosteroides ha reducido la mortalidad. Los síntomas suelen ser comunes a otras afecciones más leves (fiebre, tos seca, dificultad al respirar…) por ello que se debe realizar una evaluación médica para descartar infecciones oportunistas como la pneumocistosis (PCP).